Todo puede pasar

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Viviana regresa a la mesa, seguida de Bárbara, que tiene su bolso en la mano

-Sabes, debería irme. Tengo cosas que terminar para el club mañana, fue agradable verlos a todos

Bárbara sale por la puerta apresuradamente

-Pensándolo bien, también debería irme; Viviana, iré a casa contigo 

-Espera Marcelo, no tienes que perder tu tiempo, puedo caminar a casa con Viviana

-Estoy bien yendo con Marchi

-Hablaremos contigo el lunes, Silvana

-E -ugh...

Viviana y yo salimos del café, dejando a Silvana sola en la mesa. Con nuestra casa a la vista, disminuimos la velocidad a un ritmo normal.

-Marcelo, eres muy bueno manejando este tipo de cosas

-¿A qué te refieres?

-Bueno, primero hablando con Rosa y ahora con Silvana. Tú sabes que Rosa está enamorada de tí ¿Verdad?

-Pues...si, ella me lo dijo

-¿En serio?

-Sí, te diré lo que le dije, no es que no la quiera; es solo que es únicamente como amigos, considerándote a ti

Seguimos caminando, ella envuelve su brazo alrededor de mi mientras caminamos, luego de un rato, llegamos a nuestra casa. Viviana sube las escaleras, dejándome en el pasillo... Me quedo mirándome en el espejo ociosamente

-¡Marchi! ¿Alguien ahí?

Viviana mueve su brazo frente a mi cara

-Lo siento, he estado pensando

-Está bien Marcelo, no puedo culparte; hoy fue una locura. Sabes, nos vemos lindos juntos

Envuelvo mi brazo alrededor de ella, vemos el espejo por un momento

-¿Tienes tu celular contigo?

-Si, ¿POR?

-Deberíamos tomarnos una foto, somos lin-

-¿Qué pasó con lo de "No soy linda"?

-Eso no cuenta, estaba a hablando de nosotros dos juntos tonto

Buscando en mi bolsillo, agarro mi teléfono para tomarnos una foto, ella ya está posando. Inmediatamente me arrebata el celular para ver cómo quedaron

-Esta está muy borrosa, la borraré...pero, esta me gusta

Me enseña la foto, no puedo evitar aceptarla, es perfecta

-En realidad si, está genial

Viviana toma mi mano y me saca del baño, salta al sofá y yo la sigo, le quito el teléfono de la mano apagándolo

-¿Quieres ver algo? o quizás...

-¿Qué tienes en mente?

Le sonrío, ella la ignora 

-¿Podríamos cocinar galletas?

-Oh, suena bien...en realidad...

-¡Marcelo! ¡Saca tu mente del caño!

Ella se levanta y se va a la cocina, su voz hace eco en la sala

-¡¿Marcelo, nos hemos quedado sin huevos?!

-No estoy seguro, ¿Revisaste en la parte posterior de la nevera?

-Si... no los veo

Viviana jadea, volviendo al sofá

El estudiante: Mente débil y brillanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora