Capítulo XI. Fuertes

250 26 1
                                    

—¡Jesús! -Jongin pasó las manos por su cara con consternación, era demasiado joven para vivir esas clases de cosas. ¡Por Dios! Aún era un menor de edad y jamás había pensado hacer lo que había hecho hace horas y menos con Sehun. Porque en ese momento debe admitir que no se reconoció así mismo dejándose llevar por una simple calentura. No fue correcto, ni para él ni para Sehun. Además,  como el idiota que seguía siendo había huido de la casa de Sehun apenas vio una oportunidad.

Más incorrecto.

Es que no podía ver más el rostro de su mejor amigo sin sentirse patético.

Golpeó su frente con su palma señalándole lo imbécil que era. Ahora Sehun tendría falsas esperanzas, había llenado de ilusiones a su amigo. Conociendo a Sehun ya seguro estaba pensado en que eran novios o algo parecido. Y no podía culparlo.

Tener sexo no lo hacen los amigos.

Preocupado se sentó en la acera justo al frente de su casa, ni siquiera tenía ganas de enfrentar a su madre, pues no había llegado ni al almuerzo y ni un mensaje se dignó a enviar.
Pero ya había en su cabeza varios problemas que debían ser resueltos antes.

Su teléfono sonó, y tampoco quería contestarle a nadie, ignoró el tono mientras pensaba en que debía hacer para resolver los dichosos problemas que nublaban su mentecilla.

¿Debía seguir atrás de un Baekhyun que al parecer no presentía ni un rastro de su amorío o, elegir a Sehun quien siempre ha esperado por él y en verdad lo quiere?

Sehun si lo amaba, en cambio Baekhyun... ni idea.

Oye, pero ¿era justo?  Solo elegir así.

Para su mala suerte Sehun apareció justo al frente de él cruzando sus brazos y poniendo esa cara como si estuviera apunto de regañarlo.
¿Cómo no se dio cuenta de que este se acercaba antes? Lo más seguro es que venía a reclamarle que lo abandonó mientras iba por unas sodas.

Entonces su teléfono volvió a sonar, aprovechó de inmediato la milagrosamente oportunidad para escapar unos segundos más de su amigo. Tomó el teléfono encontrándose con la llamada entrante de un numero no registrado.

-Un segundo -pidió mientras se alejaba y Sehun pareció enfurecerse más, en su cuello las venas se asomaron demostrando su verdadero estado de enojo. Y en su mirada la ira tampoco retrocía, parecía que quisiera asesinarlo.

Jongin se apartó un poco respondiendo la llamada.

-¿Aló?

-¿Jongin?

****

Cerró sus ojos sintiendo el tortuoso peso de sus párpados, no solo aquello comenzó a pesar, no, porque desde sus talones hasta su cráneo se multiplicó el peso en su cuerpo, había detonado con cada paso dado dentro de la desgastada casa. Con cansancio se sentó en el destruido sofá que olía a  cenizas y a humedad. Baekhyun apoyó su sien entre sus temblorosos dedos de su mano derecha pensando en la acciones que estaba apuntó de encender.

La casa en el bosque gritaba peligro,  como si en cualquier momento estuviera apunto de caer o volverse pedazos.  Sin embargo,  Baekhyun no tenía miedo en absoluto, para él cualquier derrumbe, catástrofe, calamidad en vez de algo horrendo sería un acto de bondad para su persona. Porque en lo más profundo de su interior desde hace muchos años deseaba desaparecer de la existencia. A lo mejor de este modo sus problemas también desaparecían.

Quizás.

¿Estaba loco?

Podría ser.

Su mano izquierda no se quedaba atrás, no estaba vacía,  en ella había un objeto que bailaba en los dedos, esperando con ansias ser utilizado. Solo bastaba con un pequeño chasquido para hacer explotar una bomba.

Fotografía [KaiBaek/KaiHun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora