~Why Don't We images~

~8~

Narra t/n

Acababa de hablar con mi mejor amiga sobre qué hacer en el día de hoy. Resulta ser que no teníamos nada que hacer así que decidió venir a mi casa, ya que es viernes vamos a tener una noche de chicas. Pensé en ver películas así que preparé palomitas y varias películas para que ella escogiera cuál ver. De repente se escuchó el timbre, así que fui a abrir y allí se encontraba Christina. La abracé fuertemente y la dejé pasar. Noté que en su mano traía una enorme botella de vino.

—ummm, ¿qué traes ahí tina?— pregunté mientras cerraba la puerta detrás de mí.

—Vino tonta, ¿que es una noche de chicas sin unas copas de vino?— preguntó con una sonrisa mientras meneaba la botella en mi cara.

Rodé los ojos y reí por lo bajo.

—Si me ocurre algo será tu culpa.—la amenacé mientras ambas nos reíamos.

Nos sentamos en el sofá con nuestras palomitas y vino y comenzamos a platicar, nos olvidamos completamente de la película. Luego de un par de copas ya me sentía un poco mareada pero Christina me seguía sirviendo más copas de vino, y yo con gusto me las tomaba. Comenzamos a reírnos por estupideces y de momento me entró la maravillosa idea.

—¡Llamaré a Daniel!—exclamé como niña pequeña mientras agarraba mi móvil.

—¡Ay! Corbyn me va a matar, ya es tarde, me tengo que ir.—mencionó poniéndose de pie mientras observaba su móvil.

Vaya, parece que el vino no le ha echo nada de efecto a ella.

—E-esta b-bien, llama-re a Daniel.—dije con dificultad ya que me dio hipo.

Ella solo negó con la cabeza mientras reía.

—ahhhh, me encanta cuando estas ebria...eres tan graciosa.—mencionó y se marchó de mi casa.

Gracias tina, gracias.

Le marqué por FaceTime a Daniel y rogué a que contestara. De repente su hermoso rostro apareció en mi pantalla y sonreí al instante.

—¡Daniel!—exclamé elevando mi mano causando que derramara un poco de vino en mi camisa.

—¿t/n? ¿Estás ebria?—preguntó mientras me observaba por la cámara.

—¡No! Ven a casa, estoy aburrida.—mencioné con un tono coqueto.

¿Por qué le estoy coqueteando a Daniel?

Lo escuché suspirar y pude observar cómo negaba con la cabeza.

—Voy para allá.—dijo antes de colgar.

Sonreí complacida y me levanté del sofá. Grave error. Caí sentada al instante ya que no me podía sostener de pie. Maldita tina por traer el maldito vino. Me levanté, esta vez teniendo más balance y caminé hacía el espejo. Me arreglé el cabello y desabotoné dos de los botones de mi polo, dejando al descubierto mis senos.

¿¡Qué demonios estoy haciendo!?

Me iba a arreglar la camisa pero sonó el timbre , logrando que me sobresaltara dejando caer mi copa al suelo, haciéndose añicos.

—¡Demonios!—exclamé y abrí la puerta para encontrarme con mi hermoso mejor amigo.

Pude notar como su vista viajó de mi rostro a mis senos. Sonreí de lado y subió su mirada a mis ojos nuevamente.

—Daniel...—lo llamé mientras hacía un puchero.—Me tumbaste mi copa de vino.—señalé los pedazos de la copa en el suelo.

—¡Yo no fui! Apenas estoy llegando.—mencionó mientras entraba con cuidado.

Caminó hacia la cocina y regresó con el recogedor y la escoba. Recogió los pedazos de vidrio y los echo a la basura. Sonreí como niña pequeña y me acerqué a abrazarlo. Lo abracé apretándolo fuertemente.

—¡Eres tan adorable Daniel! ¿Quien es adorable? ¡Tú lo eres!—comencé a decirle con voz de bebé.

El solo me observada con una sonrisa burlona mientras me sostenía por las caderas, evitando que cayera al piso.

—Estás muy ebria, vamos a la habitación.—mencionó mientras agarraba mi muñeca y me jalaba hacia las escaleras, subiendo hacia la habitación.

—Uhhhh, a la habitación ¿eh? Grrrrrr.—comencé a rugir mientras reía como loca escuchando como él se unía a mi risa.

Llegamos a mi habitación y me lancé en la cama mientras que Daniel cerraba la puerta.

—Duérmete t/n , estás muy ebria.—mencionó mientras se sentaba a mi lado.

Me senté y lo observé fijamente. Me acerqué a su rostro y le di un pequeño beso en los labios. Le sonreí y el solo me miró sorprendido. Lo volví a besar durando un poco más, sintiendo como los labios de Daniel se comenzaban a mover sobre los míos. De repente se separó y suspiró.

—No, estás ebria, no me aprovecharé de tu estado...acuéstate por favor.

Gruñí y me acosté abrazando la almohada en mi estómago.

—Eres muy mandón.

Se rió mientras que tiraba las sábanas encima de mí cuerpo.

—También te quiero.—susurró en mi oído mientras dejaba un beso en mi mejilla.

Sonreí y suspiré. Sentí como se acostaba a mi lado. Rodeó mi cintura con su mano y dejó un beso en mi cabello.

—Descansa t/n, te quiero...

Eso fue lo último que escuché antes de caer en un profundo sueño.

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¡Hola!💛 ¡Espero que le haya gustado este capítulo! A solos 6 días para que salga el primer Álbum de los chicos, ¿me escuchan gritar? ¡ESTOY SÚPER EMOCIONADA! Bueno ya me voy antes que me de un ataque.

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