-Buena sincronización Valentine. Exclamo Johann.
-No creas, los guardias de la mina dieron más problemas de lo que esperaba.
-Entonces... ¿Acabamos? Interrumpio Galvan.
-Aun no, debemos acabar con Gottfried. Valentine, tu ve por los documentos en la oficina del viejo, puede que sean de utilidad en el futuro.
-Hecho.
Antes de Valentine pudiera dar un paso, un estruendo desvío la atención de todos, a unos 24 metros del suelo, una de las paredes del castillo tenía un agujero. Mientras la nube de polvo se iba disipando se pudo ver la inesperada escena. Edgar apuntaba con su martillo hacia donde antes estaba la pared, era obvio quien la derribó, frente a él estaba Seibat, Gottfried y varios guardias.
-Se sopone que hay que acabar con Gottfried, pero comó lo haremos si esta con Seibat.
-¿Ustedes 2 siempre miran las cosas con tanta negatividad? No han hecho más que quejarse de mis planes.
-Tal vez por que son pésimos.
-Johann, esto no está bien. En la cara de Valentine había una expresión de incredulidad y casi miedo mientras decía esto.
-No podría estar más de acuerdo. Agregó Cedric.
El brazo de Seibat estaba cubierto de sangre, algunas gotas habían salpicado su rostro.
-Bien hecho Marcus, bien hecho. Gritaba Gottfried. Esos asquerosos rebeldes deben conocer su lugar.
-¿Sólo hablas desde las faldas de un inquisidor? ¡Maldito viejo cobarde!
-Los muertos no deberían hablar así. Exclamó Seibat inexpresivo.
Levantó más su brazo, los pies de Edgar dejaron el suelo, dejando ver con más detalle la escena, el brazo de Seibat le estaba atravesando el pecho. Seibat camino hasta colocarse al borde del agujero de la pared y con un movimiento rápido saco el brazo del cuerpo de que lentamente cayó al vacío.
-¡Denme una Granada de impacto! Grito Galvan. Valentine rápidamente sacó una y se la entregó.
-¡Erika!
Exclamó un niño entre los guardias que estaban con Gottfried. Ahora eran 3 los cuerpos que caían.
-¡No!
El grito de Gottfried fue desgarrador.
-Sujétenlo, exclamo Seibat, puede que salte detrás de esos dos.
-Sueltenme. Seibat, maldito, tenías que protegerlos.
-No te confundas anciano, mi deber es protegerte a ti.
Los tres cuerpos frenaron suavemente su caída en la burbuja de la granada.
-Roy, Roy. Exclamaba la niña que había saltado junto con el pequeño.
-Esta bien Erika, ya estamos a salvo de ese maldito viejo.
-Edgar, aguanta, tiene s trabajo que hacer luego ¿recuerdas? Dijiste que me llevarías a tomar con los enanos, sabes que no podré entrar ahí si nadie me conoce.
-Tendrás que pedircelo a otro, capitán, yo no puedo más.
-No seas absurdo. ¡Un médico! Traigan un médico.
-¡Johann!, no pierdas la cabeza. ¿Crees que lo último que Edgar quiere ver a su capitán en ese estado? No dejaremos que su sacrificio sea en vano. Seguiré con el plan, iré por los documentos.

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Soul Hunter
General FictionEn un futuro lejano, tres extraños acontecimientos conocidos como las trompetas del apocalipsis cambian radicalmente el planeta tierra, y también el estilo de vida de los humanos, quienes ahora comparte su mundo con criaturas de otros mundos. En e...