Capítulo 10 - Tarde de hermanas

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El día de hoy, me encontraba en el estudio. No grabaría nada pero cuando desperté esta mañana, sentía mi inspiración en sus niveles más altos y eso me trajo aquí. Como no escribí sobre un tema en específico, sólo llené las hojas con lo primero que llegaba a mi mente.

Sin darme cuenta, me pasé una hora y media escribiendo. Lo había comprobado al mirar el reloj... Le dí un sorbo a mi jugo de naranja, luego miré a mi alrededor. De verdad había llegado muy temprano. Ví mi hoja, una de las frases al final de ésta decía:

Incondicional, incondicionalmente

Yo te amaré incondicionalmente

Ya no hay miedos ahora

Deja ir y sé libre

Porque yo te amaré incondicionalmente

 Decidí  que si algún día la convierto  en canción, la nombraría Unconditionally

Estaba sonriendo como una tonta, al recordar que fue por algo que se me salieron éstas líneas. Yo no lo amaba, pero estaba segura de lo que siento cuando estoy con él, no lo sentí con nadie más.

-Uh... Katy? -Dijo el encargado interrumpiendo mis pensamientos- Sigues usando la sala? Porque llegó gente que necesita usarla

-¡Claro! De hecho, yo ya me iba -Me levanté de mi asiento- Ya salgo -Junté mis cosas y me marché de ahí con destino a casa de mi hermana, me había llamado más temprano, diciendo que necesitaba ayuda. No sabía con qué, pero como toda buena hermana estaría ahí para ella.

Estacioné frente a su residencia, la cual era de ensueño y muy a su estilo. Bajé de mi vehículo, toqué el timbre. Medio minutos después, Angela se asomó a la puerta con una sonrisa encantadora, que al verme se ensanchó más. Yo también le sonreí, ella saltó a abrazarme...

-¡Te extrañé mucho! -Decía ella sin soltarme, y la verdad que me gustaría quedarme así siempre

-¡Yo también! ¿Cómo has estado? ¿Qué te pasó? Me preocupé por ti

-He estado bien Katy, no ha pasado nada pero antes que empieze a contarte, quieres...? -Dejó su pregunta al aire apartándose para que yo pueda pasar. Una vez dentro, me acompañó hasta su gran sala, de verdad era muy grande. Destacaban sobre todo los jarrones y chiches que mamá le había obsequiado. Oh, y mis fotos vergonzosas también.

Debería sacarlas, o si no lo haría yo.

Cuando nos sentamos comenzó a contarme lo que tanto quería saber.

-Bien, sabes que me voy a casar

-Ajá

-Y qué también tengo que probarme los vestidos

-Ajá

-Bueno, quiero que veas éste, quiero que me digas que piensas, ok? -Asentí y se levantó a traer una bolsa, en la cual supuse que estaría la prenda. Lo sacó. Era un hermoso vestido color lila, un lila suave... Pero si eso no es de novias!- Y bien? -Esperó mi respuesta

-Es un hermoso vestido pero no es para que te lo pongas ese día, Angela en qué piensas? -Reí un poco

-En lo feliz que voy a estar ese día... -Noté un brillo en sus claros ojos al decirlo- Bien, dijiste que era hermoso pero tengo que contarte algo más

-Pues dilo, qué esperas?

-Que este vestido no es para mí

-Ah... -No quería parecer cortante, pero que más iba a decir? Angela se quedó mirandome por largos segundos- Qué?

-No lo captas verdad?

-Captar el qué? No hay nada que captar, deberías ir a mostrarle a una de tus mejores amigas, no yo

Hubo un silencio

-¿Porqué crees que te puse esa excusa para que vengas hasta acá? -Enseguida la abrazé, estaba feliz, sobre todo por ella. En realidad pensé que no sería yo parte de ese clan de chicas especiales ese día, hasta que me lo contó por teléfono aquella noche

-Pensé que serìa una sorpresa! -Dije honesta

-¿Qué te hacía pensar que no te lo mostraría primero? Es obvio

-Es que... Tienes muchas amigas, y también mejores amigas y...

-Y eso no quiere decir que no seas una de ellas -Me interrumpió. Con esto me había hecho sonreír bastante

-Enserio, muchas gracias

-No tienes nada que agradecerme. Lo que si te agradecería es que te pruebes el vestido -Me pasó la bolsa- Sabes donde está el baño, te espero

Ni siquiera me dió tiempo de responder, pero por supuesto. Lo haría. Me dirigí a su baño, el cual era amplio y empezé a sacarme la ropa para ver que tal me quedaba el vestido. Todo iba bien hasta la parte del busto, estuve luchando mucho hasta que me rendí y decidí llamar a Angela. Ya estaba acostumbrada a que me pase esto. Una vez que subió el cierre me sentía muy cómoda. Caminé hacia el espejo, observando que tal me iba la prenda... Realmente me gustaba

-Te queda muy lindo -Dijo Angela sin dejar de mirarme

-Muchas gracias -Le sonreí

-De nada, en cuánto lo ví supe que estaría  hecho para ti

-Que sonsa eres, Angela -Reí, aunque era adorable de su parte

...

-Bien... Crees que salió rico? -Me dijo mi hermana sacando el pastel del horno

-Se ve rico, trabajamos duro en él y debería saber exquisito

-Ah, entonces llenarme la cara con chocolate es también, "trabajo duro" -Exclamó lo último haciendo comillas con sus dedos. Reí.

-Pues.... Digamos que sí -Rió esta vez ella, y luego suspiré- Angela, me dices la hora?

Angela miró el reloj que adornaba una de sus muñecas.

-Son casi las seis -Me sonrió.

-Creo que ya es hora de irme, a parte. Tienes alguien a quien complacer esta noche -Alcé las cejas

-¡Katy! No haremos eso

-Si, claro -Mi sarcasmo salió a la luz. Me gustaba molestarla, aunque yo tenía bien claro que ella no era ese tipo de chica.

La ayudé a limpiar el pequeño desastre que armamos y puse el delantal a motas que me había prestado en su lugar. Fui hasta la puerta luego de traer mis cosas, incluyendo la hermosa prenda que me había dado. La abrazé como despedida y avanzé hacia mi coche, el cual seguía frente a su residencia.

Una vez dentro, lo puse en marcha y dejé que algunas canciones de Alanis Morissette inundaran mis oídos. Era un disco que me había obsequiado papá la Navidad pasada... Ahora que lo mencioné debería ir a visitarlo, ya que el poco tiempo que tenía me impedía ver a mi familia. Cosa que echaba mucho de menos porque crecí apegada a ellos. Pero sabía desde un principio que el precio de mis sueños pasaría por ese ámbito, al igual que el del amor.

Sumergida en mis casi tristes pensamientos, suspiré pesadamente. Sin darme cuenta, de que debía girar y ya estaba en frente a casa. Apagué la música, Blake Shelton quería deprimirme pero no le iba a dejar. Al menos no ahora. Debería dormir temprano hoy.

Metí mi vehículo en el garage y me aseguré de no haber dejado nada adentro de éste. Bajé de paso, todos el carruaje que traía conmigo. Cerré las puertas y me dirigí hacia la sala. Algo cansada, tiré las cosas en el sofá...

Miré hacia todos lados, en busca de Shannon. La única vez que la ví hoy fue cuando visitamos a Mia, quien por cierto cada día mejora más y dentro de unas semanas posiblemente se le dé de alta.

-Shannon! Ya llegué! -Elevé mi voz con el objetivo de que me oiga, pero no obtuve ninguna respuesta. A excepción de un sonido que provenía de la cocina. Caminé unos cuantos pasos más

-Shannon porqu.... -Fui interrumpida por el shock del momento y lo que mis ojos acababan de capturar.

Thinking Of You {Katy Perry & Matt Dallas} (Slow Updates)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora