Capítulo XIII - "Antes de irte..."

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14 de Agosto de 2039
10:00

El sol se asomó por la pequeña apertura de las cortinas, ilumando tan solo en una franja la silenciosa habitación, directamente a los ojos del hombre cansado.

Soltando una maldición al mundo entero cubrió su cabeza y dio la vuelta, intentando volver a conciliar el sueño arrebatado, pero recibiendo el aire y un porrazo en la cara en cambio. Bufó frustado, para luego colocarse boca arriba y pasar las manos por su rostro. Tomó una profunda bocanada de aire antes de sentarse en el suelo, dejando escapar una nueva maldición al sentir punzadas en su espalda baja. Con dificultad se puso de pie, ayudándose con el colchón de paso. Suspiró mientras buscaba en el enredo de sábanas y frazadas sus pantalones de pijama, para luego colocarselos y salir del cuarto seguido de un felino todo despeinado.

Estiró los brazos hacia adelante, bostezando mientras bajaba las escaleras que daban a la sala de estar. Sentir el olor a pan tostado al llegar al último escalón le hizo esbozar una sonrisa, así que giró en la esquina para adentrarse a la cocina, viendo el vapor de la cafetera indicar que el líquido estaba ya listo. Se acercó al aparato para cogerlo y buscar su taza favorita, deteniéndose con los brazos sobre su cabeza cuando, desde la mesa, un par de ojos azules y otro par de amarillos se posaron sobre él.

El joven azabache sonrió de lado, sosteniendo una taza que decía "World's 1st Trash", mientras a su lado un gato de pelo grisáceo movía la cola de lado a lado. El humano de nariz rota desvió la mirada, dejando la cafetera donde estaba, para acercarse al androide igual de desordenado que él, pero absolutamente más decente. Su cabello oscuro estaba despeinado. Iba con el torso desnudo, dejando ver el lugar donde iba aquel componente que le daba energía. A pesar de poseer un "corazón", Kamski dijo que aquella pequeña cápsula se podía utilizar en caso de perder Thirium.

- Esa es mi taza. - Dijo cruzado de brazos. El androide subió la mirada para verlo, elevando las cejas divertido, para luego beber de aquel líquido amargo y caliente. El gato bajó de la mesa para acercarse al otro felino castaño que había llegado, el cual salió corriendo por donde vino.

- ¿No le gusta compartir, Detective? - Preguntó, a lo que el bajo negó afirmando la idea. Nines sólo sonrió y le acercó el recipiente a medias.

Frente a él descansaba un plato con un par de tostadas, las cuales el mayor supuso que eran suyas. Volvió a la máquina de café para rellenar la taza y a medio camino el crujir del pan entre los dientes ajenos llamó su atención, parando lo que estaba haciendo para observar al androide masticar.

- Creía que los robots no comían. - Rompió el silecio luego de unos segundos.

- Usted creía muchas cosas.

Hubo un largo silencio nuevamente. El humano volvió a la mesa luego de llenar la taza, sentándose frente al azabache evitando mirarle directamente a los ojos pero dirigiéndose al plato con comida. Fue un desayuno callado para ambos, aunque para el androide no era ninguna molestia ver al humano ingerir los alimentos que había preparado. Puede que ahora llegase a entender un poco lo que sentía su homólogo al cocinar para el Teniente. Era agradable verlo comer aquello que con cuidado había hecho, todo lo contrario para el castaño, quien sólo abrió la boca para encender la televisión con su voz.

Era extraño para el Detective saber que el joven frente a él era un androide. El día anterior se quitó el LED que lo diferenciaba del resto y ahora parecía un humano cualquiera, con una copia de sí mismo más baja e irritante. Le había explicado algo de unas actualizaciones que su creador le metió, pero nada a grandes rasgos porque no entendía ni la B de Biotegnología. Podía comer, beber, saborear; sentir dolor, placer, y hasta le permitían dormir.

- Lazos - (Detroit Become Human/Hannor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora