En la mesa y en la cama

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Despertaste con el sol de la mañana sobre tu rostro, y nunca lo habías agradecido más que ahora.

Habías dormido muy poco y mal. Recordabas haber despertado varias veces en el transcurso de la noche producto de unas horribles pesadillas en las que huías de unas manos pálidas que trataban de estrangularte.

Al levantarte e ir hacia la sala, notaste que Aizawa ya no estaba en casa.

No tenías la energía suficiente como para interactuar con nadie más, y te aterraba la sola idea de volver a caminar por alguno de los lugares donde ese terrible villano te había seguido, pero tampoco te sentías capaz de pasar el día sin hacer nada.

Luego recordaste esa tienda de 24 horas que habías visto camino al apartamento.

Ahora recordaste lo que todas tus abuelas y tías te habían dicho con algo de machismo, pero con las mejores intenciones del mundo: Una buena forma de distraerte y relajarte sería cocinando para alguien a quien querías.

O querías conquistar. Eso último te lo habían dicho burlonamente, y preferías no pensar si ahora aplicaba de verdad.

En un rato, ya estabas preparada para salir a comprar los ingredientes que necesitabas para preparar tu especialidad.

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- Hola ¿Qué huele también?- Preguntó Aizawa al cerrar la puerta y acercarse a la pequeña cocina, donde hervían un par de ollas.

- Preparé la cena- Respondiste sin desviar tu atención, no queriendo que nada se pasara del tiempo correspondiente.

- No tenías por qué- Dijo con aparente indiferencia, pero notoriamente feliz.

- No es nada. Siéntate, que ya está casi listo

El pelinegro asintió e hizo como decías.

Luego de sólo un par de minutos, serviste la comida en la mesa .

- ¡Itadakimasu! Ojalá te guste como quedó- Dijiste.

- Está muy bueno- Dijo apenas hubo probado un par de bocados.

- Gracias Shöta- Le respondiste con una leve sonrisa.

Mientras cenaban, le preguntaste sobre su día en la escuela y otras cosas triviales. El tiempo se les pasó increíblemente rápido, o por lo menos así lo sentiste tú.

Una vez hubieron terminado de cenar, Aizawa te miró con seriedad

- Hablé con el director y otros profesores, y les dije lo que te pasó y donde estas. Te buscaremos un lugar seguro, pero eso llevará un poco de tiempo.

- ¿Los...profesores? - Se te apretó el corazón al recordar a Toshinori.

- Muchos estaban ahí

- Oh...

- Hablando de eso...No quiero entrometerme, pero esa persona con la que habías empezado a salir ¿Era All Might?

Te congelaste en seco. En realidad no debía haberte extrañado que se diera cuenta, pero no sabías como enfrentarlo.

Una vez más, decidiste que lo mejor sería decirle la verdad: Era lo mínimo que le debías por estar protegiéndote.

- Sí- Lo miraste directo a los ojos antes de tomarte una breve pausa antes de seguir-...Pero yo no lo sabía

El profesor se quedó mirándote con desconcierto, tratando de digerir tus palabras. Al cabo de sólo unos segundos comprendió exactamente a que te referías.

- Vaya. Eso explica un par de cosas

- ¿Cómo...que? - Preguntaste nerviosa.

- Como por qué actuaba tan raro cuando tu ibas a venir. Y por qué casi siempre que salías después de la escuela él se iba un rato antes

Te ruborizaste inevitablemente y tuviste que apartar la mirada al escuchar lo último.

Su actitud podía ser algo escalofriante, pero saber que Aizawa te había prestado tanta atención esos días te causaba algo agradable por dentro.

- ¿Te fijabas en esas cosas? – Preguntaste aún sin mirarlo.

- Sí...- Respondió en un tono tan extrañamente cohibido que no parecía la misma persona de siempre.

Al reunir el valor suficiente para mirarlo a la cara, no pudiste evitar notar ese muy leve rubor sobre sus mejillas.

¿Aizawa sonrojado? Al menos lo habías visto.

- ¿O sea que ya sabías?- Preguntaste.

- Sólo sospechaba. Además, hoy no dejaba de molestarme para preguntarme por ti

En contraste con lo que te habían hecho sentir las atenciones de Aizawa, te invadió una tristeza abrumadora al escuchar lo último. No querías darle vueltas justo ahora, pero sabías que Toshinori debía estar muy preocupado por ti después de saber lo que te pasó.

- Oye- La voz del pelinegro te sacó de tus pensamientos.

Levantaste la cabeza para dedicarle tu atención a Aizawa. Ahora él te miraba intensamente, con la tenue luz de la lámpara de la cocina resaltando el brillo de sus cabellos y lo oscuro de sus pupilas.

- Esta delicioso- Dijo alegremente.

- Gracias, Shöta- Respondiste con timidez.

- No tienes por qué irte tan pronto

Acompañó sus palabras por una hermosa y suave sonrisa. Eses comentario te tomó completamente por sorpresa.

Tu mente logró congelarse por unos momentos para apreciar la situación: Ese hombre hermoso disfrutando tanto tu presencia y dispuesto a protegerte como fuera.

- Shöta...

- ¿Sí?

- Últimamente no me he sentido bien y...quería saber si dormirías conmigo- Te atreviste a pedirle.

Se quedó en silencio ante tus palabras. Ahora sí, probablemente lo habías arruinado todo.

- Está bien- Te sonrió dulcemente, de esa forma que era tan especial y rara de ver.

- Muchas gracias, Shöta- Respondiste sin poder devolverle la mirada, pero inmensamente aliviada.

Esa noche dormiste con él en la pequeña cama de su habitación, envuelta cálidamente entre sus brazos, y ni una sola pesadilla invadió tu sueño.

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Notas al margen:

Como decía Gabriel García Marquez: "El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas"

No asesinen a la rayis. Recuerden que esto es un triángulo amoroso :c

ACLARO: No hubo ñiki ñiki entre rayita y Aizawa, sólo durmieron juntos.

I need a hero [Aizawa x Lectora x Toshinori]Where stories live. Discover now