I need a hero [Aizawa x Lectora x Toshinori]

Once vidas

- Vaya lío en el que te metiste- Comentó Aizawa desanimadamente mientras cenaban juntos por tercera o cuarta vez.

Todavía no se habían arreglado lo suficiente las cosas como para que dejaras el apartamento de Aizawa. Todo el tema del ataque del villano resultó enormemente complicado para la escuela, especialmente considerando que tú ni siquiera eras parte del personal.

Aun así, y aunque no lo admitirías jamás, no podías quejarte: Estabas bastante cómoda.

- Lo sé, Shöta. Perdón por los inconvenientes- Suspiraste deprimida.

- Sé que esto debe ser difícil para ti, pero es lo más eficiente si quieres estar segura- Te miró a los ojos cálidamente.

- Lo sé- Respondiste- Y no me quejo. Estoy demasiado agradecida contigo por ayudarme así, pero hay algo que no deja de ponerme triste

- ¿Qué es? - Preguntó con interés.

- Extraño mucho a mi gatito

Aizawa se congeló y levantó la vista de su plato, mirándote como si estuviera conociéndote por primera vez.

- ¿Tú tienes un gato? - Preguntó el joven profesor sin apenas disimular su emoción.

- Sí, espera- Buscaste tu teléfono celular y abriste tu galería para mostrarle una foto tuya en pijama con tu gato en el regazo- Se llama Calabaza

El rostro de Aizawa se iluminó al tomar tu teléfono en sus manos y observar detenidamente la foto.

- Le dejé comida y alcancé a pedirle a mi vecina que fuera a verlo de vez en cuando, pero lo extraño demasiado- Dijiste con preocupación.

- Eso es información importante. Lo hubieras dicho antes- Respondió recuperando su tono aparentemente neutral.

- ¿Pero qué puedo hacer? No puedo salir de aquí a menos que sea por algo urgente- Lo miraste inquiridoramente- ¿O no?

- Mira- Te obligó a levantar tu rostro con una de sus manos para mirarlo- Yo decidiré que es urgente o no

- ¿Y qué propones? - Preguntaste.

La afición de Aizawa por los gatos era muy evidente, y ya sabías a donde iba esto.

- Podemos traerlo aquí- Te miró sonriente- No hay espacio para una mascota, pero estará bien si es sólo por unos pocos días

- Vaya. No sabía que te gustaran tanto los gatos- Dijiste mucho más animada.

- Vamos ya, antes de que se haga muy tarde. Por cierto, lindo pijama- Dijo en un tono burlón, todavía observando la foto.

- Oh, ya para- Le quitaste el teléfono de las manos, algo cohibida.

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En sólo un rato ya estaban frente a la puerta de tu apartamento. Sentiste tu corazón apretarse al volver a pisar este lugar, incapaz de borrar de tu mente el horrible encuentro con ese villano.

- Puede ser peligroso. Quédate afuera- Dijo Aizawa, indicándote que retrocedieras.

- Sí, Shöta. Espero aquí

Él extendió su mano hacia ti, y tu le entregaste el mono llavero que siempre traías contigo.

Con el alma en un hilo, lo viste abrir lentamente la puerta de tu departamento y entrar con ese perfecto sigilo tan típico de él. Después de varios minutos de espera y tensión, viste salir de tu departamento a Aizawa con algo grande, peludo y anaranjado en sus brazos.

- ¡Calabaza! – Exclamaste con alegría al ver a tu mascota.

- Mirate tú. Eres tremendo- Dijo el pelinegro en un tono meloso, sosteniendo en alto al enorme gato- Pareces un tigre

No pudiste reprimir una sonrisa de pura felicidad y ternura. Ver a Aizawa actuar de esa forma no tenía precio, aún si era sólo con tu mascota y no contigo.

Un momento...

¿De dónde diablos salió ese pensamiento?

Mejor estar más despierta en el futuro, te dijiste para tus adentros.

- Ven acá- Alargaste tus brazos para indicarle al pelinegro que te dejara sostener a tu gato un momento.

- Está bien, como te lo explico- Retrocedió un par de pasos a la vez que seguía acariciando el suave vientre de Calabaza, que ronroneaba complacido- Tu gato no estaba adentro. Éste se ve igual al tuyo, pero es mío

- ¡Ya! Dámelo- Dijiste riendo.

Él por fin se decidió a entregártelo, y tu primera reacción fue sostenerlo cálidamente contra ti y acariciar sus orejas y su lomo.

Estabas tan ocupada consintiendo a tu mascota que ni siquiera notaste cómo te miraba Aizawa.

- También traeré su comida ¿Necesitas algo más de aquí? - Por fin se atrevió a romper aquel momento perfecto, señalando hacia el interior de tu departamento.

Asentiste y procediste a enumerar algunas cosas que te estaban haciendo falta.

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El viaje de regreso a casa de Aizawa se te hizo relativamente corto.

Ya casi anochecía, y el atardecer estaba hermoso. No pudiste resistir la tentación se sentarte a tomar el fresco en el pequeño balcón del apartamento, instalada cómodamente en una de las sillas reclinables de Aizawa mientras acariciabas a Calabaza.

De pronto, y tomándote por sorpresa, el joven profesor apareció por uno de los ventanales de su apartamento y se recostó relajadamente en la silla reclinable que estaba junto a la tuya. Justo en ese momento sentiste al enorme gato levantarse y apartarse de tus manos.

- ¡Oye! ¡Traición! – Le dijiste a Calabaza mientras se subía y acomodaba sobre las piernas de Aizawa.

El pelinegro rió suavemente y comenzó a palmear su lomo.

- Hablando de gatos- Preguntó Aizawa mientras acariciaba al peludo animal, que se había instalado cómodamente en su regazo y no parecía tener el menor ánimo de moverse- ¿Conoces a los Wild Pussycats?

- Claro que sí. Nos hemos visto muchas veces – Recordaste todas las ocasiones en que los habías entrevistado para programas de televisión o se habían encontrado en zonas de desastre en la montaña- ¿Por qué la pregunta?

- Porque son ellos quienes van a organizar el campamento de verano de mi clase y la de Vlad. Quedan sólo unos días

- Oh, es verdad ¿Eso significa que debería buscarme otro lugar cuando te vayas? - Preguntaste preocupada.

- No. Pensaba que lo mejor sería que vinieras con nosotros

- ¿Al...campamento?- Trataste de asimilar lo que dijo.

- Sí. Es el lugar más seguro por ahora- Continuó- Es casi imposible que los villanos sepan dónde está

- ¡Me encantaría ir! - Respondiste con entusiasmo- Sólo espero no estorbar

- Tú nunca me estorbarías- Dijo casualmente.

- Gracias...Shöta

Por unos momentos, preferiste fingir que tu atención estaba demasiado ocupada en contemplar el atardecer. Lo que sea con tal de no enfrentar directamente esos hermosos ojos color azabache.

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Notas al margen:

¿Algún paralelo entre el gatito y su dueña?

¿Qué pasará en el campamento? Uuy

Ahora si que sí. Voy a dejar de actualizar un tiempo, porque van a pasar DEMASIADAS cosas en el campamento y no quiero arruinarlo.