I need a hero [Aizawa x Lectora x Toshinori]

Bajando la guardia

Ya habían llegado con los niños de 1-A al centro comercial.

Sonreíste casi sin querer mientras los oías conversar: Podías haber terminado con un reverendo desastre en tu vida personal, pero había valido la pena por poder conocerlos. Sin duda serían grandes héroes algún día.

Cuando llegaron a las tiendas, hasta hubo un poco de agitación por causa tuya.

- ¡Yo quiero ir con la señorita reportera! Así me dice que llevar a la montaña- Exclamó Mina.

- Es cierto ¿Recuerdan esa cobertura que hizo del derrumbe? ¡Estuvo genial!- Agregó Uraraka. Te sentiste muy halagada.

- Hey, chicas- Les respondiste- Puedo ir con cada quien, pero primero tengo que hablar un momento con Midoriya-san- Dijiste señalando al chico. Él te miró de regreso y asintió.

- ¿Lo va a entrevistar? ¡Yo también quiero!- Dijo Mina.

- Los voy a entrevistar a todos, pero a él preferiría preguntarle un par de cosas primero ¡Vayan a la tienda y yo las alcanzaré apenas termine!

- Está bien, señorita reportera ¡Ahí nos vemos!- Se despidió Uraraka mientras ella y Mina se alejaban en dirección a las tiendas de ropa

Tú e Izuku se sentaron un momento al borde de una maceta.

- Está bien, Midoriya-san. Perdona por apartarte pero eres a quien más quiero entrevistar

- ¿En serio?- Preguntó él, un poco sorprendido.

- Sí. Pero antes de la entrevista oficial necesito saber que puedo y no puedo preguntarte. Tengo entendido que has tenido problemas para manejar tu poder

El chico te miró con cierto nerviosismo.

- ¡Pero lo has hecho muy bien! Sólo quería saber que puedo preguntarte y que no. Ya sabes, para no hacerte revelar información que no quisieras.

- Ah, está bien- Respondió el, algo más aliviado.

Tú e Izuku conversaron un rato al respecto. Cuando quisiste buscar tu bitácora de notas caíste en la conclusión de que la habías olvidado en tu apartamento.

- ¡Diablos! ¿Cómo me pasa esto? Lo siento, Midoriya-san. Tengo que ir a mi casa un momento ¿Por qué no vas con tus amigos y nos reunimos después?

- Está bien, señorita reportera.

- Ahí nos vemos ¡Adiós!

Te alejaste caminando en dirección a tu apartamento. Afortunadamente no quedaba muy lejos de aquel centro comercial, y podías cubrir la distancia caminando en tan sólo una media hora.

Ese breve momento de relajación te había hecho bajar la guardia. Ojalá no hubiera sido así.

Si hubieras estado en tu estado de alerta usual, quizá habrías podido notar que te seguían.

ADVERTENCIA:

El siguiente capítulo no es apto para Tomurafóbicas.