Thor y Loki habían estado juntos desde que tenían memoria. Entre sus primeros recuerdos se encuentra Odín, el anciano humano que cuidó de ellos. A pesar de que generalmente lucía malhumorado, el hombre trató de ser cariñoso a su manera con los dos cachorros quienes eran única compañía. Cuando lamentablemente Odín murió, ambos lloraron junto a su cuerpo y se negaron a ser apartados de su lado hasta que unas personas lograron meterlos en una caja y llevarlos a un refugio de animales.
Entre varias mordidas y arañazos, lograron que los colocaran en la misma jaula. Loki era más pequeño, por lo que temblaba asustado por estar en un lugar desconocido, pero Thor sabía que también era porque extrañaba a su antiguo dueño.
-No te preocupes, hermano –dijo el perrito de pelaje dorado-. Te prometo que siempre estaremos juntos y yo te protegeré de cualquier peligro.
-¿De verdad?
-Por supuesto que sí.
Varias personas se presentaron queriendo adoptar a alguno de ellos, pero cuando trataban de tomarlos ellos se resistían a base de ladridos, maullidos, arañazos y mordidas. Los encargados del refugio finalmente entendieron su comportamiento y decidieron que solo los darían en adopción juntos. Eso les entristeció un poco, porque difícilmente alguien estaría dispuesto a llevarse a ambas crías.
Entonces apareció Clark Kent, esposo de Bruce Wayne. Clark había mirado un reportaje sobre Loki y Thor y se conmovió tanto que le pidió a su marido los adoptaran. El hombre no había estado muy convencido al inicio (ya tenían un perro y gato en casa), pero cuando notó que los ojos de Clark casi se llenan de lágrimas al ver una fotografía de los cachorros acurrucados juntos mientras observaban con cautela desde su jaula, decidió que harían lo posible por darles a esos dos un hogar feliz.
-Seguro que estarán felices de abandonar ese lugar y tener un nuevo papá perro y un papá gato?
-¿De qué hablas? –preguntó su esposo
-Estoy seguro de que Steve y Tony serán felices de tenerlos a su lado.
Bruce no quiso desanimar a su esposo recordándole que Tony tardó semanas en acostumbrarse a la presencia de Steve, por lo que era mejor no ilusionarse con que les daría un gran recibimiento a sus nuevas mascotas. Sin embargo su arisco gato lo sorprendió cuando llegaron a casa y les presentaron a los pequeños. Como era de esperar, Steve ladró con alegría y comenzó a olfatearlos. Al principio los asustó un poco (el labrador no era precisamente pequeño), pero luego de unos minutos se dejaron mimar. Entonces fue cuando Tony también se acercó a ellos y comenzó a acicalar al gatito mientras ambos canes correteaban por el jardín. Nunca creyó que su gato posesivo y territorial algún día lo haría abuelo.
-Me agradan nuestros nuevos papás –dijo Thor aquella noche-. Son amables con nosotros. Sus humanos también.
-... Extraño la casa de Odín –respondió Loki, haciéndose bolita-, pero creo que puedo acostumbrarme a esto.
Thor agitó su colita con alegría mientras se acurrucaba a su lado. Sabía bien que su hermano en realidad estaba feliz porque nunca antes había sido tratado de aquella manera por otro gato. Y ningún perro adulto se había preocupado por él como esa tarde el labrador lo hizo cuando vigiló que no se atorara entre los arbustos cuando Loki decidió explorar el jardín.
Pronto el gatito tímido quedó atrás y Loki se lo pasaba de lo lindo molestando a su papá felino robándole su comida o escondiendo sus juguetes favoritos. También se divertía jugándole bromas a su papá canino, pero se detuvo un poco cuando una vez Steve casi se cae de las escaleras por apresurarse a buscarlo tras escucharlo gritar en el segundo piso de la mansión.

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De perros y gatos
HumorStony. Steve es un labrador retriever que solía vivir en una granja, Tony un gato siberiano acostumbrado a los lujos y comodidades. Tras la boda de sus dueños comienzan a vivir juntos y, a pesar de sus muchas diferencias tanto de razas como de perso...