De perros y gatos

Cambios

Peter ya no era más ese pequeño y débil cachorro que encontraron abandonado en una caja, estaba convirtiéndose en un joven, juguetón y hermoso perro. La compañía y amor de su familia había ayudado con sus miedos e inseguridades, pues sabía que ellos lo amaban incondicionalmente y lo protegerían con todas sus fuerzas.

Prueba de ello lo vivió algunos meses atrás. Durante una reunión de caridad para familias y mascotas, otro perro de raza fina le hizo un comentario despectivo porque Peter era un mestizo, a diferencia de sus familiares caninos y felinos que eran todos de raza. El perrito apenas si tuvo tiempo de sentir dolor por dicho señalamiento antes de que papá Steve tuviera sometido en el suelo al otro perro ofensor mientras le gruñía de manera amenazante. Jamás había observado a su papá tan enfadado. Sus abuelos tuvieron que hacer acopio de todas sus fuerzas para que soltara el cuello del otro perro y quitárselo de encima.

Fue tal el alboroto que cuando regresaron a casa su abuelo Clark castigó a Steve no permitiéndole salir de la mansión en al menos un mes. Tony estuvo tan ofendido por esto (no sabía cómo hacerles entender a sus humanos que Steve solamente estaba defendiendo a su hijo) que junto con Shuri rompieron varios objetos valiosos por toda la mansión. Sus otros hermanos tampoco se quedaron atrás: Thor y T'Challa destruyeron muchas plantas del jardín y Loki vomitó bolas de pelo en los zapatos de sus abuelos durante varios días.

-Creo que están organizando un complot contra nosotros –comentó Bruce

-Eso parece –respondió Clark, observando a todas sus mascotas-. Pero ni así voy a levantar el castigo de Steve, ¿entendieron?

Varios ladridos, maullidos y siseos fueron las respuestas que recibió.

Peter se sentía terriblemente culpable por el castigo a su padre. Aprovechando que todos estaban distraídos en la sala, fue al rincón donde movieron la cama de Steve mientras duraba el escarmiento. El labrador había estado echado con los ojos cerrados hasta que olfateó al menor de sus hijos acercarse y se levantó en cuanto escuchó sus lamentos.

-Lo siento mucho, papá –se disculpó el pequeño-. Esto fue mi culpa.

-Claro que no, Peter –respondió él-. Protegerte es mi deber y estoy muy contento con llevarlo a cabo. Ven acá, no quiero que estés triste por mí.

El cachorro se acurrucó contra su cuerpo y se dejó consolar por el mayor.

Al verlos a ambos, Clark suspiró y decidió ir por el más joven, pero su intento de disciplina quedó frustrado cuando Tony le saltó encima y lo arañó para que los dejara en paz. Clark tuvo que huir a refugiarse a la cocina mientras Bruce alzó las manos en gesto de rendición. A él no le sorprendía para nada la actitud de su gato. Esperaba que su esposo algún día aprendiera que Tony era un gato loco dramático y posesivo.

Por ello en el tiempo actual Peter caminaba con orgullo y seguridad mientras trotaba con Steve, Thor y Clark en el parque. La verdad es que su abuelo se sintió realmente mal por tener que castigar a Steve y desde entonces había tratado de pasar más tiempo para jugar con su primer perro y darle cariño. Debido al horario de su trabajo el reportero tenía meses de no ir con ellos al parque, así que sonreía mientras hacía ejercicio y respiraba aire fresco.

-Hace un hermoso día, ¿no creen? –preguntó él y fue cuando se dio cuenta que faltaba Peter

Buscó con la mirada al más joven y lo encontró cerca de unos arbustos jugando con el perro callejero que ya varias veces había observado visitarlos desde el cerco de la mansión. Parecía que él y Peter eran amigos y estaba seguro que el otro perro no era agresivo, de lo contrario Steve y Thor no lucirían tan relajados. Animado por esto Clark fue hacia ellos dos y tratando de mostrarse tranquilo y sonriente llevó una mano para acariciar al perro desconocido, quien retrocedió cauteloso. Sin embargo Peter lo empujó con su cabeza para animarlo y fue así como el otro se dejó dar unas suaves palmadas el lomo.