Crónicas de los parientes humanos

8.4K 806 253
                                        

Tony se encontraba muy a gusto tomando una siesta en el sillón favorito de Bruce. Por primera vez en mucho tiempo podía darse el lujo de actuar como un gato mimado y despreocupado, puesto que Steve se había llevado a todos sus hijos al jardín para darles una lección de qué hacer en caso de que se perdieran o fueran robados. A veces Tony se preguntaba si su compañero no fue perro policía o soldado en lugar de perro de granja. Sin embargo debía aceptar que le aliviaba un poco el que impartiera esos conocimientos a sus cachorros. Todos ellos eran adorables y no culparía a algún estúpido humano por querer robarlos.

-¡Tony! ¡Ven aquí, gatito bonito!

El pelaje del felino se encrespó por semejantes gritos y antes de poder mostrar sus garras, se vio atrapado en los fuertes brazos de Dick Grayson quien lo estrujó como si se tratara de un peluche.

-Dickie, si vuelve a rasguñarte, no vengas llorando –advirtió Jason

-Vas a matar a mi gato si lo abrazas de esa manera.

Bruce y Clark habían hecho acto de presencia, por lo que Dick soltó al felino (que huyó a toda velocidad) y se acercó para saludar efusivamente al matrimonio.

-Por fin pudieron venir a visitarnos, chicos –habló Clark, sonriendo-. ¿Qué han estado haciendo?

-Quejarnos del gobierno y de la situación financiera nacional, lo de siempre –respondió Jason

-Lo que Jay quiso decir es que hemos estado ocupados con nuestros trabajos, por eso no habíamos podido venir antes.

-¿Y dónde está Tim?

-Los dos jóvenes intercambiaron miradas, lo que provocó que Bruce entrecerrara los ojos porque los conocía bien y sabía que con ese gesto se estaban poniendo de acuerdo.

-Él... no debe tardar en llegar.

A pesar de ser algo distraído, hasta Clark se dio cuenta de que los chicos estaban ocultando algo, lo cual no era bueno sobre todo cuando involucraba a Tim (su esposo jamás lo admitiría, pero era un poco sobreprotector con él por ser el más joven). Sin embargo antes de poder interrogarlos, Alfred anunció que Tim había llegado, aunque no lo hizo solo.

-¡¿Conner?! –exclamó el reportero al ver a su primo sujetando la mano de Timothy

-Hola, Clark, Bruce –respondió el mencionado, sonriendo nerviosamente-. Eh, sí, Tim y yo íbamos a hablarles de algo importante que creo ya notaron.

-Mira el lado positivo, Bruce –habló Tim, sonriendo un poco-: no hay ningún riesgo de embarazo no deseado.

Mientras tanto en el enorme jardín de la mansión, Tony se apresuró en encontrar a su labrador, quien observaba y corregía las habilidades de ocultación de sus hijos.

-Steve, date prisa. Toma a los niños y huyamos.

-¿De qué estás hablando, Tony?

-Los mocosos protegidos de Bruce están aquí y no confío en ellos.

-¿Pero por qué? Los conocí en la boda y me parecieron buenos humanos.

-Eso es porque tú no los escuchaste planear cómo iban a secuestrarte, Steve.

El resto de su familia salió de sus escondites y se apresuraron a rodearlos.

-¿Hay visitas en la casa? –preguntó Shuri

-¿Alguien quiere secuestrar a papá? –interrogó Thor

-¿A dónde escaparemos? –cuestionó Peter

De perros y gatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora