El receso

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Conor:

Nos encontramos en la cafetería, gracias al pequeño receso que tenemos diariamente antes del próximo modulo de clases.
Wendell está a mi lado, y debo decir que me sorprende que ni siquiera haya tocado su bandeja.
Franklin había mencionado que iría a la biblioteca por un libro de filosofía. No puedo creer como le agrada tanto leer, yo apenas si logro leer los mensajes que envían a mi celular.
En cuanto a Lisa no la eh visto aún, lo cual es raro porque aunque no se destaque en ninguna de las materias y no sea de su agrado visitar la biblioteca, ella siempre esta presente. Además si mal no recuerdo Wendell había dicho que le había enviando un mensaje avisando que vendría mas temprano, ¿Por que no decirle que no vendría y ya? Igual, no creo que Lisa le haya mentido. Pero la verdad es que no la eh visto y es extraño ¿Se enfado tanto? No lo se, aunque quizás solo esté ausente por un tema ajeno y que desconozco.

-No has tocado tu comida - digo - ¿Estas a dieta? - es muy evidente mi tono burlón.

- ¿Bromeas? El puré es del asco - Hace un gesto de desagrado.

Río ante su gesto.

- Bueno ¿Y que tal la salsa? - señalo a su bandeja.

-Esto no es comestible - toma su cubierto y le da pequeños toques con asco a la salsa- Y para completar nos dan una manzana de postre- suelta con fastidio el cubierto.

-Si- lo apoyo arrugando mi rostro en desagrado. A decir verdad la salsa no se ve comestible, esta sin color, como pálida y parece ser gelatinoso- Pero la manzana si irá a mi estomago.

-Si tu lo dices - le resta importancia. Para Wendell la comida mientras menos cosas naturales tenga, mejor- Iré a dejar la bandeja ¿Llevo la tuya?.

-Si - respondo después de sacar la fruta.

Wendell se aleja con ambas bandejas, pero como es su costumbre siempre se distrae en el camino. Mis ojos lo observan por última vez mientras hablaba con una chica de trenzas y lentes. Seguro esta intentando conquistarla. Por unos segundos me observan y solo volteo hacia mi frente, coloco ambos codos sobre la mesa y hundo mi cabeza entre mis manos.
Ya sucedió una vez que por observar las conquistas de Wendell me gané una pelea con mi amigo, solo le había ofrecido un refresco pero un hombre celoso siempre mal interpreta las cosas.

-No estamos en la clase de álgebra para que finjas pensar- escucho una voz a mis espaldas

Conozco perfectamente ese tono irónico al hablar; Lisa Anderson.

Levanto mi vista y la veo por un instante. Donde rayos se había metido, devuelvo mi vista hacia la mesa y largo una pequeña risa debido a sus tontas palabras.

- ¿Ya me extrañas Anderson?- Bromeo. Y ella apoya su bandeja en la mesa.

-¿Tan importante te crees?- me responde en el mismo tono, mientras toma asiento a mi lado.

-¿Venir temprano a clases?, ¿estas bien?

-Los sacrificios que uno debe hacer para no ver tu odiosa cara conor.

Río ante sus palabras. Como dije anteriormente es mejor tenerla de tu lado que en contra, puede ser muy molesta si se lo propone.

-No estuviste presente en ninguna de las clases anteriores ¿Donde rayos estabas?

-No es importante - prueba un bocado del puré - ¡esto es asqueroso!- exclama con asco después de escupir absolutamente todo lo que tenia en su boca.

No puedo evitar reír, ¿como se le ocurrió probar eso? ¿que no tiene vista u olfato? De todas formas es gracioso.

-Ya tu amigo me paso el recado - Escucho una voz femenina a mi costado- Por supuesto que acepto.

El Regreso | guia de un gamer para casi todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora