Luego de una noche de descanso, Diego vino a visitarme.
- Buen día. Te traje el desayuno. Pedro, él se quedo toda la noche, él quiere hablar con vos.
- Decile que pase, quisiera hablar con él, a solas.
Sin decir una palabra, Diego se alejo, había algo raro en su mirada, algo que no tardaría en descubrir.
- Hola niñita. - me dijo Pedro.
-Hola, necesito que...
- Te desmayaste luego de que te conté lo de tu madre. Te dormiste, nose bien que fue eso. Nos perseguía un grupo de vampiros. Mejor dicho nos perseguía el grupo Giovanni. Sí, ya sé que los conoces.
- Espera. - alcance a interrumpirlo. - Cómo puede ser que sepas tanto de mí? Nadie sabe lo de mi..
- Lo de tu nombre, lo sé. Es que leo las mentes. Sí te preguntas por qué te duele la cabeza, es cierto que es por eso. Sé que te duele, pero va a pasar. Ya está lo ves? Es extraño al principio, pero te acostumbraras, siguiendo con lo otro. Como ya sabes, los Giovanni son el clan más siniestro de todos, y por lo que pude ver en Clemas, su jefe, te quiere. Él piensa que eres una vampira novata, pero él no te haría daño.
Pedro tenía razón, los Giovanni eran el clan más peligroso, pero solo así tendría oportunidad de cumplir la misión.
- Si es así, si es que no me haría daño, ¿por qué huiste?
-'Porque me quería hacer daño a mí, entre criaturas existe el código sagrado y una de las leyes principales dice que está prohibido el contacto de un vampiro con un lobo, y Clemas lo sabe.
- Llevame a conocerlo.
- No lo sé, tal vez Clemas no me quiere ver sabiendo que su enamorada me besó.
- Creeme que me querra ver. Él me quiere a mí.
- Es tu decisión, tú eliges.
- Solo llevame con él.
