EL BIJU DE LAS 10 COLAS (Pausada)

Quien eres?... (cap XIV)

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Esa mañana Sakura se levantó muy de mañana, se baño y se puso su ropa de siempre, esta vez el hokage la hiba a oír..

-Me siento como una idiota -murmuro la pelirrosa enojandose con ella misma por no haber sido más fuerte la primera vez que fue a pedir el permiso.

-No digas eso mocosa -le respondió Nero un tanto inquieto.

Cuando la kunoichi llegó a la torre del hombre los guardias no la dejaron entrar.

-Lo siento señorita pero usted no puede entrar, órdenes del hokage -le dijo el ambulancia antes de que ella pudiera reclamar.

-Pero porque no!! -les dijo la pelirrosa seriamente.

-El hokage no desea verla por eso, a y además el también comentó que si venía por el permiso para salí de la aldea su respuesta era no -finalizo el guardia sin ninguna emoción en específico.

*Suficiente, si el no me deja salí entonce me largo!!!*se dijo la pelirrosa dando media vuelta y alejarse del lugar.

-Respira pequeña tu chackra está muy denso y estas llamando la atención -le dijo Nero de una manera cautelosa.

Sakura miro a su alrededor y efectivamente varios ninfas la estaban viendo muy detenidamente y con una mano cerca de cualquier arma que estuviera a su alcance.

Camino rápidamente hacia su casa tratando de calmarse, empaco todo lo que le fuera a ser útil en el transcurso de su viaje, ropa, comida, pergaminos y algunos recuerdos, pero ya que estaba apuntó de salir de su habitación un objeto en específico cautivo su atención haciendo que bajará su maleta y se acercara despacio hacia un mueble pequeño que estaba junto a su cama, agarro el objeto y lo miro durante varios minutos.

-Esos tiempos eran muy bonitos -dijo en voz alta aquella chica de mirada color jade mientras miraba aquella foto que se había tomado junto a su "equipo" hacia tiempo atrás y la veía con melancolía.

-No estés triste, yo estoy contigo -le dijo el con una voz que reflejaba el más sincero cariño que ella alguna vez había oído.

La pelirrosa se sentía tan estrenada, tan decepcionada, tan.... desesperada de sentirse mejor pero todos sabemos que demasiadas emociones juntas conllevan a un total colapso.

-Como los odio!!! -grito derrepente la pelirrosa mientras arrojaba el cuadro a la pared de enfrente y el vidrio que protegía la fotografía caía en pequeños fragmento al suelo.

-Los detesto... los odio -susurraba la pelirrosa mientras se recargaba en la pared y se dejaba caer al suelo, quedando sentada en posición de "w", recargando su cabeza en la pared y observando el techo pensando en.... nada simplemente divagaba por su mente y recuerdos, cuando en menos de unos segundos el cansancio y el conjunto de emoción empezaron a crear su efecto dando paso al sueño y a una inmensa oscuridad.

La pelirrosa se foto los ojos , observó para todos lados y no vio nada solo una gran vacio pero entonces vio algo moverse y cayó en cuenta que no estaba sola y que en definitiva es no era su casa.

Empezó a avanzar sin encontrar nada, solo pudiendo ver esa cosa que se movía y entonces.... para en seco al darse en cuenta de lo que estaba enfrente de ella.

Era hermoso, era enorme, era majestuoso??, quien sabe pero eso que tenía enfrente era lo más bello que había visto... o quizá..

Lo mas peligroso..

-Quien eres tu y además dónde estoy?... -dijo la pelirrosa con determinación acercándose a aquella criatura, pero por dentro sintiendo que cada paso que daba era un poco de tierra que sacaba poco a poco para hacer su tumba.