¿Cómo Vivir Sin Ti?

Capitulo 12: Confesiones

Luego de un rato, logró llegar al edificio donde vive Kim. Durante el viaje estuve tratando de tranquilizarme para tratar de pensar que es lo que la perturba tanto hasta el fin de hacerla llorar. También, pasa por mi cabeza el hecho de que quizás le deba contar el sueño que tuve y la razón por la cual me afecto tanto. ¿Será que me aceptara después de saber que soy un suicida idiota? Espero que si. No puedo perder a alguien más en mi vida.

Subo hasta el departamento de Kim y tocó su puerta. Al cabo de unos segundo, abre la puerta con los ojos hinchados de tanto llorar. Mi corazón se estruja de tan solo verla de esta manera. Como si fuese por acto de reflejo, doy un paso y mis brazos los pongo por encima de sus hombros en un abrazo cálido. Ella parece sorprendida por mi acción pero luego termina pasando sus brazos por mi cintura, correspondiendo el abrazo que le di. 

Pasan unos segundo cuando ella se separa de mí para darme una media sonrisa fingida. 

Me siento en el sillón que hay en la sala y ella trae dos tazas de café. 

Un silencio se funde en toda la habitación que hasta soy capaz de escuchar mi respiración. Alzó la mirada para mirarla a los ojos -que aún están hinchados- y tomó un sorbo de café.

-Esta delicioso- finjo una sonrisa.

-Y tu no me tenías fe. ¿Acaso haz visto algo quemado?- bromea con la voz un poco ronca

-Aún no entre a la cocina. Quizás la escena del crimen está ahí.-bromeo.

-Eres un maldito- veo un poco de alegría en su rostro pero se desvanece a los segundos.

-Si, pero aun así me quieres y no podrías vivir sin mí.- bromeó nuevamente.

-Eres mi único mejor amigo así que no me queda otra. 

-¿Estabas pensando en cambiarme?- la miró con diversión.

-Quizás. Pero se que no encontraré a otro chico con los mismos retrasos que vos y encima me soporte- por fin ríe un poco.

-Es que soy único y lo sabes. Además, no eres nada insoportable. En realidad, tu me soportas a mí.

-Tu tampoco eres insoportable... bueno, a veces no- sonríe.

Nos reímos por unos instantes hasta que ella se pone seria de golpe.

-¿Qué fue lo que soñaste?

-No. Primero me contaras porque lloraste y que es lo que está pasando por esa cabeza para no mandarme un mensaje o llamarme, y asi pedirme que la ayude con su dolor.

-...Es un poco difícil... La verdad es que te oculte muchas cosas de mi vida. Cosas de mi pasado que me avergüenzo demasiado. Que tengo miedo de que no me vuelvas a mirar de la misma manera luego de que te cuente todo.- baja la cabeza con tristeza.

-¡Oye!- pongo mi mano en su mejilla para levantar su rostro y que me mire- Nada de lo que me vayas a decirme ahora mismo va a cambiar lo que pienso de ti y mucho menos la forma en que te miro. Seré siempre tu mejor amigo y eso significa que te acompañaré a pesar de que todo se derrumbe.

-Pero es algo muy malo... Tengo mucho miedo. No es un pasado muy cálido. En realidad es bastante oscuro- sus ojos empiezan a cristalizarse.

-¿Te digo algo? Yo también te oculte cosas de mi pasado. Cosas que me arrepiento demasiado, que me avergüenzo de haberlas hecho y que me dan miedo de contarlas. Me da miedo de que tu forma de verme, cambie por completo. Así que no te avergüences. Yo estaré para contigo siempre. Dalo por hecho.

-...Esta bien Josh.- toma aire profundamente y comienza a hablar- Veras... Cuando tenía diez años, mis padres se peleaban demasiado. No se divorciaban porque salía muy caros los abogados o quizás por el simple hecho de que les gustaba pelear. Una noche de verano, estaba en mi cama, cuando mi padre entra en mi habitación.- se detiene un poco para tomar más aire para seguir- No entendía qué estaba ocurriendo, ¿sabes? Pero cuando comenzó a sacarme la poca ropa que tenía, lo comprendí todo. Vi mi corta vida pasar por delante de mis ojos y un dolor intenso se apoderó de mí.-trata de reprimir un gemido de dolor- Pareciera que fue ayer. ¿Y sabes que más? No fue el único día. Lo hizo muchas veces después.

-¿Se lo comentaste a tu madre cuando todo ocurrió?- mi voz suena baja y triste.

-Si... ¿y sabes que hizo? Me golpeó. Me pego hasta el cansancio. Me dijo que yo fui la culpable. Que me lo merecía. Que era una prostituta... Pensé que ella me entendería. Pensé que me ayudaría, pero no, lo apoyó a él. Cuando en realidad la que estaba siendo lastimada y violada, era yo. Pasaron los años y todo iba de mal en peor. Mi cuerpo ya no aguantaba más. ¿Sabes que decidí hacer? Quise suicidarme... Lo intente mas de una vez. Pero las pastillas no hacían efecto en mí. Hasta que un día lo logre... pero a esas altura ya había alguien en mi vida. Un chico que me trataba tan bien. Me comprendía. Así como lo haces tú. Él por alguna razón decido venir a visitarme ese día. Mis padres siempre lo dejaban pasar así como si nada. Cuando entro a la habitación me encontró en el suelo con una botella de pastilla vacía. No lo dudo ni un segundo. Me cargó en sus brazos y me llevó al hospital. Estuve muchísimos días en el hospital internada. Hasta que logré recuperarme. Se lo conté todo, ¿sabes? Él me dijo que debía denunciarlos y luego de eso se fue. No me hablo más después de lo que le conté. Me miró con una cara de asco que no me la puedo quitar de encima.- me mira a los ojos angustiada- Todas las noches, después de lo que pasó, soñaba con él y siempre lo tenía en mi mente. Hasta que llego alguien a mi vida. Pensé que todo sería mucho mejor. Que ilusa, ¿no crees? Se fue hoy de mi vida. Vino a mi casa con una sola intención en la cabeza. ¿y sabes qué fue lo peor para mí? La forma en como me miraba era idéntica a la de mi padre cuando me violaba. Le dije que se detuviera y no me escuchaba. Me vi obligada a pegarle una patada en su entrepierna. Se enojo conmigo luego de eso y me dijo que quería corta. Así como si nada. Como si lo más importante para él era tener sexo conmigo, dejarme embarazada e irse.-esta vez ya sus lágrimas no se contuvieron más y comenzaron a rodar por sus mejillas- No puedo tener una vida más de mierda- se tapa su rostro para que no la vea llorando.

Me siento tan impotente en estos momentos. No se que carajo hacer. Literalmente estoy tan mal por ella que soy capaz de ponerme a llorar con ella. ¿Qué clase de hombre soy? Quedaré como un idiota si lloro frente a ella. Pero también quedare mal si no digo ni realizó alguna acción. ¿Qué sería correcto en estos momentos? ¿Qué haría yo en estos momentos si Eli estuviera llorando? ¿Abrazarla? Sería una buena opción. Espero no incomodarla y que sea eso lo que ella quiere. 

Después de un serio debate con mi propio subconsciente, me atrevo a moverme un poco para pasar mi brazo por uno de sus hombros y atraerla hacia mí. Ella no duda ni un instante y coloca su rostro contra mi pecho, rompiendo en llanto. Así que lo único que me dispongo a hacer es abrazarla con aún más firmeza.