Capitulo 22: ¿Qué quieres de mí?

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Josh:

No entiendo qué está pasando... ¿Dónde estoy? ¿Porque no siento mi cuerpo? Está todo tan oscuro aquí... 

Luego de un momento, reaccionó y comprendo que no estaba consciente. ¿Se acuerdan que dije hace un momento que no sentía mi cuerpo? Pues prefería eso, en vez de sentirlo. Mi cuerpo duele como la mierda. Me arrepiento muchísimo por haber preguntado porque no lo sentía. 

Hago un vago intento de abrir mis ojos pero no lo logró. Es tanto el dolor que se apoderó de mí cuerpo que ni mover mis dedos del pie logró. 

Después de unos minutos de agonía, intento abrir nuevamente mis ojos. Esta vez, consigo abrirlos un poco pero solo encuentro oscuridad. ¿Donde me encuentro? ¿Que carajo paso antes de llegar aquí?...

-¡Mierda!- gritó cómo puedo ya que mi voz suena ronca por el poco uso.- Ese hijo de puta me golpeó y me trajo a no sé dónde... ¡Eh! ¡Hijo de puta! Ven para que te dé una paliza.

En ese momento me percato de mi situación... Estoy esposado a lo que parece ser una silla. Este imbécil me secuestro... me secuestró... empiezo a entrar en pánico e intentó sacarme las esposas, pero adivinen que... las esposas son increíblemente difíciles de sacar. ¿Quien en su sano juicio intenta sacarse a la fuerza unas esposas? ¡Espera! Yo no estoy en mi sano juicio así que estoy justificado... ¿No?. 

Creo que lastime más la piel de mis muñecas de lo que se rompió la esposa. Por ende, dejé de intentarlo pero decidí empezar a gritar para ver si alguien me escuchaba... Algo muy estúpido, lo sé, pero no hay que perder las esperanzas.

-¡Auxilio! ¡Ayuda! ¡Me secuestraron! ¡Ayuda!- me detengo para intentar escuchar una respuesta y nada.

Estuve durante lo que creo es una hora, gritando desesperado en busca de ayuda y nada. Lo único que logré fue que mi garganta terminará hecha mierda. La poca saliva que tengo, al tragarla hace que arda como el mismo infierno.

Dejo de pensar en el ardor de mi garganta en el momento en que escuchó un ruido como si fuera de pasos. Al parecer se está acercando dónde me encuentro. Unos segundos después se escucha una puerta abrirse y la luz es encendida. Mis ojos se cierran automáticamente por qué no logro acostumbrarme a esta luz. Al cabo de unos minutos, abro mis ojos y observó la habitación. Es un cuarto pequeño con una mesa y otra silla, además de la mía. 

En frente mío lo ví. Era el mismo hijo de puta del centro comercial. 

-La verdad es que me has causado tanto dolor de cabeza y oídos que me hicieron arrepentirme de haberte secuestrado, hijo de puta.- dijo sentándose en la otra silla que se encontraba en la habitación.

-¿Tú eres el ex de Kim?- trago un poco de saliva para que mi voz no suene tan mal.- ¿Para que me quieres?- no responde por eso decido seguir.- Nadie me quiere y debo admitir que nadie te daría una gran suma de dinero por mi. Así que repito mi pregunta, ¿Para que me quieres? ¿Porque me has secuestrado? 

-¡Wow! El hijo de puta tiene huevos.- parece relajarse un poco.- Mira Josh, la situación es est- lo interrumpo.

-¿Cómo sabes mi maldito nombre? ¿Que tan acosador eres?

-Primero, fui novio de tu mejor amigo, imbécil, ¿Que esperabas? ¿Que nunca te nombrará? ¿Que no sepa ni de tu existencia? Y segundo, te estuve investigando todo este tiempo.

-¿Investigando? ¿Cómo?- preguntó sin entender realmente. 

-Pues buscando en tu expediente.-se burla- para tu información soy un ex agente de la policía y tengo mis métodos para encontrar información de la gente.

-¿Ex agente? ¿Todo lo que tienes siempre lleva "ex" al principio? No me sorprende que te despidieran. Eres muy idiota para ese trabajo, ¿No crees?- me burló de él. 

-Para tu información.-se levanta y se acerca a mí.- me despidieron por qué no controlaba mi ira y golpeaba a cualquier idiota que me provocaba.-me agarra del cuello de tal forma que el aire deja de circular al instante, haciendo que entre en pánico.-No entiendo porque... no soy nada violento...-unos segundos y me suelta. 

-Al menos podrías decirme tu nombre... De lo contrario, te llamaré Idiota todo el tiempo y no creo que ayude con tu bomba de ira.

-Esta bien. Será lo único que te diré.-se vuelve a sentar.- Jonathan Leonardi.- al decirlo, me regala una sonrisa típica de un psicópata.

-Perfecto... Jonathan. Ahora respóndeme la pregunta que te hice. ¿Porque me tienes aquí?

-Deja de hacerte el malo o el que aguanta mucho porque realmente no te sale.- se levanta y se dirige a la puerta.- La respuesta a tu pregunta te la daré en unos días. Tranquilo... seré cuidadoso con lo que te haga.

Y con eso se va de la habitación dejándome en la oscuridad nuevamente. ¿Que carajos me hará? Lo único que sé es que no debo provocarlo. Es una bomba a punto de estallar y un movimiento en falso, hará que estalle. No quiero morir tan rápido...

-¿Te encuentras bien querido?

Esa voz... no... por favor... no aquí.

-A donde tú vayas, yo iré. Acuérdate...-siento su mano en mi cabeza.- Siempre estaré aquí...

-Déjame en paz, Eli. Ni aun secuestrado me dejas tranquilo. Hazme el favor de dejarme tranquilo o al menos ayúdame. 

-¿Eres idiota? Para qué pregunto. Nunca te dejare tranquilo. No te mereces tranquilidad. Además, soy producto de tu cabeza, ¿Cómo podría ayudarte?-se ríe.

-Fuck! Bueno, al menos déjame un rato solo. Después te hablo...por favor.

-Mmmm.... Solo por esta vez. Nos vemos pastelito. 

¡Al fin! Tengo que pensar en un plan para salir de aquí. ¿Qué haré con las esposas? ¡Ya se! Puedo romper la silla como en las películas y salir corriendo con las manos esposadas atrás. Siempre viven al hacer eso. 

"Idiota! Es ficción eso!" 

¡Cállate! No me arruines la ilusión. 

Decido pensar en otra cosa para poder salir. No sé cuánto llevo aquí... ni cuánto estaré. No sé si sobreviviré pero tengo que intentar. 

Estoy tan cansado que decido cerrar mis ojos para descansar. Espero que el idiota de Leonardi no venga a molestar. 

Pasas unos minutos y logró conciliar el sueño...

...Estos días serán difíciles....

¿Cómo Vivir Sin Ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora