Lo sucedido la noche anterior resultó demasiado extraño para ambos, lo mejor sería dejar que todo eso se quedara como un simple abrazo, nada más, ambos sabían que aquello resultó reconfortante pero no querían admitirlo, algo dentro de ellos no se los permitía aunque ese sentimiento efímero de cariño se resguardaba en sus subconscientes. Debían dejarlo atrás y seguir con sus vidas como si nada hubiese ocurrido, era lo mejor para ambos.
8:06 am
En alguna parte de la ciudadLa mañana transcurrió como la de un día cualquiera para Moon Bin, acompañó a su hermana a la universidad y le dejó servido el desayuno a su madre antes de salir de casa para ir al trabajo que tenía pendiente. Cuando Bin corría con suerte lo contrataban para cualquier clase de evento que requiriera de un bailarín o actor experimentado como él, la paga sería inmediata y en buena cantidad, perfecto para las necesidades del rubio y su familia. Aquella mañana sucedió uno de esos eventos, parecía sencillo, hacer el casting para salir de extra en el capítulo de un drama de esos que le encantaban, decir unas cuantas líneas e irse a casa a esperar la resolución de los productores.
La sorpresa vino al ver en donde eran los casting, uno de los edificios de la televisora más importante deo país. Su Ah le había comentado al respecto, excusándose que había visto el anuncio pegado en la puerta del lugar mientras iba camino a la universidad, pero, aquel edificios estaba a varios kilómetros de donde su hermana estudiaba, ¿qué hacía ella tan lejos del campus? Cualquiera que fuese la razón, ya estaba ahí y no desaprovecharía una oportunidad así.
Se remontó a ese día en que conoció a su amiga Hwang Eun Bi, era una fila exactamente como esa, recordaba casi todo lo que ese día aconteció. El fiero calor que llenaba su piel de sudor; el dulce aroma de las jóvenes aspirantes que se perfumaban para dar una mejor impresión; aquel perpetuo chirrido de los frenos automovilísticos con el que sus oídos se sobrecargaron.
Estaba tan nervioso en ese entonces, era todo un novato, apenas tenía un par de meses de experiencia y aquel fue uno de sus primeros castings. Entonces, la señorita Hwang pasó a un lado suyo y le ofreció disculpas por chocar con él; aquella primera mirada a la jovencita le dejó embobado por tan deslumbrante belleza natural. Luego de su trance quiso pedir su número a la chica, pero esta ya se había alejado demasiado como para ir tras ella.
- El siguiente en pasar es Moon Bin, ¿está Moon Bin por aquí? - un hombre de avanzada edad llamaba al pelirubio quien salió del mundo de los pensamientos para correr en dirección de aquel adulto.
Posterior a su ingreso al recinto, varias personas pasaron por él para cumplir con su trabajo, entregar el libreto, crear un outfit que quedara bien con él, aplicar un poco de maquillaje y darle un mejor aspecto a su peinado. Vaya si era diferente a lo que estaba acostumbrado, era muchísima gente a comparación del teatro.
Cuando terminaron de mejorar el aspecto de Bin parecía toda una estrella de televisión, se sentía importante y empoderado, caminaba con total seguridad hacia el set de grabación cuando un joven de cabellos como los de un león lo empujó abruptamente.
- Quítate de en medio, estorbas - le reclamó el contrario mientras que Bin lo miraba con curiosidad, le parecía familiar pero no conseguía recordar de dónde.
- Lo siento - respondió al instante.
Aquel desconocido recorrió con la mirada a Moon, otorgándole una sonrisa de desprecio.
- Eres uno de esos estúpidos extras, ¿no? - se cruzó de brazos - Date prisa, por culpa de idiotas como tú perdemos mucho tiempo de grabación.
Ese mismo individuo se dio la vuelta, dejando atrás al más alto mientras que él procesaba todo lo que acababa de suceder. ¿Cuál era su problema? Ser un actor estelar no le daba derecho hablarle como quisiera, su sangre hervía cada vez que se encontraba con alguien así, igual que la primera vez que se encontró con Lee. Aunque esta vez no se iba a embriagar y luego ir a romperle un par de costillas al chico.
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Mellifluous || BinWoo
FanfictionEl pasado es un fiero contendiente que te persigue hasta el cansancio, no se detendrá ante nada ni nadie. Todos huimos de nuestros errores y fracasos, sin saber que estos volverán a nosotros el día que menos esperamos. Lee Dong Min es un hombre sol...