⑩ CAPITULO ♞

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-Estoy asustado, —murmuró Kihyun.

Shownu, incapaz de evitarlo, jaló la camisa de Kihyun abriéndola completamente, arrancando los botones en su desesperación por sentir piel contra piel. También se quitó su camisa, lanzándola al suelo al lado del sofá. Estaba presionando su boca contra el círculo del pezón cuando las palabras de Kihyun penetraron en su cerebro.

Se apartó y lo miró. —¿Asustado? ¿De qué?

—De esto. De nosotros.

El pene de Shownu se presionaba contra el muslo de Kihyun. Podía ver la erección del otro hombre bajo sus pantalones. Se veía tan duro, tan incitante. No pudo resistir acariciar la línea con su dedo. Kihyun se estremeció y cerró los ojos—. ¿De qué estás asustado?

—Desde el momento en que entraste en la mazmorra, no he pensado en nada más que en ti, Shownu. No quiero ser solo otro chico para ti.

Shownu sonrió. —Lo sé, seguí a un completo extraño a una tienda, pensando que eras tú. He estado soñando contigo cada noche. No estoy seguro de a dónde va esto, pero sabía que tenía que tenerte. Reclamarte como mío.

Shownu colocó sus brazos sobre Kihyun. Lentamente se inclinó de nuevo, no se detuvo hasta que sus labios se encontraron. Deslizó su lengua dentro de la boca de Kihyun. Podía sentir el corazón del chico pulsando contra el suyo. Se apartó, se deslizó hacia abajo y chupó el pezón de Kihyun, perfectos círculos y suave piel. Mordió ligeramente la punta hasta que este gimió. Mordió un poco más duro, complacido cuando Kihyun soltó un grito: —¡Ah!

Levantó la cabeza del pecho y le miró a la cara. Los ojos de Kihyun estaban cerrados, sus labios abiertos. —Kihyun, ¿recuerdas lo que te dije acerca de los piercings?

Los ojos de Kihyun se abrieron lentamente y se enfocaron en Shownu. Asintió.

—Quiero eso, —Shownu dijo—. Algún día. Contigo. Quiero eso.

—Shownu... —Kihyun respiró. Sus ojos brillantes, ardiendo con los de Shownu, aunque no respondió.

Shownu llevó sus dedos a la bragueta de Kihyun, abriendo el botón y bajando el cierre sobre su erección. Deslizó la mano bajo la ropa interior y tomó el duro miembro del chico—. Te quiero. Ahora.

Kihyun asintió. Shownu se apartó y siguió a Kihyun a la habitación. Tenía una cama tamaño queen y un pequeño buró. No había nada más en el cuarto. —Quítate la ropa.

Kihyun, mirándolo, pateó sus zapatos y bajó sus ya abiertos pantalones por sus piernas junto con su ropa interior. La mirada de Shownu fue hacia el largo y grueso pene que apuntaba directamente hacia él. —No te muevas, —le ordenó.

Shownu se quitó su propia ropa y se arrodilló anhelante ante Kihyun. Él tenía amigos Dominantes que clamaban que ellos nunca se arrodillarían frente a un sumiso y chuparían su pene. Los sumisos debían de ser usados no atendidos. Shownu estaba de acuerdo con ellos si estaban hablando de una sesión, un juego entre jugadores. Pero esto no era un juego. Quería saborear a Kihyun, envolver sus labios alrededor del hermoso e incitante eje y darle un salvaje placer. Claro que él aun así disfrutaba el hecho de tener el control, su naturaleza dominante nunca se quedaba en reserva.

SUMISO POR ALQUILERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora