Shownu veía la pantalla de la computadora, pero su mente estaba a miles de kilómetros de allí. O más acertadamente a treinta kilómetros, en Queens. Aunque él sabía que ellos tendrían que separarse, no quería que Kihyun se fuera. Probablemente debió de haber dejado a Kihyun tan pronto como llegaron a su casa, debió de haber mantenido su promesa de ir lento, tomárselo con calma. En lugar de eso él se precipitó, cayendo de cabeza en el amor. No, él no podía llamar a eso amor, aún no. «¿Podía?» No, eso probablemente era solo apasionamiento. Fuera lo que fuera, él no podía sacar a Kihyun de sus pensamientos.
Había sido muy duro contenerse, mantener un control real de su lado Dominante con Kihyun. Todo era demasiado familiar con la actitud de sumisión, sabía que podía reclamar a Kihyun por cómo se sometió a él, en las intensas sesiones de D/s, mantenerlo atado y en el borde por horas, incluso interminables. Sabía que un sumiso podría confundir su propia intensa necesidad de someterse con sentimientos de amor. Quería más con Kihyun. Ellos necesitaban tiempo para establecer sus emociones por el otro sin la pesada capa de los intensos juegos de D/s distrayéndolos.
Aun así, no podía evitar expresar su impulso natural de tomar el control. «¡Y con lo receptivo que Kihyun era!» La nalgueada había sido tan erótica, la emoción de poder fluía dentro de Shownu como el fuego mientras veía a Kihyun ascender a ese lugar especial. La conexión entre ellos había sido tan ferozmente intensa que podría asustarlo si no la quisiera tanto.
Se refrenó a usar cualquiera de sus juguetes: látigos, paletas, floggers, restricciones, clips, abrazaderas y un gran número de aparatos acumulados en los años en los que había estado en la escena y que permanecían guardados en el gran armario que tenía para ese fin. «Ya habría tiempo... mucho tiempo.»
Esperaba que Kihyun dijera algo como: 'Sabes, realmente no quiero ir a ese trabajo en El Dungeon. No quiero someterme a nadie más, no ahora que te he conocido'. Pero no lo dijo. Shownu se dio cuenta que él no quería influenciar a Kihyun en ese sentido. Después de todo, ese era su modo de vida. «¿Por qué debería esperar que Kihyun dejara el trabajo por un tipo con el que había pasado el fin de semana?» Ellos deberían de pasar una noche separados uno del otro. Eso era probablemente lo mejor. Ahí no había tiempo. Una cosa sabía seguro: «Ahora que él había encontrado a Kihyun, no lo iba a dejar ir».
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Kihyun abrió su teléfono cuando sonó, esperaba que fuera Shownu. Ellos habían hablado brevemente por teléfono el domingo por la noche después de que regresó de su trabajo en el Dungeon. Shownu no lo había invitado a ir con él, y claro, él no se había invitado solo. En lugar de eso habían hecho planes para verse la noche siguiente en un lugar cubano, Shownu dijo que pensaba que podría disfrutarlo. Ellos se encontrarían en el restaurante y verían lo que pasaba.
Kihyun terminó de revisar el último de los exámenes y los colocó juntos sobre el escritorio. Con el trabajo terminado, su mente se deslizó a la noche anterior. Él aún tenía débiles líneas en su trasero del látigo de una sola cola que el cliente había usado durante la sesión del domingo. La hora consistió principalmente en estar pegado con una enorme cinta plástica a Roger, sus cuerpos desnudos presionándose juntos desde los hombros hasta la ingle mientras el cliente los flagelaba con varios látigos y paletas.
Se dio cuenta de que incluso aunque Shownu obviamente sabía lo que hacía para vivir y lo había conocido donde lo hacía, él no quería que la evidencia del trabajo se lo recordara a ambos. Aun así, Kihyun ya extrañaba a Shownu. Qué rápidamente se había acostumbrado a ser sostenido de nuevo por alguien mientras dormía.
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SUMISO POR ALQUILER
FanfictionKihyun casi estaba en bancarrota, a la espera del cheque de su editor por su primera novela a ser publicada, en una revista ve un anuncio del club "DUNGEON DREAMS" en donde buscan sumisos por alquiler. Asiste a una prueba y es aceptado para el traba...