Shownu llegó unos minutos antes, como era su costumbre. Esperaba en la misma mazmorra en la que habían estado la vez anterior. Demasiado ansioso para estar sentado, se puso de pie y se dirigió a los estantes de los juguetes, examinó una pequeña cuarta que se veía fuerte, imaginando las marcas que podría dejar en el trasero de Kihyun. Se giró cuando la luz de la puerta se encendió con un ruido.
'Kihyun', iba a decir, pero detuvo la palabra. Este era el 'esclavo K'. Una buena flagelación le había hecho soltar la lengua la última vez, pero eso no significaba nada ahora necesariamente.
«Dios, ¡se veía bien!» Shownu tomó una respiración y cerró los ojos durante un segundo. «¿Por qué había regresado?» Rechazaba lo artificial de la situación ahora que su curiosidad se había satisfecho. Ciertamente no necesitaba pagar para tener una sesión con alguien. Todo lo que tenía que hacer era ir a un club, tronar sus dedos, y elegir.
«Entonces, ¿qué estaba haciendo aquí?» Bastante simple, no podía seguir alejado. Había esperado una semana, y cada día que pasaba hacía que quisiera ver más al hombre del que no sabía nada, excepto que él lo quería tener, incluso aunque fuera solo por una hora.
Aunque él había tratado de sacarlo de su mente, no pudo sacarlo de sus sueños. Cada noche, la sesión seguía donde realmente se había quedado y se forzaban a terminar. En su sueño, después de que Kihyun se arrodillara en el suelo delante de él, levantaba la vista anhelante. Algunas veces él también estaba desnudo y Kihyun tomaba su pene con sus delgados dedos, obteniendo un gemido de necesidad de él. En otros sueños, ellos estaban en el suelo de la mazmorra, que se convertía en una gran cama con edredones de seda.
Shownu reclamaba a Kihyun una y otra vez, con sus palabras, con sus manos, con su pene, con su látigo. Kihyun, en sus manos y rodillas, presentándose para su acometida sexual, gritando su adoración mientras Shownu penetraba su apretado y caliente pasaje. Esta mañana, mientras Shownu estaba entre despierto y dormido, Kihyun había chupado su pene como un hombre hambriento, complaciendo a Shownu antes de moverse y lamer cada pedazo de piel desnuda con su caliente lengua. Pero cuando Shownu despertó completamente, ese era Satchel, su perro labrador negro, que le demostraba con lamidas en su cara y gemidos, que le urgía salir.
Mientras Shownu salía de la cama en la madrugada para dejar salir al perro, sintió el pegajoso charco de la eyaculación sobre su abdomen y se dio cuenta de que había tenido otro sueño húmedo, cortesía del 'esclavo k'.
Usando toda su fuerza de voluntad logró sacar de su mente a Kihyun durante unas horas, solo para que regresara cuando sus defensas bajaban. Caminando por la calle 59 vio a un hombre alto y delgado con el cabello rubio oscuro caminando frente a él, estaba seguro que era Kihyun.
El corazón de Shownu se oprimió y aceleró el ritmo, ya planeaba las palabras que le diría a Kihyun, pretendiendo que era una casual sorpresa: '¡Hola! Kihyun, ¿no es así? Qué grata coincidencia'.
El hombre entró a una tienda departamental y Shownu lo siguió, casi lo perdió de vista, pero finalmente vio la rubia cabeza dirigiéndose hacia las fragancias masculinas. Se apresuró, sentía su corazón en la garganta. Cuando finalmente lo alcanzó, era un hombre totalmente diferente, un poco mayor que Kihyun, con bigote y grandes bolsas bajo los ojos. Sintiéndose un idiota, regresó a la calle, habiendo perdido además la cita con su inversionista.
Se dijo a sí mismo que regresaba a El Dungeon Dreams una vez más solo para sacar al tipo de su sistema. Shownu sabía que tenía tendencias a convertir los recuerdos en románticos además de una hiperactiva imaginación. Recordaba el anhelo y el deseo que vio en Kihyun, probablemente era debido solamente a que deseaba una buena propina, la cual Shownu le había negado. Probablemente Kihyun –o debería decir 'el esclavo K'–, lo percibiría como un Dominante tacaño,Shownu no tenía ninguna duda desde el instante en que salió por la puerta. Él era solo dinero en el bolsillo, nada más. Un cliente, una farsa, un trabajo.
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SUMISO POR ALQUILER
Hayran KurguKihyun casi estaba en bancarrota, a la espera del cheque de su editor por su primera novela a ser publicada, en una revista ve un anuncio del club "DUNGEON DREAMS" en donde buscan sumisos por alquiler. Asiste a una prueba y es aceptado para el traba...