⑧ CAPITULO ♞

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La luz que se reflejaba por la ventana de la recámara de Kihyun formaba sombras en el techo. Se había acostado varias horas antes y el sueño seguía eludiéndolo. Cada vez que cerraba los ojos, podía ver el hermoso rostro de Shownu acercándose. Casi podía sentir el blanco y caliente golpe del látigo. Gemía recordando el calor y la presión de las manos de Shownu en su desnudo pecho.

«¿Qué había sucedido entre ellos?»

Kihyun había volado antes con Seok, su único amante D/s en serio. Ellos no estaban enamorados, pero él había estado asombrado del magistral control de Seok en una sesión. Habían participado en juegos BDSM a menudo durante los seis meses que estuvieron juntos, tanto en los clubes, que a Kihyun realmente no le gustaban, pero toleraba a causa de Seok, como en privado. Kihyun nunca había sido capaz de volar en público, lo sentía demasiado impersonal, demasiado planeado. Eso había enojado a Seok, que esperaba que sus órdenes fueran obedecidas, incluyendo su orden de que Kihyun 'se dejara ir'. Ese era el término que Seok le daba al estado de trance que ocurría cuando la intensa tortura física se transformaba en éxtasis puro dándole a Kihyun la sensación de lo que él llamaba 'volar'.

Kihyun le había tratado de explicar que él no podía hacer que eso sucediera. Incluso en la privacidad de la casa de Seok, raramente ocurría. Pensando en ese período, Kihyun recordó qué sucedía cuando aún estaban con el otro, antes de que empezaran a separarse.

Ellos no habían tenido una gran pelea, no hubo declaraciones de ira entre ellos. Simplemente comenzaron a separarse, encontrando excusas para no estar juntos. Seok no podía salir porque tenía un gran proyecto que terminar, o Kihyun necesitaba escribir, quedándose en su casa el fin de semana en lugar de en la de Seok. Aunque al principio no podían tener suficiente del otro, en retrospectiva, ahí había habido muy poco romance. Caliente y peligroso sexo envuelto en BDSM. Romance, no.

Ellos habían discutido sobre ese tema: «¿El romance tenía lugar dentro de una relación D/s?» Desde el punto de vista de Seok, aunque tratara de negarlo, la respuesta era, no. Para él D/s significaba precisamente eso: Dominación y sumisión. Uno de los miembros de la pareja controlando, rigiendo, dictando la sesión, el otro sometiéndose. Mientras que la parte de Kihyun que se conectaba y respondía a un hombre dominante, se estremecía con el magistral control de Seok, la parte de él que anhelaba más profundidad, más balance en la conexión, comenzó a sentirse más solo en la relación.

Seok comenzó a acusarlo de coronar desde lo pasivo, un término que a Kihyun nunca le gustó. Nunca se consideró a sí mismo un 'pasivo' y encontró la etiqueta degradante. Cuando Kihyun trató de pedir más atención, más sensualidad, menos estrictos juegos de BDSM, Seok tomó eso como una crítica a sus habilidades como Dominante.

Ambos comenzaron a darse cuenta de que ellos no combinaban. Ambos buscaban cosas diferentes. La relación se deslizó a un final sin importancia, para alivio de Kihyun y probablemente también de Seok.

Eso había sucedido hacía seis meses, y desde entonces Kihyun había tenido citas ocasionales, hasta que entró en el trabajo del Dungeon. Aunque Seok no había quebrado su corazón, ni siquiera lo arañó, cuando los meses pasaban y él no lograba encontrar a alguien por el que estuviera siquiera débilmente interesado, en ocasiones se preguntaba, si eso era todo lo que había. Comenzó secretamente a desanimarse incluso de encontrar una pareja romántica y dominante, uno que tuviera el valor y la fuerza de un Dominante como él lo anhelaba. Su Dominante ideal sería firme y autoritario, pero también sensible, emocionalmente maduro para ayudar a crear una relación basada en el amor y el intercambio consensual de poder. Kihyun empezaba a creer que ese Dominante, simplemente, no existía.

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