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Estrella escarchada abrió los ojos y salió afuera. El repiqueteo de la lluvia sonaba con fuerza. Se estiró y buscó a Llovizna con la mirada. La llamó. La gata, que hablaba con zarpa de mirlo, se acercó al momento.

-¿Si?- preguntó, sentándose y enroscando la cola alrededor se sus patas.

-¿Qué tal va el entrenamiento de Zarpa de nube?- "Aunque parezca que el clan está unido de nuevo...nadie sabe donde reside l verdadera lealtad... las lunas pasarán mientras los traidores se esconden... y quizá un día decidan actuar... pero las nubes cubrirán el cielo y lo derrumbarán..." la profecía resonó en sus oídos, estaba claro que zarpa de Nube era la salvación.

-muy bien, esta tarde iremos a entrenar la batalla con Zarpa de Mirlo- explicó mientras agitaba la cabeza tratando de liberarse del agua que empapaba su pelaje oscuro.

-¿Podrías avisarme para acompañaros?- preguntó.

La gata entornó la mirada, pero asintió.

-por supuesto, Estrella Escarchada.

-¿¡Vas a supervisar entrenamientos!?- el maullido provenía de Cerecina.

-Sí... y tú no deberías estar metiendo la oreja donde no te llamas- añadió agitando los bigotes de risa.

-¡¡Yo quiero que me veas!! ¡¡Quiero que estes orgullosa de haberme salvado!!- exclamó sonriendo y con los ojitos brillando.

Llovizna se tensó al ver la actitud de su hija.

-¡No molestes! Estrella Escarchada tiene cosas que hacer.- gruñó mirando a su hija.

-por favor...- suplicó.

-Está bien... Pero otro día, ¿vale?

La gatita salió corriendo agitando la cola emocionada. Llovizna suspiró irritada y se alejó. La líder se dirigió a la maternidad para ver a su mejor amiga.

-¡Pétalo Helado!-  ronroneó sentandose a su lado.

-¿has visto que bonitos son?- respondió ella.

Pequeña zarza se removió y abrió los ojos, eran de tonos azulados, enseguida volvió a acomodarse en el vientre de su madre.

-¿has visto esa mirada?- la gata los miraba con cariño infinito en su mirada.

-Sí. Aunque acaba de nacer, quizá se le vuelvan ámbar con el tiempo.

-Eso no importa, seguirá siendo mi preciosa siempre.- dice.- Estoy deseando que se conviertan en fuertes guereros al servició del clan. ¿Cuales serán sus nombres? garra de Zarza estaría bien... y Manto de fuego...como su padre... y quizá orejas mojadas, como nuestro querido lugarteniente...

-Deja de dar ideas, ¡luego me sentiré mal si les pongo otros nombres!- ronroneó dandole un zarpazo amistoso en la oreja.- bueno... ahora descansa, al fin y al cabo debes reservar fuerzas.

Sale de la gurida dejándo atrás a los cachorros y su madre. Fogata se acercó a ella.

-Creo que esta todo en orden...- masculló algo insegura.

-lo has hecho muy bien... todos los gatos tienen cosas que hacer, pero también tiempo para descansar- dijo estrella Escarchada-  Ahora, tu deberías descansar.

La gata inclinó la cabeza y se alejó hacia su pareja, huella de león, que la recibió con un ronroneó antes de introducirse con ella en la guarida de los guerreros. Estrella escarchada sintió una punzada de dolor y pena al comprender que ella jamás tendría esa relación con un gato. recordó a Ala de milano, y se preguntó si sería feliz en el clan de la Corriente.

-¡Estrella Escarchada!- esta vez era Manto Rojizo quien se acercaba.- ¿Has visto lo buen curandero que es Vuelo de Cuervo? ¡nadie diría que era miedoso e inseguro de aprendiz.

<<A partir de ahora serás conocido como...- la líder se paró a pensarlo, quería un nombre que encajara con su aprendiz- ...Vuelo de cuervo, el Clan Estelar honra tu fe y tu empeño, y te day la bienvenida como curandero del Clan de la Hoja.- Mientras los gatos coreaban los nombres ella saltó y posó su hocico en la coronilla negra de su aprendiz.- recuerda...Ahora tu eres el curandero del Clan.- cuando se apartó el gato negro, que siempre estaba agazapado e inseguro, tenía la cabeza alzada, sus ojos verdes brillaban con una determinación que nunca antes había tenido, y su pelaje negro estaba lustroso. no costaba imaginarlo como un líder>> Agitó las orejas volviendo a la realidad.

-Estoy muy orgullosa de él- le dijo a Manto Rojizo.

***

Caminaba detrás de los aprendices y mentores. zarpa de mirlo daba grandes zancadas con la cabeza bien alta, pero Zarpa de nube no se dejaba amilanar.

-Quiero ser el mejor guerrero del clan- maulló el aprendiz blanco y gris.

Su mentora asintió.

-Si trabajas lo serás... Y podrás luchar por mejorar el Clan- dijo mientras se deslizaba entre dos arbustos y se introducía en la hondonada de entrenamiento.

-Puaj...Esta la mitad embarrada- se quejó Zarpa de nube.

-¿Te da miedo un poco de barro?- preguntó a su lado Zarpa de Mirlo.

Zarpa de nube echó atrás las orejas y dejó escapar un gruñido. Estrella Escarchada se sentó junto a Llovizna y Palmera, las mentoras de los aprendices presentes.

-¡Recordad: las uñas guardadas!- maulló Palmera.

Los aprendices asintieron. Zarpa de mirlo tensó sus potentes músculos. Zarpa de nube se agazapó con las orejas bien erguidas y la mirada fija en su oponente. La cola moteada de Llovizna surcó el aire dando comienzo al combate. Zarpa de mirlo saltó con una velocidad sorprendente, y durante unos momentos Zarpa de nube no supo que hacer, pero justo antes de que el impacto llegara se escabulló hcia un lado, sin embargo las zarpas del aprendiz negro aterrizaron sobre su cola. Zarpa de nube aulló y e giró para lanzar un zarpazo a Zarpa de milo, que lo esquivó y después lo embistió, haciendolo volar hasta el otro lado de la hondonada. Zarpa de Nube iba a levantarse cuando Zarpa de mirlo cayó sobre él. los ojos azules claros del gato bicolor brillaron con espanto, pero luego entornó la mirada y sus cuartos traseros patearon la tripa de su rival, que retrocedió con un gañido.

Estrella Escarchada no podía evitar sentir una mirada sobre el lomo. Se giró tratando de no dejar que su pelaje se erizara. pero al mirar atrás vio una cola gris desapareciendo entre unos arbustos.

-¡Invasor!- bufó saltando hacia el arbusto, olía a basura de dos Patas.- Un solitario...

Llovizna se acercó, y al olfatear su espalda se erizó.

-Mmm... Voy a perseguirlo... tu querías presenciar el entrenamiento, ¿no?- maulló nerviosa.

Estrella Escarchada la miró dubitativa, pero asintió y volvió a centrarse en los aprendices. A pesar de que Zarpa de mirlo era dos veces el tamaño de zarpa de nube, este parecía arreglárselas bien. Suspiró aliviada de que el destino de los Clanes estuviera en las patas de un gato con espíritu guerrero, deseoso de servir a su clan.

Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora