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Plomicino miró a Bigotes de Ardilla. Sabía que ella quería de él algo más. Pegó las orejas al cráneo sin saber que hacer. Salió al bosque esquivándola.

-¡Plomicino! ¡Espera!- el maullido de la gata rojiza sonó a sus espaldas. Plomicino se apresuró a salir del túnel de aulagas y se escabulló entre las plantas.

-Lo siento...- susurró mirando atrás, antes de alejarse hacia el clan del páramo. Llegó a la frontera cuando las sombras comenzaba a llenarlo todo. No vio a Zarpa de pecas, pero cruzó la frontera y pasó al granero. 

-¡Zarpa de pecas!- llamó sin alzar mucho la voz, su espalda se había erizado, no se sentía seguro en territorio enemigo sin ella.

-¡ratón miedica!- ronroneó su amiga mientras aterrizaba sobre él haciéndolo rodar.

Plomicino se liberó de ella con facilidad, recordando las habilidades que había aprendido de su abuelo. Quizá si fuera una mascota, teniendo en cuenta su origen. ¿Qué clase de nombre era Tuff?

-¿Qué tal te va?- preguntó mientras se sacudía para liberarse de la polvoreda que impregnaba su pelaje.

-Bien... Estrella de Fango cada vez tiene menos fe... pero todo está bien... ¡te lo demostraré!- gritó slatando sobre él.

Plomicino rodó mientras reía.

-¡¿Quién está ahí!?- el gruñido seco que sonó en la entrada del granero los dejó a ambos paralizados.

Zarpa de Pecas se giró, Plomicino pudo captar el calor que desprendía su pelaje. Agradeció que el granero estuviera oscuro. 

En la entrada tres felinos miraban hacia ellos. Sus pelajes estaban erizados.

-¿Zarpa de pecas?- preguntó una voz.

La gata tragó saliva.

-¿Si...?

- ¿Quien está contigo?- Plomicino sintió un nudo en el estómago mientras el gato olfateaba el aire.- ¡clan de la Hoja!

El aprendiz gris se movió quedando a la vista. Con un bufido un gato corrió hacia él, totalmente erizado.

-¡¡Peñascoso, espera!!- maulló Zarpa de pecas interponiéndose entre el felino gris y Plomicino. Los hocicos de ambos casi se rozaban.

Peñascoso curvó los labio en un gruñido.

-¿Qué haces con él, Zarpa de Pecas?- espetó agitando la cola.

Plomicino agachó las orejas mientras reconocía a Corriente de hojas y a Zarpa de Sauce.

-Sus fauces huelen a ratón...- bufó Corriente de Hojas acercando la nariz a la cara de Plomicino, que sintió ganas de arañarla en la cara.- ¡Y tu también!- añadió girando el cuello hacia Zarpa de Pecas, con la nariz moviendose mientras captaba olores.

-¿De que va todo esto, hermana?- preguntó Zarpa de Sauce.

Zarpa de Pecas carraspeó sin saber que hacer.

-Yo estaba dando un paseo... hay un solitario que conozco... nos solemos ver aquí... Ella solo intentaba detenerme...- masculló.

-¿detenerte compartiendo ratones contigo?- espetó Peñascoso

Plomicino se erizó, justo ese día no había compartido nada.

-¡El ratón me lo he tomado en mi territorio! No vengo a robar presas- gruñó.

Zarpa de Pecas asintió.

-Es cierto... lo he estado vigilando desde que entró, sospechaba que venía or aquí, asi que decidí esperarlo... mientras esperaba me entró hambre...- se relamió.

-Me enorgullezco de ti, hija... defendiendo el territorio...- maulló Peñascoso.- Supongo que Estrella de Fango querrá verte...- siseó en el oído de Plomicino, que se tensó.

El agresivo gato lo agarró del pescuezo y lo lanzó, haciendolo caer al suelo. El aprendiz sintió la espesa sangre deslizándose por sus costados.

-por favor... dejadme ir...- suplicó tragándose su orgullo.

-¡Jamás! Pagarás por tus invasiones- bufó Peñascoso.

 -Quizá deberíamos dejarlo ir...- maulló Corriente de Hojas.- Lo que ha invadido es territorio de dos patas.

-¿Como nosotros con el gallinero? ¡¡Pagará!!- bufó, sus uñas rasparon el duro suelo mientras saltaba contra el aprendiz.

Plomicino se preparó pero un destello rojizo impidió que el golpe llegara.

-¡¡Vamos!!

Plomicino salió corriendo, la gata rojiza tras ella. No paró hasta llegar al bosque e internarse bien en él.

-gracias... Bigotes de Ardilla.

-¿Que se supone que hacías?- espetó ella mirándolo con los ojos bien abiertos.

-Yo... Quería investigar... no se lo dirás a Estrella escarchada, ¿verdad?

-No te preocupes de eso...  El problema es peñascoso... lo dirá todo en la Asamblea.

Plomicino se erizó.

-Debo sufrir las consecuencias de mis actos- maulló cabizbajo.

-¡Pero no es justo! ¡No has hecho daño!- la espalda de Bigotes de Ardilla se erizó.



Arriba Corriente de Hojas <3

Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora