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Plomicino vio espantado como su abuelo se separaba de la líder, cuyo pelaje blanco ahora estaba manchado se sangre y barro. 

-¿Estás bien?- susurró al oído de su hermano, que asintió.

-Peleemos por los Clanes...- gruñó mientras sus ojos se convertían en dos rendijas y sus orejas se pegaban a su cráneo.

Plomicino iba a asentir cuando un gato lo golpeó con tanta fuerza que salió volando hacia un lado. Rodó por el suelo aturdido, notaba la sangre palpitando en sus oídos. Su pelaje estaba manchado, no solo por sus heridas, sino por la sangre que ahora llenaba el suelo del claro. Se levantó temblando. Zarpa de Mirlo y Torrente peleaban con ferocidad.

El gato negro logró arañar la mejilla de su padre, pero lo gato aulló mostrando sus colmillos y lo derribó con un potente saltó.

-Te enseñé mucho...pero no todo...- siseó mientras sus garras negras se hundían más y más en el pelaje del aprendiz.

-¡No!- con un bufido de rabia Llovizna se abalanzó sobre él, hundiendo sus colmillos en l nuca de Torrente.

El gran gato se revolvió y con un zarpazo logró tumbar a Lloviznar.

-Jamás me esperé que tu, precisamente tu, fueras una cobarde y sucia traidora.

Plomicino echó atrás la orejas mientras sus ojos se abrían con terror.

-No...- jadeó- Llovizna.

Torrente lo miró con una sonrisa cruel y desgarró la garganta de su propia hija, cuyos ojos azules brillaron durante un latido de corazón antes de volverse vidriosos.

Zarpa de Mirlo soltó un chillido de miedo mientras retrocedía, pero el gato lo miró mientras se relamía.

-Jamás debisteis volveros contra mi.

-¡Pelea conmigo primero, Torrente!- gruñó entonces Plomicino, levantándose y tensando cada uno de sus músculos.

Torrente pareció sorprendido.

-Pero, si te has vuelto valiente...- susurró casi para si mientras se daba la vuelta dejan a Zarpa de Mirlo agazapado donde estaba. 

Cerecina corrió hacia su hermano y lo llevó a un borde del claro mientras le daba suaves lametones en las heridas.

-Te arrepentirás de haberle puesto una garra encima a mi madre, cagarruta de Dos Patas- bufó mientras pegaba más aun las orejas al craneo, consciente de que aquello era de verdad una batalla a muerte.

Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora