Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.

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Zarpa de nube abrió los ojos confundido. Acababa de soñar con una gata, se hacia llamar Corriente turbulenta y parecía ser del Clan Estelar. Se le erizó el pelaje al recordar sus palabras: "La batalla va a llegar, y tú serás la salvación. Se leal a los Clanes siempre y con todo tu corazón" Agitó las orejas, ¿de verdad podía ser él el salvador de los Clanes? Una punzada de miedo  atravesó su corazón. A su lado sus hermanos aun dormían, al igual que el resto de aprendices. Se sorprendió al ver el lecho vacío de Plomicino, pero no le dio importancia. Sabía que no podría volver a dormir, así que se levantó y salió de su guarida. Fuera llovía, aunque por suerte la estación sin hojas ya llegaba a su fin, y las presas estaban volviendo. Bigotes de Ardilla agitó una oreja a modo de saludo, la gata vigilaba el campamento agazapada en la entrada, donde las zarzas y la aulaga proporcionaban algo de cobijo. Fogata organizaba las patrullas.

-Caída de Abedul, tu dirigiras la patrulla del alba, contigo irán Tormenta Eléctrica y Huella de León- maulló la lugarteniente provisional.

Zarpa de Nube se sentó a un lado, sus costados levemente erizados por las palabras de la guerrera estelar.

-¡Pétalo Helado va a dar a luz!- el aullido resonó por el claro, y enseguida los gatos estaban maullando emocionados.

Zarpa de Nube arrugó el hocico, si se acercaba una batalla, los cachorros no eran lo que necesitaban. Un gato lo empujó, al girarse vio a Plomicino.

-Er... buenos días...- maulló el aprendiz gris oscuro.

Zarpa de nube lo miró, aun pensando por que habría salido a pasear en una noche tan lluviosa. Agitó las orejas. No podía distraerse, él era la salvación de los clanes.

-Hola- respondió, y Plomicino desapareció en el interior de la guarida.

Cuando volvió a fijar la mirada en el claro, Vuelo de cuervo, el curandero, paso corriendo hacia la maternidad, donde la reina gemía de dolor. Zarpa de nube decidió acercarse más tarde para conocer a los cachorros. Llovizna salió corriendo de la guarida de los guerreros, miró hacia la maternidad con los ojos brillando, pero agitó la cabeza y su mirada se oscureció. Al instante se giró para llamarlo, pareció sorprendida de verlo allí fuera tan temprano, pero lo llamó con un movimiento de cola. 

-¿Qué haremos hoy?- preguntó zarpa de Nube sacudiéndose- ¿No quieres ir a ver a los cachorros?

-No- respondió ella- vamos, debes practicar la escalada con la lluvia, ya sabes que debes mejorar esas habilidades.

El aprendiz asintió, nunca le había gustado estar lejos del suelo, pero si tenía que salvar a los Clanes debía convertirse en un buen guerrero. Asintió mientras seguía a la guerrera moteada hacia afuera. La gata se movía con agilidad por el territorio, la nieve se había derretido, dando lugar a charcos que cubrían el suelo. El aprendiz agitó una zarpa cuando está de hundió en el fangoso suelo.

-Elige un árbol. yo seré un enemigo, voy a ir hasta el borde con el clan del Páramo y trataré de llegar al campamento. Intenta detenerme.

Zarpa de nube asintió con decisión mientras esperaba a que su mentora se alejará. Sabía que en habilidades de lucha él era como un cachorro frente a ella, así que debía utilizar la ventaja: escalar. Esperó bajó un arbusto con las orejas atentas, por fin comenzó a oir las pisadas de la gata. Se fue moviendo hasta que estuvo casi seguro de que ella pasaría por allí, y subió a un árbol. Sus uñas se clavaron en la superficie para no resbalar, y cuando estuvo arriba se preparó para saltar. la gata apareció entre unos arbustos e iba a seguir corriendo cuando él se impulsó hacia abajo con fuerza, cayendo sobre sus hombros. Llovizna gimió de sorpresa mientras se derrumbaba. Al momento Zarpa de Nube la presionó contra el suelo y simuló que mordía su nuca. La gata lo golpeó con las zarpas traseras apartándolo y se levantó.

-Pf...tenía que caer en un charco- se quejó sacudiéndose con fuerza y manchando el hocico y bigotes del aprendiz con agua y barro.- Has estado muy bien, he de admitirlo.

-Quiero ser el mejor guerrero del clan- respondió él.

la gata asintió.

-Conozco un solitario... podría enseñarte a pelear de verdad... ¿Has visto las habilidades de zarpa de Mirlo?

Él negó, nunca había entrenado con el arrogante aprendiz negro.

-Esta tarde intentaré que lo hagas, verás sus habilidades. A él le ha enseñado el solitario, seguro que estaría orgulloso de entrenarte a ti también.

A Zarpa de nube le brillaron los ojos.

-¡vale!- maulló emocionado ante la idea de ese entrenamiento.

La guerrera asintió con decisión.

-De todas formas no se lo digas a nadie... Solo a tus hermanos si estás seguros de que se unirán al entrenamiento. Además, solo los gatos con potencial con aceptados.

Al aprendiz le hormiguearon las zarpas ante la idea de esas sesiones, de ser elegido sobre otros.

-esta tarde estaré listo para practicar con Zarpa de Mirlo, y para conocer al solitario- maulló.

La gata asintió e inició la vuelta al campamento.

 Cuando llegaron la maternidad ya no estaba abarrotada de gatos, asi que decidió acercarse.

-hola, Pétalo Helado- saludó a la gata, que sonrió y ronroneó como respuesta.

-¡Zarpa de nube! me alegra verte, ¿quieres conocerles?- apartó su esponjosa cola, que cubría cuatro pequeños gatos.- este- su cola se posó en un gato de diversos tonos rojizos, atigrado- es pequeño Fuego. Este- Esta vez la punta de su cola dorada señaló a un gato moteado pardo- Es Pequeño arce. Ella- su hocico apuntó a la única hembra, una atigrada marrón oscura de tripa y pecho blanco- Es Pequeña Zarza... y este último, el gris oscuro... Pequeño Mojado. Su nombre es en honor a un antiguo gato del clan del trueno: Orejas Mojadas- explicó.

Zarpa de Nube ronroneó:

-Son preciosos...

La gata sonrió y volvió a posar su larga y tupida cola sobre los cachorros, y apoyó la cabeza sobre sus zarpas delanteras.

Zarpa de nube salió, deseando que llegara el momento de entrenar con Zarpa de Mirlo.

Espero comentarios, como siempreee!!!!!!