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Plomicino seguía a Tuff y Llovizna. Había llegado el día esperado. La luna brillaba sobre sus cabezas para cuando llegaron al borde de la hondonada. Tuff lo inspeccionó todo en silencio, la punta de su cola moviéndose con impaciencia. Por fin su cola descendió de arriba abajo, y el silencio de la noche quedó quebrado.

Plomicino saltó al claro atacando a Mano Rojizo, que vigilaba el campamento.

-¡¡Ataque!!- aulló antes de que sus colmillos se hundieran en su cuello.

Lo soltó antes de matarlo, pero un solitario se acercó.

-Ardilla cobarde- bufó- ¡Mátalo!

-¡¡¡No!!!- Pétalo Helado saltó con las uñas por delante contra el proscrito, ambos rodaron enzarzados en una batalla, sus uñas fuera arañando todo lo que podía.

-¡Traidor!- Acebina cayó sobre él, pero era demasiado pequeña y le basto con revolverse para liberarse. Saltó aprisionándola contra el suelo. 

la gata lo miró con sus relucientes ojos verdes llenos de odio y despreció.

-Matame...- siseó mientras sacaba las uñas y las clavaba en su tripa- ¡Vamos!

De pronto Plomicino no podía moverse, no podía quitarle la vida a aquella gata. habían compartido guarida demasiadas lunas.

-¡¡No!!- Zarpa de Nube saltó contra él, apartándolo.- No...- gruñó- No le pondrás una garra encima.

-Descuida, no lo haré.

Con un aullido se abalanzó contra el proscrito que estaba atacando a Cerecina, liberándola. La gata lo miró espantada.

-¿Estabas con ellos?- bufó arqueando la espalda.

-Yo lucho por los Clanes.

-¡Mentiroso traidor repugnante!- Tuff aterrizó sobre su espalda atrapándolo.- Ahora morirás.

-¡No! Padre... A él no... Hay que ser leal a la sangre.

Plomicino se asombró cuando vio a Zarpa de Mirlo frente a Tuff, parecía indeciso, pero sus uñas estaban listas.

Gatos guerreros. la venganza #6 Saga: El destino de los Clanes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora