Año 2020
Desde el noveno piso de un destartalado edificio un chico de dieciséis años miraba con cautela de izquierda a derecha y varita en ristre. Notó movimientos a la izquierda, justo al final del pasillo donde habían una camilla atravesada impidiéndole ver más allá. Se reacomodó su mochila a su espalda para poderse ocultar tras lo que quedaba de un muro; aguardo por un instante en silencio esperando el momento preciso para poder salir de ahí. Pronto escuchó un gruñido lejos de su posición y supo que si no se movía ahora, pronto sería imposible.Sin pensarlo demasiado, emprendió una carrera hasta la ventana donde dejo su escoba. Solo tenía que llegar a ella, montarla y salir de ahí, pero justo cuando tomo el mango de la escoba algo lo sujetó del talón.
— Maldición —Dijo el chico de cabellos rubios platinados y ojos verdes al ver su tobillo apresado por una mano pútrida al igual que su dueño, o al menos la mitad que quedaba de él — ¡Arg!... —Con su pierna libre trató de soltarse de aquel fuerte agarre dando patadas y al no lograr liberarse, apuntó con la varita— ¡Expelliarmus! —Gritó deshaciéndose por fin de aquel horrible ser.
Apenas tuvo el tiempo suficiente para retomar su carrera y lanzarse al vacío montando su escoba, antes de que una horda de inferís lo atraparan. Soltó un suspiro al verse bien librado.
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Mi nombre es Daniel, tengo dieciséis años y esta es mi realidad. La realidad a la que nos enfrentamos los pocos sobrevivientes a este mundo agonizante, este mundo que está a tres pasos de ser el mismo infierno.
Los pocos que quedamos debemos pelear y luchar en busca de un nuevo amanecer que asegure un futuro cada vez más devastador al hoy; ¿pero qué podemos hacer? El hambre y la sed hace que los seres humanos recurran a sus más bajos instintos de supervivencia, y esto es comprensible, nadie quiere morir ni mucho menos ser comida de inferí, o zombies como los muggles los denominaron, y solo nos queda buscar la forma de intentar sobrevivir de los saqueadores y de estos seres insaciables de muerte.
Pero... ¿De dónde surgieron? Tal vez yo no sea la persona correcta para contarlo ya que todo empezó desde antes de que yo naciera, sólo sé que tiene inicios en la última batalla de Hogwarts o mejor conocida como el inicio del apocalipsis.
Todo comenzó cuando aquellos con el poder de manejar las leyes y el futuro del mundo mágico decidieron delegar su responsabilidad a un adolescente solo por una estúpida profecía. Toda esa bola de inútiles no tuvieron ni la cuarta parte de la valentía que tuvo Harry Potter para enfrentar al Señor Oscuro.
Era algo obvio que fracasará al enfrentar a un ser con mayor poder y más experiencia que un simple adolescente. Mi padre dice fue un mero milagro que haya logrado sobrevivir después de aquel enfrentamiento, y que a pesar de que no era su responsabilidad, él se sentía culpable por ver al mundo mágico bajo el poder de Lord Voldemort.
Desde aquel 2 de mayo de 1998 comenzó su era de dictadura y gobierno de terror, cada día habían desapariciones y nadie podía oponerse a su poder, aquellos que osaban contradecirlo eran víctimas de los más horribles castigos que se pudiesen presenciar porque si, todas esas personas que intentaron liberar el mundo mágico fueron masacradas hasta la muerte en público y a vista de todos.
Aquello funcionó para dejar en claro quién era el nuevo ser supremo dueño de todo Londres mágico y funciono bien, pues desaparecieron los pequeños grupos de rebelión después de dos años y tan solo otro año más tarde comenzó a invadir el mundo muggle. Pronto logró dominar ambos mundos con tiranía.
Mientras tanto Harry Potter continuaba culpándose una y otra vez por no haber derrotado en su momento a Voldemort. Pasaba días enteros encerrado en cuatro paredes practicando hechizos y maldiciones para poder enfrentarlo una vez más, sin embargo...
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El último día
FanfictionUna epidemia que solo afecta a magos y brujas predice el final definitivo del mundo mágico. En un mundo post-apocalíptico magos y muggles, han perdido la esperanza en volver a caminar tranquilos por las calles sin tener que cargar un arma, por temo...