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Durante la siguiente semana nos dio por llamarnos a la 1 AM, normalmente hablábamos de lo que fuera me contabas cosas y yo a ti, fue ahí cuando notamos la especie de conexión que teníamos.

Nos burlábamos del novio de una chava llamado Fernando:

-Entonces es como un Lord Farquaad prieto- Me dijo en medio de una carcajada. -Mira, estaba buscando en internet Lord Farquaad prieto y me salieron chicas guapas-

Yo sabia que tenia una sonrisa coqueta en su rostro, no lo veía; pero lo sabia.

-Y de casualidad no encontraste un foto de Fernando?- le dije en medio de una pequeña risa.

-No, pero si de alguien muy parecido- Me envió la foto por chat en ese momento

-¿Y cuál es la diferencia?- Le pregunte divertida y el me respondió con la misma sonrisa divertida.

Después de un rato de burlas nuestro tema cambio a nuestro cabello, los dos tenemos cabello rizado y castaño. Comenzamos a hablar sobre cortes de cabello, entonces pasó...

-Amo bastante mi cabello largo y me dolería más que nada cortarlo-

-Yo también lo amo bastante, y estos rizos son únicos- me dijo con la risa que ya lo caracterizaba.

-Pensé en pintarlo pero me gusta su color-

-Oye, algo te iba a decir pero lo olvide-

-Oye, algo te iba a decir pero lo olvide-

Lo dijimos al mismo tiempo, en coro, exactamente las mismas palabras, con el mismo acento... lo que nos inmuto unos instantes, hasta que los dos terminamos riendo.

-¿No has pensado en que la conexión que tenemos va más allá?- me pregunto aún riendo.

-Créeme que lo he pensado bastante, es algo extraño, ¿No crees?- Obvio lo había pensado el no salía de mi mente.

Después de cierto rato de seguir hablando decidimos colgar. Yo ya traía la pijama puesta, pero lo que había pasado me dejo pensando, decidí acostarme. Pero en menos de dos horas me desperté desconcertada y con la respiración alterada.

A través de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora