Cuando abrí los ojos de nuevo vi a mi tía llorando mientras le gritaba entre llantos a un hombre a su lado, baje la mirada y vi mis manos amarradas a una silla no podía moverlas, tampoco mis pies, devolví la mirada hacia mi tía quien aun no notaba que había despierta. La odie y no quería ni verla intente safar mis manos de esa silla hasta que escuche una risa extraña a mis espaldas, intente mirar pero estaba completamente oscuro.
Me arme de valor -¿quién está ahí?-Mi voz apenas si se escucho y estaba temblorosa.
-Aunque te lo diga no lo sabrías-
-¿Quien eres!? - lo dije ahora con más fuerza
-Como digas princesita, me llamo Eudrian-
-No me llames asi-
-Tranquila nena-
-Menos así!!! - eso me recordó a Marco y me preocupé de nuevo, logré alcanzar el broche con mi mano y lo fuí sacando poco a poco.
-¿Entonces como te llamó? -
Ya estaba frente a mi cuando mire hacia arriba, media aproximadamente 1.80 o un poco más, tenía los brazos completamente tatuados, busque con la mirada el tatuaje de alguna flor, pero no lo encontré, supuse que estaba en su tobillo. -Me llamó Aleida- le respondí entre dientes. Tenía una mirada muy fuerte y linda a la vez, su sonrisa era extremadamente blanca y todo el realmente imponía. Se sentó en una silla frente a mi y me dedico una sonrisa extraña, me dieron escalofríos cuando vi directamente sus ojos, eran cafés y me veían raro, diferente. - ¿Qué hago aquí? -
-Bien, era eso lo que quería escuchar- lo dijo con emoción, puso sus brazos sobre sus rodilla y se inclino hacia mi - Te estoy salvando-
Eso era lo último que pensaba escuchar, hice una mueca y lo mire con los ojos entre cerrados estaba a punto de abrir la boca cuando sentí un intenso dolor en los brazos, como si un látigo me hubiera golpeado. Lleve la mano que había liberado hacia mi brazo y en cuanto lo toque abrí mis ojos completamente lo mire de reojo, se veía preocupado y aún me miraba profundamente.
-¿Te hicieron algo? - no respondí nada, se acerco a mi y vi su mano acercándose a mi brazo pero en cuando me rozó ambos nos alejamos, su piel me quebaba y al parecer la mía a él. No entendía nada de lo que estaba pasando, recordé que podía sentir el dolor de Marco y me reproche por no notarlo antes, era a él al que golpeaban.
Mi tía entró azotando la puerta miró a Eudrian con ojos de odio y se acerco rápidamente a mi. - ¿te pasa algo hija?-
-Quitame esto! - le grite mientras quitaba el otro broche de mi mano. Pensé que se negaría, pero empezó a quitar el broche de mis pies. - ¿Donde esta Marco? -
-No lo se... - Agacho la mirada y fue cuando noté que tenía sangre en su ceja. Me preocupe pero no dije nada, me puse de pie e intenté salir pero en la puerta ya se encontraba Eudrian.
-ah ah no te vas princesa-
Tome su brazo y lo jale para que saliera de mi camino, al parecer le dolió más a el que a mi.
Había un pasillo oscuro solo lo iluminaba una que otra luz roja que parpadeaba, cerré los ojos e intente concentrarme, hasta que escuche la voz de Marco muy cerca de mi, voltee de inmediato a mi derecha pero no había nadie, volví a escuchar sus gemidos de dolor, pero no lo veía, supuse que lo estaba imaginando hasta que lo escuche de nuevo. ALE también te escucho... Al parecer también nos comunicamos telepáticamente.
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A través de ti
RomanceAleida y Marco son dos adolescentes de 17 años que se conocieron a través de un chico; amigo de Marco y ex de Aleida; después de un tiempo de conocerse se gustaron y el único problema es que ella vive en CDMX y el en Querétaro. Descubren algo especi...