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Estaba a punto de contestarle a mi amiga en cuanto escuchamos mi teléfono sonar, las dos nos espantamos ante la distracción, pero decidí no tomarle importancia ya que seguía confundida por mi sueño y realmente se lo quería contar. En cuanto acabe de narrarle mi sueño sin perder ningún detalle ninguno, ella me miraba bastante asombrada.

-¿Tres balazos?- Me pregunto con curiosidad.

-Si, !TRES¡- Le respondí bastante alterada ya que aún sentía ese pequeño dolor en mi muslo -Siento el dolor ahora- Le dije haciendo una mueca de dolor y mirando mi mano que apretaba el lugar donde me habían disparado en el sueño.

-!De verdad¡- Se estaba acercando a mi muslo cuando el celular volvió a sonar. -Deberías contestar, tal vez sea algo importante- Le hice caso al instante, quite la mano de mi pierna y tome el celular.

-No lo tengo registrado, ¿Lo conoces?- En cuanto volví mi mirada hacia ella note que estaba pálida como si hubiera visto un fantasma, me concentre tanto en su rostro que olvide voltear hacia donde ella señalaba. -¿Dani?-

-Tres veces... en el muslo derecho...- Cuando termino de pronunciar esas palabras voltee hacia donde su dedo me indicaba. Abrí demasiado la boca al ver mi pierna. Tenía tres moretones eran rojos, como recién hechos. No pude decir nada estaba asombradísima. Empecé a hiperventilar cuando recordé todo el sueño, fue como volverlo a vivir, de nuevo el terror, el dolor se incremento en cuanto los roce con mis dedos. Voltee a ver a Dani, teníamos la misma cara de asombro. Y en cuanto noto mi agitación y que comenzaba a ponerme pálida comenzó a hablar.

-Ale, tranquila, es no lo sé, ¿te golpeaste durante el partido?- Me miraba en espera de respuesta pero yo seguía en un pequeño trance cuando el celular volvió a sonar y ambas nos distrajimos. -Por Dios ya contesta Ale- Asentí y conteste.

-¿Hola?-

-¿Ale? ¿Estas bien?-

-!¿Marco?¡-

-Lo siento mi celular quedo sin batería, te llamo del teléfono de mi casa-

-¿Qué pasa?-

-Yo pregunte antes-

-Mmm algo bastante extraño-

Dani se acerco a la bocina y le dijo:

-¿Por qué tanta insistencia, no ves que estamos en shock?- Voltee hacia ella con mirada fulminate aún no sabía si le diría y ella ya se había adelantado.

-¿Qué pasa Ale?- Estaba a punto de contestar cuando siguió hablando -De repente me sentí muy exaltado y con la respiración agitada, pero estaba viendo la TV así que lo primero que pensé fue en ti-

Miré a Daniela antes de contestar y ella asintió como para alentarme -Tuve un sueño muy extraño- Comencé a decirle en cuanto me interrumpió.

-¿Estaba yo?-

-Si me dejaras terminar...- Le dije un poco desesperada. Solo escuche su risa.

Le conté todo el sueño. -Y acabamos de notar que tengo tres moretones justo en donde me dispararon en el sueño... Eso es lo más extraño-

Se escucho un pequeño silencio:

-¿Ale?-

-¿Si...?-

-¿Ya notaste que pasa...?-

-Si es extraño lo de los moretones-

-Si también eso... -

-¿Qué más?-

-Sentí tu agitación...- Apenas había notado su punto, era cierto, lo sintió. Ya no sabia que decir. -¿Ale?-

-No lo había notado...- Me sentí mal por no haber puesto atención a ese detalle.

-Deberíamos tomar esto como ventaja, ¿No lo crees?- Sabia que sonreía algo me lo decía.

-Sip- le dije un poco más tranquila y con una sonrisa. Dani la imitó. Le pedí a Marco que nos llamáramos más tarde ya que Dani aún estaba en mi casa, el acepto y colgamos. Al tiempo en que Dani salía de la habitación.

Regreso unos segundos después con un chocolate en la mano -Toma, aún estas pálida- Lo tome y le sonreí como dándole las gracias. -Entonces, ¿Qué crees que sea?- me dijo indicando con su mirada los tres moretones.

-No lo sé, te diría que lo buscáramos en internet pero no espero que encontremos algo que sea creíble y nos sirva para tranquilizarme... así que... no lo sé- le dije mientras comía el chocolate que me había traído.

-En eso tienes razón- alzo los hombros en gesto de rendición -¿Lo quieres dejar así?-

-Creo que si-

-¿Y qué con lo que percibió Marco?-

-Tampoco lo sé-

Unas horas después lleve a Daniela a su casa, pase por un café antes de llegar a casa. Y en cuanto llegué le llame a Marco.

A través de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora