Friall.

55 5 1
                                    

15.— "Durmiendo juntos."
Nota: no sé que decir al respecto, lo lamento de antemano. x2
pareja: froy x niall. | número de palabras: 397.

———



Muchas veces, las personas tenían que vivir cargando con el peso de sus acciones pasadas como si fuera el de su propia sombra, arrastrando el pesar y el remordimiento en la suela de sus zapatos, día tras día en una cadena ininterrumpida de días, junto el constante temor de cometer algún otro error más para sumar a la lista. Froy lo sabía, aseguraría tener consciencia de eso incluso mejor que nadie; había pecado demasiado a lo largo de su, corta, vida.

Era fácil cargar con los problemas de todo aquello que había dejado atrás cuando ya se había acostumbrado a ello, sabía la vida que tenía, y por lo mismo, la que merecía. No le importaba estar en el fondo de la miseria y arraigarse allí.

Con el paso de las estaciones, su cuarto, al igual que su viva (supuestamente) imagen en el espejo, permanecía intacto más allá de su cama y el lado donde dormía. El otro lado, lúgubre y distante, siempre frío y perfectamente acomodado, sin un alma que haya pasado por allí en muchísimo tiempo, donde la soledad se posaba y constantememte recriminaba.

Así era antes.

Los hogares no se encuentran en las personas, no se puede trabajar activamente en construir uno dentro de otro ser. El hogar es la persona, eso cree Froy.

Allí estaba su hogar, suavemente apoyado sobre su brazo derecho, con su pecho bajando y subiendo parsimonioso mientras que su mano se enredaba en su cabello. Todo rastro de remordimiento en su caminar fue borrado con la repentina aparición de otra persona, con la aparición de su hogar.

No hubo campanas, ni un pequeño bebé-ángel con flechas persiguiéndolos. Fue imprevisto. Con una sonrisa y una mirada de recelo fue suficiente para saber que allí pertenecía, quien reprimió todos los gritos de su interior con tan solo un cariñoso beso.

Quien ocupó la otra mitad de su cama, mostrando distintos matices de lo que antes estaba oculto; su ángel de piel pálida y extensas pestañas, su eterna calma. Aquel cuya anhelada perfección se perdía a lo largo de su cuerpo.

Su hogar tenía nombre y apellido, y delineaba la perfección sin ambigüedades de por medio. Niall Horan. Con él en su vida, durmiendo a su lado noche tras noche en su nueva cadena ininterrumpida de días, Froy ya no temía.

Y los cargos del pasado se perdieron en sus besos.

Shipps feas. | SoG.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora