Me duele la cabeza, ya no puedo llorar más, todas las lágrimas que mi cuerpo pudo reproducir se agotaron y aún así me siento devastada.
Recordar las crueles palabras de Chung hee me hacen sentir miserable. Tiene razón yo jodí su vida, jodí todo. No debí volver a Corea.
-Jenn... toma este analgésico te ayudará mucho. -Clarissa entra a mi habitación con un té y unos analgésicos.
Niego escondiendo mi rostro entre mis rodillas.
Clarissa me abraza y besa mi cabeza.
-Jenna, todo lo que dijo ese cretino no es cierto, si hablamos de joder vidas, su familia jodió tu vida.
Yo niego.
-Yo le jodí su vida, no debí volver a Corea, ni siquiera tuve que confersarle lo que siento por él. No quiero saber nada de Corea, lo único que quiero es poder superar todo esto.
Limpio mi nariz nada agradable con mi sueter.
Chung hee me despertó a las tres de la mañana para gritarme cosas espantosas, ya son las doce de la tarde y yo aún no puedo calmarme, no sé si estaba ebrio pero esa no es justificación para haberme herido de esa manera, nunca me había sentido tan mal en mi vida, no sé si pueda superar todo esto.
-Jenna, ese tipo no vale la pena, eres hermosa talentosa y de buen corazón, puedes encontrar a un hombre que de verdad valga la pena. Pero ahora sólo enfócate en tí y en sanar. Nena me duele verte así. -Clarissa de nuevo me abraza.
Tiene toda la razón, yo soy una persona que vale mucho y si Chung hee quiere que lo olvide lo haré.
Tenía una esperanza que todo fuera producto del alcohol y la desesperación pero Gun Soo está enojada y quiere que no lo vuelva a buscar, tal vez Chung hee se cansó de todo, se rindió.
Cinco meses después...
Hoy es agosto, es mi cumpleaños, no me emociona he cumplido veintinueve años, me siento muy vieja. Dicen que si en tu cumpleaños trabajas es de buena suerte, pues tendré mucha suerte de ahora en adelante. Estoy en París haciendo unas escenas de una película romántica, para mí ha sido tan difícil hacer escenas donde el hombre me jura amor, termino llorando como una loca.
La verdad es que las personas que me rodean me han tenido mucha paciencia, no me siento nada bien en realidad y las personas se dan cuenta, hasta en los medios ahora se preocupan por mi salud porque he bajado mucho de peso.
Estoy yendo a terapia para superar la ruptura con Chung hee, lo unico que logra mi terapeuta es sacarme de la cama e intentar seguir mi vida normal, si se puede llamar así.
-Jenna, pide un deseo. -Clarissa me obsequia un pequeño cupcake con una vela.
Soplo la vela sin pensar en ningún deseo y sigo leyendo mi libreto.
-Jenn, salgamos hoy, necesitas festejar tu cumpleaños ¡Por Dios! Tienes veintinueve.
-Mi edad no me enorgullece en lo absoluto, me vuelvo vieja. -Digo mordiendo mi cupcake.
-Bueno ya no estarás en tu etapa de veinteañera. Entrarás a una nueva etapa. Disfruta tu último año.
La directora de la película entra a mi camerino con una sonrisa.
-Cumpleañera, es hora de tu escena.
Asiento y me miro por última vez en el espejo. De verdad me alegro que exista el maquillaje en estos momentos.
Termino la escena en un mercado cultural de París y es hora de marcharnos al hotel, me alegra tanto, quiero dormir y ver programas de cocina.
Al llegar al hotel noto a Clarissa nerviosa. No sé que pase sé que si le pregunto no me contestará.
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Mi Caótico Coreano
Teen FictionJenna Peterson es una gran actriz en Hollywood muy conocida. Pero ser conocida significa estar en la mira de las personas. Esto la tiene muy estresada así que decide volver al Corea del Sur donde pasó parte de su adolescencia, un "Descanso" de los r...