Nueva vida. (con Asa Butterfield)

Tiempo...

Jamás entenderé lo que pasó entre nosotros, siempre lo vi como algo mágico. Cada una de las miradas que siempre me había dedicado era como un regalo celestial. No podía creer que él se había fijado en mí, y después no podía creer que me amara, terminé no pudiendo creer que se alejara y me dejara con todos estos sentimientos hacia él. Con la impotencia de verlo todos los días y no poder dirigirle la palabra.

Hubo una temporada en la que todos los días lo veía llegar con una chica diferente a casa, después empecé a verlo con solo una, pensé que había encontrado a la indicada entonces, mientras yo, seguía enganchada. Mi psicólogo decía que debía mudarme, que estar ahí solo me hacía más daño, pero decidí no hacerlo porque en el fondo quería seguir viéndolo y tenía la esperanza de que regresara.

Era una chica morena de cabello largo, cuerpo estilizado y vestía siempre muy bien, se veía arreglada todo el tiempo, mientras yo me la pasaba con el cabello suelto sin arreglar tanto, sin maquillaje, mis lentes y ropa casual. En veces pensaba que parecía un fantasma, pero no por lo pálida, sino, por la pena que cargaba, nadie lo notaba, pero yo sí. Me veía a mí misma con un aura negra, como en las caricaturas.

Asa crecía y se convertía en un hombre guapísimo, su mirada azul no cambiaba, excepto que ahora se veía más serio.

Decidí entonces que era tiempo de mudarme.