Año nuevo.

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Narra ___

Navidad estaba cerca, hacía ya tres meses que no veía a Asa. Lo había pasado fatal. Lo extrañaba, su risa, sus comentarios, su voz, su piel, sus pecas, sus labios, su cabello, sus manos, su respiración, sus bromas, sus besos, sus ojos. Extrañaba todo de él.

¿Qué si lo había visto?, sí. De lejos, sentada, desde mi ventana, cuando salía y él lo hacía al mismo tiempo de su casa, hacía como que olvidaba algo y se devolvía, o solo se subía a su coche sin saludar y se iba.

Yo la pasaba la mayor parte del tiempo encerrada, en veces iba a la oficina y trabajaba ahí. Cuando llegaba a casa comía, le daba comida a mi perro y lo sacaba a pasear todas las tardes, pero detestaba cuando coincidía con Asa en salir, y Venus corría hacia él.

Él jamás se negó en saludarla, yo guardaba mi distancia y solo esperaba a que Venus terminara y volviera hacia mí para irnos a caminar.

En víspera de navidad, no puse un árbol, pues me parecía un desperdicio. Algunos de mis compañeros de oficina me invitaron a salir o a comer, pero les rechacé. Me quedé sola en casa como si fuera otro día cualquiera. Empecé con mi nueva investigación y tenía post its pegados por todos lados con los temas que quería tratar, intentando crear un orden en el que los haría.

En navidad, llamé a papá, lo saludé, hablamos un rato y le dije que lo visitaría para la cena de fin de año. Lo pensé en ese mismo rato.

Busqué guarderías para perritos e hice una cita para llevar a Venus. Por suerte pudieron hacerme un campo, pues uno de los perritos no asistiría al fin, y pudieron meter a mi venus. Reservé vuelos y empecé a preparar mis maletas.

En dos días mí maletas ya estaban listas, y yo yendo hacia el aeropuerto, pues mi avión salía en la mañana.

Llegué a México, mi padre estaba emocionado, éramos solos él y yo. Pasamos una tranquila velada de fin de año y año nuevo.

Estuve dos semanas en México. La pasé increíble con mi padre, y la familia que iba a visitarnos. Visité algunos amigos y después de tanto, regresé a Inglaterra, a volver con mi vida cotidiana.

Moría por ver a Venus, por empezar mi nuevo proyecto y muchas cosas más.

Cuando llegué a casa, lo vi asomándose por la ventana de su habitación, me miraba fijamente. Desvié la vista y entré a mi casa. Podía escuchar mi corazón sonando como si lo golpearan, lo había visto después de mucho tiempo y no lo había superado aun. Era un nuevo año y todo mi ser aun le pertenecía a Asa.

Nueva vida. (con Asa Butterfield)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora