Pinceladas de violeta - Clannad Fanfic (KYOU Y TOMOYA)

Prólogo: Después del partido

Este fanfic está basado en el anime Clannad. Empieza justo después del partido de básquet de la primera temporada que realizan Tomoya, Kyou y Sunohara contra el equipo de básquet para ayudar al grupo de teatro (Capitulo 16). Es recomendable haber visto el anime al menos hasta ahí para saber de que palo va cada personaje n.n espero que os guste!

KYOU'S POV

El partido al fin ha terminado. Hemos ganado gracias al lanzamiento de último momento de Tomoya, cosa que nadie se esperaba. Durante el partido, él no dejaba de mirarme constantemente. No sé si era para pasarme el balón o qué, pero me sentía demasiado observada. De todas formas yo también lo estaba mirando. Pero no puedo permitirme creer nada, porque eso sería traicionar a Ryou, mi hermana pequeña. Ella desde primero ha estado enamorada de Tomoya y no voy a estropear eso.

Sunohara se acerca para chocarme la mano y eso hago, mientras guiño un ojo y sonrío, mostrando el pulgar con la otra mano.

- ¡Buen partido Kyou! Tengo que reconocer que no esperaba que fueras tan buena en el básquet- dice él, pasándose un dedo bajo la nariz, autosuficiente. Sus ojos azules brillan, pícaros.

- ¿Quieres que te ate con una cuerda a mi moto y que te arrastre por toda la ciudad hasta el día siguiente?- le digo sonriendo mientras echo hacia atrás un largo mechón violeta de mi pelo.

- ¡¡¡Kyaaah!!! ¡¡No, no hace falta!!- grita huyendo rápidamente de mí con los ojos abiertos como platos.

-Bien. ¡Eh, Tomoya!- digo, acercándome a él. Está hablando con Ryou, Nagisa y Kotomi. También hay una niña más pequeña, de cabello azul recogido en dos coletitas y de ojos ámbar- ¡Buen lanzamiento al final!

Sonrío mostrando mi dedo pulgar. Él hace lo mismo.

-Tú también has jugado bien- dice mirándome de arriba abajo con una mirada de aprecio.

Entonces entra el gerente del club y al ver que estamos ahí ilegalmente empieza a gritar.

-¡¿Qué hacéis todos aquí?!-entonces todos empezamos a correr a fuera del gimnasio por nuestra vida mientras reímos a carcajadas.

Una vez fuera, todos nos sentamos en un banco cercano de la puerta del instituto. Ya ha llegado la tarde.

- ¡Habéis estado increíbles, Kyou-chan, Sunohara-san, Tomoya-kun!-exclama Kotomi, tan formal como siempre. Los ojos le brillan. Tengo un mal presentimiento- ¿Queréis que toque una pieza nueva que he aprendido en el violín para celebrar la victoria?

- ¡¡NO HACE FALTA!!- gritamos todos a la vez alejando a Kotomi de su violín de la muerte. Kotomi toca horriblemente mal el violín, pero no podemos decírselo a la ligera, porque ella cree que lo toca bien.

- Bueno chicos yo me voy a casa. Sayonara!- dice Nagisa sonriendo y se voltea para irse. Nos despedimos de ella.

Kotomi también se marcha y Sunohara también se va, con la niña de las coletitas azules. Aún no sé quién es. Quedamos Ryou, Tomoya y yo.

-Oye, Ryou- le digo a mi hermana pequeña- Puedes ir tirando para casa, yo tengo que cambiarme, pero llegaré en seguida. ¡Hasta entonces!- digo mientras salgo corriendo hacia el instituto. Otra vez inventándome excusas para dejarlos a solas. ¿Cuántas veces van ya? ¿Veinticinco? Y aún así mi hermana no toma la iniciativa. No sé si podré seguir haciendo esto.

Estoy sentada, escondida tras una pared esperando a ver si pasa algo. Me asomo para ver si mi hermana toma la iniciativa y...

TOMOYA'S POV

-¿Kyou?-su cara aparece delante de la mía cuando se asoma por la pared. No se ha cambiado- ¿Qué haces?

- ¿Eh?- sus ojos están cerrados en una línea negra gorda de incomprensión- ¿Y Ryou?

-Se fue.

-Se fue-repite con la misma expresión.

-Sip.

-Ah. ¡¿Cómo que se fue?! ¿Por qué dejaste que se fuera?-parece que ha reaccionado ahora. A todo esto, nustras caras están a escasos centímetros de distancia

-Porque me ha dicho que se iba a casa. Es todo.

-Es todo.

-Sip.

- ¡NO! ¡Esto no es bueno!- dice levantándose del suelo a la velocidad del rayo. Yo retrocedo un paso sonriendo falsamente sin entender nada- No, no es bueno. ¡Es tu culpa!

- ¿QUÉ? ¿Y ahora por qué es mi culpa?

- Dejaste que se fuera- sus ojos brillan asesinos.

-¡Tampoco iba a secuestrarla!- grito exasperado. ¡Esto es estúpido! Pero... mi corazón late con fuerza. Kyou... ¿qué está pasando?- ¡En primer lugar, tú no te has cambiado!

-¿Qué? No me digas que venías a espiar para ver cómo me cambiaba- se sonroja violentamente y retrocede un paso. Un mechón violeta de su larga coleta se pone delante de su cara. Está muy atractiva con la ropa de gimnasia (una camiseta de manga corta fruncida blanca, un culot rojo y calcetines muy altos blancos) así que no puedo evitar sonrojarme.

-¡NO! ¿Cómo iba a hacer eso?

-Claro que, es normal que quieras ver cómo me cambio. Al fin y al cabo eres un chico adolescente...- se sonroja aún más mientras piensa, con una mano bajo su barbilla. No puedo dejar de mirarla.

- ¡No, no, no, no! ¡Te equivocas!

-Entonces ¡¿por qué has venido a buscarme?!- grita mientras me coge del cuello de la camisa y me mira fijamente con cara de pocos amigos.

- ¡Pues para acompañarte a casa, claro! Además, no quería dejarte sola en el instituto tan tarde... quiero decir, que te estoy esperando, bueno no es... esto...-bajo la mirada. Ella me suelta y retrocede. No sé exactamente por qué he venido, la verdad. A buscarla, ¿no?

- Tomoya- dice seriamente. Alzo la cabeza hacia ella. Su rostro está ahora ocultado por el flequillo- si querías acompañar a alguien, tendrías que haber acompañado a Ryou.

- Pero ella no me lo había pedido.

-Yo tampoco- entonces se gira y se aleja. La brisa del atardecer hace ondear su cabello violeta al viento. Tan suave... tan dulce... tan atractiva... tan divertida...tan... tan Kyou.