KYOU'S POV
La sala se sume en un coro de vítores y aplausos. Gran parte del público se levanta para hacer más evidente su encanto por la obra. En el escenario nos encontramos nosotros, los protagonistas, el humilde club de teatro que minuciosamente había preparado este maravilloso momento durante meses y meses. Nos damos las manos y, en fila, inclinamos el cuerpo para saludar al público. El estruendo de aplausos se intensifica momentáneamente y, tras unos instantes, el telón baja. Siento cómo el corazón anhela salirse de mi pecho, y un sudor frío me cubre la frente: lo hemos conseguido.
Nos felicitamos entre nosotros y tratamos de despistar a Kotomi para que no vaya a buscar su violín de nuevo. A continuación, vamos a los vestuarios y junto con nuestros disfraces, abandonamos definitivamente nuestros papeles en la obra. Mientras me pongo el uniforme, tengo la mente absolutamente en blanco y aún me encuentro abrumada por los vítores del público. Justo entonces, mi hermana se acerca para hablar conmigo.
-Oye, ¿de verdad crees que lo he hecho bien?- pregunta insegura- Es que sabes, en el momento que me tocaba hablar, estaba muy nerviosa y sentía que tenía un nudo en la garganta...
-No digas tonterías- me calzo mis zapatos y doy unos golpecitos con la punta en el suelo-. Si ha habido alguien en la obra que ha interpretado perfectamente su personaje, esa eres tú y nadie más. Te has adaptado muy fácilmente y no parecía que dijeras las líneas porque lo indicaba en tu papel, sino más bien porque tú las sentías. ¿Entiendes?
Me echo al hombro la bolsa con el disfraz y salgo del vestuario. Ryou asiente y me sigue con torpeza. Subimos las escaleras y nos dirigimos al aula del club de teatro. Abro la puerta corredera y dentro no hay nadie, sólo un par de bolsas en el suelo. Parecían ser de Nagisa y Kotomi. Dejo mi bolsa al lado y Ryou deja la suya también. Con los últimos rayos de sol de la tarde, el festival está a punto de terminar. Suspiro nostálgica. Ya casi había pasado un año desde que empezó todo. Qué rápido pasa el tiempo. No hacía mucho, yo andaba por los suelos deprimida y llorando por mi complicado amor por Tomoya y mírame ahora... Estamos juntos, nos amamos. Ni en sueños esperaba que todo acabase así, es como un milagro. Sí, esa es la palabra. Un milagro.
Mi hermana se acerca y me abraza.
-Un maravilloso milagro, ¿cierto?- adivinó mis pensamientos.
-Sí- la estrecho entre mis brazos y es entonces cuando me doy cuenta de que echaba de menos sus cálidos abrazos. Me ha hecho recordar a cuando éramos niñas y una sonrisa nostálgica se apodera de mis labios.
TOMOYA'S POV
El sol ya ha caído, y la madera crepita a causa de las vivas llamas de la gran hoguera. Sombras de parejas que bailan lentamente alrededor del fuego. Se trata de la última parte del festival, el baile alrededor de la hoguera. Espero sentado en una esquina, esperando a Kyou y envidiando todas aquellas parejas que ya bailan perdidas en ellas mismas, en las luces y sombras del fuego y los ojos de cada uno. Sunohara lleva un buen rato intentando sacar alguna chica a bailar con él, aún sin éxito.
Finalmente veo aparecer a lo lejos una inconfundible melena violeta. Por muy oscuro que estuviera, siempre sería capaz de reconocerla. Me levanto de un salto y observo cómo camina en mi dirección. Me quedo absorto en ella, como si se tratara de la primera vez que la veía. Cuando llega a donde estaba yo, la abrazo tan fuerte como puedo. Ella parece sorprenderse, pero luego me rodea con sus brazos también. Al cabo de unos minutos nos separamos.
-¿Bailamos?- me pregunta con un aire misterioso en sus ojos que me atrae demasiado.
- Por supuesto- respondo con una sonrisa.
Nos acercamos a la hoguera y nos damos las manos, entrelazando los dedos, y empezamos a bailar aquella danza tradicional. No aparto ni un segundo la vista de sus ojos y ella tampoco lo hace. Mi inclino para hablarle al oído.
-No quiero perderte - sin pretenderlo mi voz suena aterciopelada, cosa que hace que ella dé un respingo.
-No lo harás- me responde en el mismo tono, rozando mi oreja con sus labios. Siento un escalofrío recorrerme todo el cuerpo. Sin poder reprimirlo, me alejo un poco y la beso dulcemente.
Nada podía hacerme más feliz en aquel momento. Siempre me había preguntado qué podía hacer para mejorar mi vida, para ser más feliz. Ahora lo sabía. Sólo faltaban un par de pinceladas. Pinceladas de violeta.
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Pinceladas de violeta - Clannad Fanfic (KYOU Y TOMOYA)
Fiksi Penggemar*ESTE FANFIC EMPIEZA DESPUÉS DEL CAPÍTULO 16 DE LA SERIE* El club de teatro ha conseguido salir adelante con su obra y todo parece ir bien. Hasta que Tomoya se siente confundido al darse cuenta de sus sentimientos por Kyou, la cual hace todo lo posi...