Pinceladas de violeta - Clannad Fanfic (KYOU Y TOMOYA)

Capítulo 8

KYOU'S POV

La presión que antes sentía en mis brazos y en mis piernas ha desaparecido. Soy libre, ya nadie me sujeta. Cuando vuelvo la mirada hacia delante, la luz que entra por la puerta me ciega, y veo la silueta de una persona delante de ésta. Miro al suelo y veo al tipo retorciéndose de dolor. ¿Qué acaba de pasar? Parece que acaba de quedarse inconsciente. Miro a la sielueta. ¿Qué es esto, una lucha entre acosadores? Pero cuando lo miro mejor, veo que es Okazaki Tomoya que me ha salvado.

Acaba de tirar la puerta abajo y está apretando los dientes y los puños con fuerza, con el pecho subiendo y bajando bruscamente sin dejar de mirar al acosador que seguramente él mismo ha dejado K.O. Luego reacciona y le da una patada acompañada por un grito de rabia mientras le suelta un insulto. Parece estar realmente cabreado. Luego fija sus ojos aguamarina en los míos y me deja sin aliento. Estoy tan impactada por la escena, que me apoyo contra la pared mirando el techo y me dejo caer hacia el suelo lentamente, quedando sentada contra ésta. Tomoya se acerca a mí corriendo, se agacha ante mí y me coge por los hombros. Le miro y su cara es de máxima preocupación. Yo más bien estoy agotada de tantas sensaciones angustiosas.

        -Kyou, ¿estás bien?- acaricia mi mejilla y, si no fuera porque mi cuerpo no da para más emociones, me estremecería de placer- ¿Te ha hecho algo ese imbécil?

           - Nada que no haya hecho el imbécil que hay ante mí- es mi única respuesta.

          - ¡No me digas que te ha...!- entonces mira mis labios alarmado. Se da cuenta a los diez segundos de que le estoy mirando y aparta la mirada.

            - No, eso por suerte se lo ha ahorrado- niego mientras me estremezco del asco al recordar al tipo encima de mí.

Tomoya respira aliviado. ¿A qué viene eso? Entonces se me queda mirando tanto rato, que se me hace incómodo. Decido le vantarme (sigo ante él, a todo esto) , pero él sigue arrodillado. Entonces levanta la cabeza lentamente y, antes de que pueda verme, le arreo una patada que lo tumba hacia atrás.

        - ¡Esa por pervertido!- es obvio, ¿no? ¡Ha intentado ver mi ropa interior!

        -L...lo siento, no era mi intención, es que no he tenido en cuenta la... falda- dice tumbado en el suelo. Se incorpora con un brazo y se levanta. Luego se sacude la ropa del polvo.

      -No he terminado. Aún tengo cosas pendientes contigo-digo acercándome a él y lo agarro por el cuello de la camisa. Le miro fijamente.

        - No sé qué planeas pero ten en cuenta que acabo de salvarte- sonríe forzadamente mientras sus cejas se arquean como la parte inferior de un medio círculo.

        -Eso no va a funcionarte- frunzo el ceño, mientras lo suelto y me separo un paso para alzar la pierna y arrearle otra patada.

Él sale despedido por los aires, (al fin vuelve mi fuerza) entonces lo persigo corriendo y justo antes de que caiga al suelo, doy un salto y le doy otra patada, esta vez voladora. Él sale volando otra vez por los aires por lo menos veinte metros de distancia más allá. Aterriza en el suelo de boca y se come toda la arena del campo de fútbol. Me planto a su lado en seguida.

        -¡Oye, ¿qué pasa?!- se queja mientras tose.

        -¿Crees que puedes burlarte de mí?- le digo bastante cabreada.

        -Yo no he...

        - Que te burles de mí es malo- hago crujir mis nudillos- ¡Pero que te burles de mi hermana es peor! ¡No pienso consentirlo!