Pinceladas de violeta - Clannad Fanfic (KYOU Y TOMOYA)

Capítulo 4

TOMOYA'S POV

Me despierto con los rayos del sol entrando por mi ventana. Qué sueño... me giro para mirar el despertador de mi mesita de noche. Son... ah, no lo veo bien. Parpadeo varias veces. Pone... 9:10. Mi mente recuerda vagamente que tenía algo importante que hacer hoy. Hago memoria... apartamento de Sunohara, Mei y Nagisa... hablamos de... Ay, la leche. Vuelvo a mirar el despertador. 9:15. Del susto que me doy al recordar lo que tenía que hacer hoy y lo tarde que me he levantado, doy un bote y me estrello contra el techo. ¿Por qué tengo que vivir en un anime para que me pasen todas estas cosas imposibles?

Salgo de la cama corriendo y me visto rápidamente: bañador blanco con dibujos de hibiscos azules y una camisa playera. Me ordeno el pelo con la mano y voy corriendo a la cocina. Abro uno de los armarios y me meto diez galletas en la boca. Vuelvo a mi habitación. Cojo una mochila, la abro y meto dentro mi toalla, crema de sol, unas gafas de bucear, ropa de recambio y mi MP3 para escuchar música en caso de que me aburra. Cierro la mochila y me la cargo en la espalda. Busco mis gafas de sol y me las pongo. ¿Qué más? Ah, sí. Decido coger una sombrilla que guardaba en el fondo de mi armario y me pongo las chanclas de playa. ¡Listo! Salgo pitando de casa directito hacia la parada del bus. Miro mi reloj de muñeca: 9:54.  ¡Mierda! Vivo demasiado lejos, no llegaré a la hora. Empiezo a correr.

KYOU'S POV

Estamos corriendo mi hermana y yo por la avenida comercial. Al fin conseguimos un bikini perfecto, pero como yo me había dormido habíamos ido todo el rato con un petardo en el culo. Son las 9:55 y aún nos queda toda la avenida comercial por recorrer. Qué desastre. Cuando por fin empiezo a vislumbrar la parada, están todos. Ugh. No, espera. No todos. Conforme nos vamos acercando corriendo todavía, veo a alguien más que corre por la calle de en frente hacia la parada. Llegamos a la vez que él y nos detenemos delante de nuestros amigos, apoyándonos en las rodillas para recuperar el aliento.

        - Gommen!- nos disculpamos a la vez Ryou, Tomoya y yo, juntando las manos delante de nuestras respectivas caras.

Miro a Tomoya. Él me mira. Hincha una mejilla reteniendo la risa. Hago lo mismo. Después de unos segundos nos empezamos a reír a la vez.

        - ¡Te has dormido!- decimos a la vez, señalándonos mutuamente. Nos empezamos a reír otra vez.

Los demás también estallan en risas. Llega el autobús y subimos todos. Pasamos tarjeta y nos vamos al final. Nagisa, Kotomi, Ryou y yo nos sentamos en los cuatro asientos del final del autobús, que, por suerte están vacíos. En los asientos pares de delante, Fuko se sienta con una niña de ojos ambarinos y dos coletitas que recogían su cabello azulado... podía ser... ¿la hermana de Sunohara? El caso es que parecen llevarse bastante bien. Yukine y Tomoyo se sientan juntas en los asientos pares que hay delante de los de Fuko y Mei. Es una combinación extraña pero se llevan muy bien. Sunohara y Tomoya se sientan juntos en los asientos pares que mi hermana y yo tenemos delante. Ríen y parecen tener una conversación divertida... hasta que trato de escucharla.

        - ¡Sí, sí! ¿Y te has fijado en Fujibayashi?- empieza Sunohara.

        -¿Cuál de ellas?- pregunta Tomoya.

        - ¡En Fujibayashi Kyou, obviamente! Con esos shorts tan cortos y esa camiseta de tirantes tan ajustada...- delira Sunohara.

Me envuelve un aura siniestra y mis ojos se vuelven dos puntos rojos brillantes.

        -Bueno...- creo ver rubor en las mejillas de Tomoya. Voy a esperar un rato antes de zurrar al pervertido de Sunohara. Quiero saber la respuesta de Tomoya- es cierto que es difícil apartar la vista.