Pinceladas de violeta - Clannad Fanfic (KYOU Y TOMOYA)

Capítulo 15

TOMOYA'S POV

Salgo del agua y me seco el pelo con la toalla. Luego me la envuelvo alrededor de la cintura y entro en la casa. De camino a mi habitación, veo a Ryou y a Nagisa salir de la habitación de las chicas llevando a una Kyou inconsciente y mal vestida (la camiseta del revés) a rastras por el pasillo. No me lo pienso dos veces y me acerco a ellas corriendo. 

-¿Qué ha pasado? -pregunto nervioso.

-Kyou-chan estaba intentando rescatar la pelota de Mei-chan, que estaba en un árbol, y se ha caído. Se ha dado un buen golpe en la cabeza-me explica Nagisa, ya que Ryou aparta la mirada sonrojada.

-Yo me encargo. Vosotras id a bañaros.

-¿Pero y tú?-pregunta Ryou- Seguro que también quieres bañarte.

-No os preocupéis por mí. Ya salía del agua de todas formas.

Al final acaban asintiendo y cojo a Kyou en brazos. Me despido de ellas y me voy directo a mi habitación. Abro la puerta con el pie (casi me caigo) y dejo cuidadosamente a Kyou en mi futón. Salgo de la habitación para buscar un paño húmedo mientras la imagen de su cara inconsciente atormenta mi mente.

KYOU'S POV

Abro los ojos y parpadeo repetidamente. La cabeza me duele a horrores y siento como si me la estuvieran golpeando con un martillo. ¿Dónde estoy? Miro alrededor intentando ignorar el dolor de mi cuello y me localizo: estoy en una de las habitaciones. Pero sólo hay dos futones, así que no es la de las chicas.

Me incorporo para quedar sentada y me pongo una mano en la frente. Me arde, y estoy sudando. Pero tengo frío. Alguien me ha vestido y me ha puesto un pijama, pero aún así estoy temblando.

Entonces la puerta de la habitación se abre y veo a Tomoya entrar con un barreño no muy grande de agua. Lleva la toalla envuelta en la cintura y el torso al descubierto. Me ruborizo e inconscientemente me tapo con la manta.

—¡¿Q-qué haces aquí?!- pregunto.

Él deja el barreño en el suelo y cierra la puerta.

-Qué bien que ya estés despierta. ¿Qué tal estás? ¿Te duele mucho la cabeza?- se arrodilla ante mí y yo me fundo por dentro. Tartamudeo varias veces y él me pone la mano en la frente- Vaya, sigues teniendo la fiebre muy alta. ¿Te duele mucho la cabeza?

Aparto su mano de un manotazo y miro para otro lado.

-Te estás repitiendo tú solo- farfullo- Y tampoco me duele tanto.

-Menos mal- sonríe un poco y escurre un paño húmedo en el barreño.

Cuando me lo acerca a la cara me aparto.

-¿Qué haces?-pregunto, haciendo un puchero.

-Ponerte un paño húmedo y frío en la frente para que te sientas mejor.

-No lo necesito, estoy bien- hago ademán de levantarme.

-Kyou, tienes que descansar. Estás con treinta y nueve de fiebre, te has caído de un árbol y te has quedado inconsciente. ¿Cómo vas a estar bien con cinco minutos de descanso?