Corazón de Piedra: Amor prohibido. [EDITANDO].

Padre contra hija.

Narra Narradora.

El ambiente comenzó a ponerse cada vez más tenso, Darkeen seguía preguntando lo mismo; DONDE ESTÁ ELIZABETH!?, su mirada fue dirigida hacia su hija menor quién permaneció en silencio desde su llegada, se levantó de su trono y pidió que se retiren su hija mayor y el servidor entonces volvió a repetir la misma pregunta.

L. Darkeen: Dónde está Elizabeth?.-su tono denotava la poca paciencia que conservaba, su hija menor inclinó el rostro y tragó saliva tardando en contestar.

DJ: Ya no está a-aquí.

Narra Luci.

Mi padre ordenó el retiro de los presentes al igual que el mío, rápidamente fui a mi habitación y abrí un pequeño portal invisible dentro del trono dejándome ver a mi padre repitiendo la misma pregunta, mi hermana se toma su tiempo.

DJ: Ya no está.

L. Darkeen: Qué pasó ante mi ausencia.

DJ: *cometiste un grave error al escaparte con ese humano, hermana*.-inhala profundo.-Dejó su cargo y se exilió, ahora está con un humano, Mikage que también es un monje y proviene de la superficie junto con su pulgoso perro mágico.

Luci: *No puede ser*.

L. Darkeen: ¡¿CÓMO SE ATREVE?!.-dice levantándose bruscamente.

Luci: *Tengo que avisarle a los chicos y a mi hermana*.-cerré el mini-portal y abrí otro.

~En la superficie~

-Mamoru mantente alerta, aparecerá en cuanto menos lo esperemos.-dije con mi katana en mano, de pronto aparece un portal y Mamoru se lanza encima de el.

-Espera, hermana?!.

Luci: Podría quitarme a Mamoru-kun de encima?.

-Déjala Mamoru.-dije acariciando su cabeza y este deja a mi hermana.-que haces aquí?.-dije extendiendole una mano para ayudarla a levantarse, la cual acepta y se pone de pie.

Luci: Nuestra hermana DJ te delató frente a nuestro padre y ahora vendrá por ti.-decía en un tono preocupante.

Quedé atónita, no puedo creer que mi propia hermana me haya delatado.

-C-como dices que dijiste?!

Luci: Se lo dijo todo, incluso lo de Mikage y tu perrito mágico.

Bajé la mirada y mi flequillo cubrió mis ojos, estaba totalmente decepcionada.

-Esto nunca se lo perdonare.-dije rodeada de un aura morada.-gracias por decírmelo ahora debes irte antes de que él aparezca y te vea.

Luci: De acuerdo, por favor ten mucho cuidado.-la abracé y entré al portal.

-Grrrr Aaaaah!!.-golpee una roca destruyendola.

~En el inframundo~

Narra Narradora.

Lord Darkeen, decepcionado y furioso abrió un portal de color carmesí, entró en el llevándolo a su destino al atravesarlo vió a su hija y dicha criatura mágica el cuál se puso a la defensiva.

L. Darkeen: Por qué.-dice con una voz ronca y molesta.

-Por que sólo soy una de tus marionetas, nunca me escuchaste, creí que algo en ti cambiaría...pero me equivoqué cuando mencionaste el compromiso, ahora que soy libre puedo hacer lo que quiera y estar con quién quiera, si ya no me aceptas como hija no me interesa por que al fin y al cabo nunca me sentí como una.-acaricie a Mamoru y levanté la vista.

L. Darkeen: Los humanos y los demonios no nacieron para estar juntos, y lo sabes.

-Pues entonces me arriesgare, lucharé hasta el cansancio con tal de que estemos juntos y seamos felices.

L. Darkeen: A su lado nunca serás feliz.

-Y mamá fue feliz a tu lado?.

Lo miré a los ojos y estos quedaron observando aún lado, perdidos, apretó los puños tensando la mandíbula y me devolvió la mirada, una fría y llena de odio.

-Te molesta porque tengo razón, no es así?.-arquee una ceja.-no es así?.-insistí con la pregunta hasta que él se dignó a responder.

L. Darkeen: Hubo...un tiempo en que ella me amo de verdad, pero había notado mucho su ausencia en el Reino y un día decidí seguirla hasta la superficie en donde la encontré con una desagradable escena, ¡Tu madre estaba con un monje, abrazandose y tratándose con cariño!.-dijo, pero lo más sorprendente fue que una lágrima resbaló por su rostro.

-Mientes!.-dije lanzando mi katana cerca de su rostro.-ella nunca haría eso, el hecho de que haya pasado poco tiempo con nosotras no significa que no la conozca!.

L. Darkeen: Si tu la "conociste" mejor que yo, entonces dime la razón del porqué se veía con ese miserable monje!.

-Quería protegernos...

L. Darkeen: De quién!.

-De tí!!.

~Flash Back~

Xx: Despierta, despierta mi pequeña demoniza.

Decía una cálida y dulce voz, abrí poco a poco mis ojitos y ahí estaba...

-Mami, que pasa.-decía mientras me frotaba los ojos.

Janes: Mi dulce Elizabeth, es hora de levantarse que vamos a salir.

-A dónde?.

Janes: A la superficie.-dice susurrando con una sonrisa.

-En serio?!.

Katrina: Sí, pero tú padre no debe saberlo de acuerdo?.

-De acuerdo.

~Tocan la puerta~

Janes: Adelante.

La puerta fue abierta sigilosamente dejando entrar a su fiel sirviente acompañado de sus dos hijas quienes tomaban de la mano al servidor.

Servidor: Aquí están sus hijas, mi reina.-las niñas fueron junto a su madre abrazandola y luego fueron junto a su hermana Elizabeth.

Janes: Gracias Esteban.

Esteban: Sí mi reina, nos vamos?.

Janes: Si.

La madre de las pequeñas demonizas levanta una mano apareciendo así una guadaña y con ella abre un portal, la reina toma de la mano a Luci y DJ mientras que Esteban extiende su mano a la pequeña Elizabeth que parecía tener miedo.

Esteban: No tengas miedo, mi pequeña Lady.-dice poniendoce a su altura y con una sonrisa.-nos vamos?.

Tomé su mano y atravesamos el portal, tenía curiosidad sobre...la superficie, me pregunto que será, será un demonio con quién jugaremos?.

El portal se abrió dejando ver a la reina junto con sus hijas y su servidor.

Janes: Llegamos.

Las pequeñas: Wooow.

Janes: Vamos mis pequeñas demonizas que quiero presentarles a un amigo.

Las tres: Si Mami.

DJ: ¿Mami qué es esto?.-dice apuntando al suelo.

Janes: Es pasto.

Luci: Y eso?.-apunta a una arboleda.

Janes: Son árboles.

-Qué son esas cosas que se mueven?.-murmure escondida detrás del sirviente de mi mamá.

Janes: Son seres vivos que viven aquí en la superficie.

Esteban: No tienes porque temer mi pequeña Lady.-posa una mano en mi hombro derecho, sólo me aferre más a su pantalón y asenti.

DJ: Mami y qué es eso?.-dice señalando a una silueta masculina que venía en su dirección, las niñas se asustaron y se escondieron detrás de su madre.