Corazón de Piedra: Amor prohibido. [EDITANDO].

La guerra y la traición..

Narra Narradora.

Su nombre es Elizabeth Darkeen,
(les pondré una imagen parecida por que me da flojera describirla, sólo que ella tiene el cabello negro y no rojo).

Hija del demonio más poderoso del inframundo, Lord Darkeen y eso la convierte en una de las demonizas mas poderosas...hace mucho tiempo que no sabe de sus hermanas, así es, tiene dos hermanas una es su gemela y la otra es su hermana menor. Desde que escapó del castillo desafiando a su padre quiso conocer la superficie y a lo que los humanos llamaban "libertad", pero sus hermanas se quedaron ellas temían a las concecuencias de su padre, cuando Lady Janes murió en un enfrentamiento contra humanos y dioses, su amado juró venganza y se encargó de sus hijas.
Una vez que ellas hayan dominado por completo sus poderes, concentrarian todo ese poder en sí y liberarian a Valko y Lucifer sus semi dioses de la destrucción que traían consigo la muerte y se enfrentarian a los humanos y dioses.
Su padre fue al territorio humano donde los demonios tenían prohibido acercarse y les declaró la guerra fue entonces que apareció un jóven de cabellera rubia por debajo del cuello, ojos cafés y utilizaba anteojos redondos, tez blanca, vestía de monje y traía consigo un bastón.

Su rostro expresaba calma y tranquilidad y a pasos lentos dijo:

Xx: Mi nombre es Mikage, porque no paramos esta guerra y mejor realizamos un pacto de paz?.- dijo extendiendo su mano, pero Lord Darkeen sólo se burló del monje.

L. Darkeen: Hace 200 años juré venganza y ese año a llegado todos ustedes lo pagarán con sus vidas!.- dijo serio con su voz ronca y se retiró del lugar, en el inframundo reunió a su ejército que era dirigido por un demonio llamado Zalgo.

L. Darkeen:Es hora de que lo liberen.-dijo con una voz gruesa y firme.

Luci: Pero padre no estamos seguras de poder controlarlo.

L.Darcken: NO ME INTERESA, DEBEN VENGAR LA MUERTE DE SU MADRE, ESTA VEZ GANAREMOS Y LOS DEMONIOS YA NO TENDRAN QUE ESCONDERSE, POR QUÉ NO TOMAN EL EJEMPLO DE ELIZABETH, ELLA NO DUDA EN HACERLO COMO USTEDES!.

Luci/DJ: Sí padre.-dicen cabizbajo.

-Padre el ejército de los humanos se acercan.

L. Darkeen: Lucifer ve al norte, llévate al ejército que te espera afuera, estarás acompañada de Abaddon.

Luci: Prefiero "Luci" y, quién es Abaddon?

L. Darkeen: Abaddon es mi socio y también mis ojos, y Lucifer te queda más bien..hace que suenes como un verdadero demonio.

Luci: Prefiero Luci, mamá me lo puso---.

L. Darkeen: BASTA!, ve con el ejército que te está esperando afuera!.

Luci: Si padre.-obedeció la orden de su padre y se fue.

L. Darkeen: DJ tu iras como refuerzo con algunos demonios en caso de que tenga que ser necesario.-la miró fijamente ella asintió y se fue con un grupo de entre 40 a 50 demonios.

L. Darkeen: Elizabeth, hija mía, tú ve al sur llevate al ejército que te espera estarás acompañada de Zalgo, yo me encargo del resto.

-Sí padre.

Narra Elizabeth.

Fui al sur con el ejército que mi padre me asigno acompañada de Zalgo a unos metros pude divisar el ejército de los humanos.

Zalgo: Vaya, vaya.

-Que sucede.

Zalgo: Tenemos compañía y son demasiados.

-Y que, más grande es la diversión o tienes miedo.

Zalgo: Cuida esa boquita.

-Tú empezaste.

El ejército de los humanos comenzó a atacar entonces me adelante a Zalgo, desenvaine mis Katanas y atravese a los que estaban en mi camino.

Zalgo: Mmm.

-¡Quitence de mi camino!.-*por favor no quiero lastimar a nadie*.

Líder: ¡Muere monstruo!.-el líder de la tropa da la señal y comienzan a disparar.

-Haber si me dan.-dije suspirando.

~En alguna parte~

Zalgo: Es inútil luchar contra mi ejército.

Siervo: Vaya, vaya pero si tienen nuevas armas y la hija mayor del amo los destruye como si nada.

Zalgo: Y a quién le importa.-dirige su mirada hacia Elizabeth.

Siervo: Al amo, el quiere saber que tal le va en esta guerra así como a las demás.

Zalgo: Ya cállate, deja de calentar el suelo y pelea.

Siervo: Si, Príncipe Zalgo.

~Con Elizabeth~

Desvíe todos los ataques de sus armas haciendo que las balas se dirijan a los brazos y piernas de los soldados.

-Si se rinden, los dejaré ir.

Líder: Llamen a los refuerzos.

Soldado: Sí señor, ¡cubranme!- el soldado sale corriendo.

-A donde vas.-fui tras el soldado, en eso una red cae sobre mí.

Soldado: La tenemos, llamen al monje!.-dicho eso en todo ese lío aparece un misterioso monje.

Soldado: Dashagace de ella monje Mikage.

Mikage: No se preocupen.-eleva su bastón, Elizabeth en un abrir de ojos rompió la red.

-Inténtalo.-dijo y se dirigió a él para atacarlo pero lo detiene con su bastón.

Mikage: ¿Por qué estas haciendo esto?.

-Debo vengar a mi madre, ustedes la mataron y fue...un monje.

Mikage: Siento tu pérdida.

Dejé de poner presión en mi katana y traté de que no notara mi dolor.

-¡Silencio!, tus palabras no harán que vuelva.-dije y me aleje de él lo más rápido y velozmente posible.

Mikage: ¡Espera!.-dije y comencé a seguirla.

~Con Zalgo~

Zalgo: En donde rayos estabas---

-No empieces.-dije ignorandolo y me fui por un campo abierto hasta que escucho un grito.

Soldado: ¡AHORA!.

-Eh?.

En eso todos los soldados me rodearon, suspire fastidiada saqué mis dos Katanas y las uní los soldados comenzaron a disparar y les devolví el ataque acabando con todos ellos, comencé a caminar hasta que sentí un pequeño dolor en mi hombro izquierdo lo toqué y ví un líquido color carmesí en mi mano.

-¿Sangre?...-de pronto todo el cuerpo me dolía y perdí mucha sangre, vi una silueta de un hombre que se acercaba iva a correr pero mi cuerpo colapsó.