Capítulo 17. «¿Cómo puedo querer cuando temo tanto caer?»

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Música: Señorita de Shawn Mendes & Camila Cabello / Despacito de Luis Fonsi & Daddy Yankee / A Thousand years de Christina Perri. 

Escucharlas según vayan apareciendo en el capítulo ♥

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«¿Cómo puedo querer cuando temo tanto caer?»

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EMMA

El corazón me da un vuelco ante el apelativo que ha utilizado Ezra para llamarme, y en contra de toda mi voluntad, mi mirada se mueve en dirección a mi vecino, quien, para llevar tanto tiempo ignorando mi existencia, me está observando como si en todo el jardín no existiera nadie más que yo.

Y como si quisiera matarme, eso también.

Luce tan jodidamente cabreado que lo más sensato que consigo hacer es apresurarme a la pista de baile con Ezra, intercambiando mi vaso vacío con el de Edward en el proceso.

Señorita de Shawn Mendes y Camila Cabello nos envuelve en medio de la multitud con una melodía lenta y sensual que invita a ser bailada de la misma forma.

Sin embargo, antes de comenzar a moverme contra su cuerpo, inclino el vaso sobre mis labios y absorbo casi la mitad de su contenido.

Descubro que es vodka cuando ya no hay marcha atrás.

—Hey, cariño, tómatelo con calma. —La mano de Ezra se mueve para quitarme el vaso de las manos—. ¿Desde cuándo disfrutas tanto del alcohol?

«Desde nunca»

—Desde hoy. —Le dedico una sonrisa que intenta parecer divertida, pero que seguro también podría malinterpretarse como coqueta—. Dijiste que te alegraba saber que estaba comenzando a dejarme llevar, ¿no? Pues bien. Aquí me tienes: una adolescente más que intenta disfrutar a lo grande de su último verano antes de irse la universidad.

—¿Quién eres y qué hiciste con la Emma que yo conozco? —Me tomaría a mal su pregunta si no estuviera viendo la sonrisa divertida que ha formado en sus labios.

—Está delante de ti, esperando que bailes con ella, bobito.

Ezra enarca una ceja, pero en lugar de seguir cuestionando mi actitud, tira de mi cintura, me acerca a su cuerpo y comienza a moverse al ritmo de la música.

No me resulta difícil sincronizar mis movimientos con los suyos a pesar de que, durante nuestra relación, no habíamos bailado más que un par de veces, y ambas habían sido baladas que él solía dedicarme en mitad de mi habitación.

Me agrada saber que, aun así, logramos encajar perfectamente bien.

E contorno frío del vaso me eriza la piel de la espalda cuando sus manos se aferran con más fuerza a mi cintura, sin dejar de moverse. Las mías le rodean el cuello y mis piernas se separan para encajar con las suyas.

Hay tan poco espacio entre nuestros cuerpos que el olor de su perfume me hace añorar los meses que pasamos juntos, componiendo canciones, hablando de todo y de nada a la vez, riendo.

—Emma... —mi nombre es un suspiro en sus labios. Alzo la mirada y encuentro sus ojos oscuros llenos con el brillo de todas las velas que danza con la brisa sobre nuestras cabezas—. ¿Te he dicho ya lo hermosa que me pareces?

Sonrío, sintiendo una presión en lo profundo de mi pecho.

—Infinitas veces.

—Y siguen sin ser suficientes —susurra, muy cerca de mis labios—. Desearía poder hacerlo un millón de veces más. Todos los días de mi vida.

EUREKA / Un Verano para Encontrarte  [YA EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora