Música: Radioactive / Imagine Dragons
«Voy a disfrutar viéndote sufrir»
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OLIVER
Para cuando las puertas del elevador comienzan a cerrarse frente a mí, las manos de Kate ya están sacudiendo mis hombros con desesperación.
—¡Vamos, Oliver, reacciona! ¡Tienes que ir con ella, maldición! ¡Alessa te necesita!
—No... —la palabra me sale en un susurro—. No. —La veo desaparecer tras las puertas de metal—. Ella no me necesita. ¡Está así por culpa mía! ¡¿No lo ves?!
Un líquido tan espeso como la lava comienza a recorrerme las venas, quemando todo a su paso.
—¡¿Qué estás diciendo, Oliver?! ¡¿Cómo va a haber sido tu culpa que... —El hospital se queda en penumbra de pronto, y con el apagón, la frase de Kate queda suspendida en el aire—. ¿Y ahora qué?
La respuesta nos llega en forma del primer disparo. A este le sigue otro. Y luego otro más. Y después de eso se desata el caos.
Gritos que comienzan a venir de todas las direcciones y pasos que parecen estampidas viniendo.
Por instinto tomo el brazo de Kate y la pego contra mi cuerpo cuando la primera oleada de gente pasa corriendo en torno a nosotros en busca de la salida. La mayoría parece venir de la cafetería, pero en medio de la penumbra me resulta difícil estar seguro del todo.
Una alarma se enciende, tomándose todo el lugar con un pitido constante y las luces rojas de emergencia finalmente hacen su aparición. Hay horror en cada rostro que veo huyendo del desastre, pero mis ojos únicamente se centran en la pequeña pantalla del elevador cuando se enciende y sus puertas se abren de nuevo.
Los médicos intentan empujar la camilla donde llevan a Alessa de regreso al exterior, pero un tipo de La Cobra se interpone en su camino, alzando su arma.
Antes de ser consciente si quiera, ya estoy liberando la Glock de mi cinturilla y dando empujones para aparatar a la gente de mi camino. No llego a tiempo para impedir que el maldito le dispare al paramédico que intenta proteger a Alessa de las intenciones de la serpiente, pero sí antes de que otra bala atraviese la cabeza del médico. Porque es mi puntería la que acaba con la suya primero.
El tipo se desploma al instante y el color de su sangre se confunde con el rojo que lo está iluminando todo. No me da tiempo ni de procesar lo que se siente arrebatar una vida por primera vez.
No quiero hacerlo.
El médico sigue con las manos en alto, completamente en shock, cuando le ordeno en gritos para que me ayude a sacar la camilla.
Finalmente reacciona y obedece.
—Manténgala con vida, ¿está claro? —le digo al tiempo que mis hermanos se unen a nosotros.
Rob se preocupa por ayudar al paramédico que sigue tirado en el piso del elevador con un disparo en el hombro mientras Kate nos ayuda en la tarea de sacar a Alessa de aquí.
—Esta chica necesita intervención inmediata, nos enfrentamos a la posibilidad de una hemorragia interna —informa el cirujano, luchando a su vez con todas las personas que corren despavoridas a la salida—. Si no la llevo a un quirófano ahora, quizás no lo logre.
—¡Lo logrará! —le ladro, cogiendo la mano de Alessa—. Vas a lograrlo, Less. Tienes que lograrlo y pasarte la vida odiándome por lo que te he hecho, ¿me oyes?
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EUREKA / Un Verano para Encontrarte [YA EN LIBRERÍAS]
RomansDinero, placer, fiestas, y mi pasión: las apuestas. En eso se resume la «mundana» vida que llevo en Miami. Un desmadre en todo su esplendor, si me lo preguntan. Pero, ¿qué pasa cuando soy obligado a pasar el verano lejos de todo eso, en un pueblo ba...