No recuerdo exactamente qué sucedió cuando llegamos a la enfermería. Sólo sé que Mason me dejó en una camilla y una señora vestida de blanco vertió unas gotas de un líquido anaranjado sobre la herida. Recuerdo el ardor y los ojos de Mason.
Luego me dormí.
Creo que la razón de mi cansancio repentino se debió a la baja presión o al hecho de que simplemente la noche anterior había dormido pocas horas.
Estoy casi segura de que no soñé, digo “casi” porque no quiero mentir. ¿Quién sabe qué tan escondidos pueden estar algunos recuerdos?
Antes de abrir los ojos reconocí la voz de Lauren.
- Dicen que la empujaron…
- Supongamos que la empujaron – respondió Savannah – Debería haber dado vuelta la tijera.
- No “supongan” porque sí me empujaron – respondí.
Las tres se dieron vuelta.
Sonrieron con inocencia y me abrazaron.
- ¿Cómo anda tu pierna? – preguntó Savannah.
- Por suerte no me la tuvieron que amputar – ironicé – Ya casi ni me duele.
La herida estaba vendada con un par de gasas, dándole a mi extremidad un aspecto bastante penoso.
Al instante llegó la misma enfermera que me había atendido en un principio. Me observó en busca de alguna respuesta a una pregunta que no había formulado.
- Estoy bien – dije.
Tras asegurar aquella afirmación más de treinta veces se me permitió salir.
Lauren, Isabel y Savannah me acompañaron a desayunar. Me sentía demasiado observaba. Por suerte al cabo de seis segundos, la gente comprendía que yo era menos interesante que estudiar geografía y desviaba la mirada.
- Emma – dijo Isabel – Nos debes un par de explicaciones.
- ¿Cómo cuáles? – pregunté mientras masticaba una tostada.
- Como por ejemplo – interrumpió Savannah - ¿Qué hacía Brooks en la enfermería?
- ¿Mason? – las tres asintieron sonriéndome como estúpidas – Solo me llevó…
Sav arqueó las cejas.
- ¿Solo eso? – interrogó – Las enfermeras tuvieron que echarlo una vez que pasaron las dos de la mañana. No por el horario, sino por las estupideces que decía…
- ¿Se quedó? – pregunté algo confundida.
- Sí, se quedó – contestó Isabel – La pregunta es: ¿por qué?
- No tengo ni la menor idea.
- ¿De dónde lo conoces? – quiso saber Lauren.
- De la clase de Literatura.
Se miraron pensativas.
Comenzamos a caminar hacia el patio, dispuestas a disfrutar del sol.
- Conozco a tres chicas que estuvieron con él – dijo de repente Savannah.
- Y yo a otras dos – acotó Isabel.
- ¿Y qué hay de malo? – pregunté sin poder fingir la decepción – No es que estuviésemos saliendo ni nada parecido… Y tú, Lauren, ¿conoces a alguna candidata suya?
- Sí – respondió mirando hacia la otra punta del jardín.
Seguí su mirada hasta enfocar a Mason.
Él estaba sentado, al lado de una cesta. Sobre su regazo yacía una rubia oxigenada que reía, acompañada por la risa del morocho. Uno se inclinó sobre le otro y me di media vuelta para no presenciar cómo sus labios se rozaban.
-------------------------------
Holisss! Aprovecho este capítulo para presentarme y dar varias explicaciones. Primero que nada, muchísimas gracias por haber leído mi historia. Espero que les haya gustado :3
Me he tomado mi tiempo para subir este capítulo, lo sé y de veras lo siento. El tema es que hace apenas una semana comenzaron las clases en mi país, tras las “vacaciones de invierno” y se me han acumulado muchísimos deberes. Además tampoco pretendo escribir por obligación. Si escribo es por placer.
Espero, también, que puedan disculpar este capítulo que quedó bastante corto…
Me llamo Malena (me encanta que me digan “Lena”) y vivo a base de libros, escritos y series. Soy nueva en Wattpad y no estoy muy segura de cómo funciona, siquiera sé si se supone que debo presentarme o no :3
Es mi primera novela, razón por la cual debe de tener muchos errores tanto ortográficos como sintácticos, así que no se asusten si ven un acento en cualquier lado o una palabra repetida. Espero mejorar con el tiempo :p
Repito: Muchísimas gracias por leerlo :3
ESTÁS LEYENDO
Instituto para Delincuentes Juveniles
Romance“Instituto para Delincuentes Juveniles”, mejor llamado “I.D.J”. Este es mi hogar desde hace casi un mes. No, no soy una asesina ni nada parecido. De hecho, estoy en este lugar por culpa de mi padre (…) Existen rumores que dicen que los de aquí suele...