- Por supuesto que no es mi novio – dije.
- No, – admitió Mason – pero podríamos serlo.
Me rodeó con sus brazos.
- No seas idiota.
- Amas que sea idiota.
Comenzaba a fastidiarme. Volví a soltarme con brusquedad.
- Zanahoria viviente, hazme un favor y déjame solo con Emma – dijo Mason.
- Si eso es lo que quiere ella… - me interrogó con la mirada.
- No, no quiero. No tienes por qué irte, Jordan.
- Si, si tiene.
Mason le hizo señas de que se largara.
- ¿Por qué sigues aún ahí parado?
- Me estás cansando – comentó Jordan intentando respirar con normalidad.
El morocho se escondió detrás de mí.
- Emma, protégeme – dijo como idiota – No vaya a ser que el colorado me contagie sus pecas.
Jordan me observó sin saber qué hacer.
Mason sujetó mis brazos y comenzó a moverlos hacia Jordan, como si lo estuviera golpeando. Tuve ganas de reír, pero me contuve.
- Emm, por qué no le dices a tu amigo a que se vaya, por favor – suplicó el pelirrojo.
- ¿Por qué no me lo dices tú? – replicó Mason.
- Prefiero no hablar con imbéciles.
El morocho se colocó delante de Jordan con aspecto amenazante. Le llevaba varios centímetros.
- Vuélveme a decir imbécil – lo amenazó.
- No hay problema, imbéc…
Mason lo golpeó con precisión en el rostro. Grité debido a la sorpresa.
Jordan logró mantener el equilibrio, sosteniéndose el ojo, que en aquel momento yacía cerrado y estiró el brazo hacia atrás, dispuesto a contraatacar.
El golpe que recibió Mason en las costillas llegó a dolerme. Se dobló en dos e intentó respirar. En menos de cinco segundos ya se había recompuesto.
Había algo en sus ojos que me irradiaba temor; algo que parecía decir que corriera. Estaba en una posición muy tensa, expresando odio absoluto y violencia con sus facciones. Miraba fijamente al pelirrojo, casi sin pestañear. Fue la primera vez que me pregunté por qué Mason estaba en el I.D.J.
Me interpuse entre ambos.
- Háganme el favor de pensar un poco en lo que hacen – supliqué – No sean tarados.
- Emm, ¿puedes moverte? – pidió Jordan.
- No le digas Emm – contestó Mason.
Puse los ojos en blanco.
- Miren, no pienso moverme, así que si van a golpear a algo o a alguien tendré que ser yo… ¿Piensan seguir a las trompadas? Adelante, golpéenme.
- ¡Emma, muevete! – dijo enojado el morocho.
- ¿O qué? – lo reté – ¿Me vas a pegar?
Nos miramos fijamente durante una fracción de segundos. Su mirada seguía siendo dura e impenetrable, pero de a poco logró tranquilizarse y adquirir su actitud habitual de indiferencia. Sin embargo, a pesar de la transformación repentina de su rostro, sentía grabada en la memoria la idea de que Mason estuviese en el Instituto debido a algún caso de violencia.
- ¿Bailamos? – preguntó Jordan una vez que quedamos a solas.
- ¿Te ofendes si digo que no? Creo que ya es tiempo de que…
No llegué a terminar la frase, una avalancha de policías comenzó a entrar en la habitación cual he jauría rabiosa.
- Se quedan todos en dónde están – gritó uno a través del megáfono – Levanten sus manos y no intenten escapar. Alguno de ustedes fue el culpable del crimen…
- ¿Qué crimen? – le susurré a Jordan.
Negó con la cabeza.
- Ahora bien, lo podemos hacer por las buenas – comenzó a decir – O por las malas. ¿Quién le disparó a la Srta. Molly Smith?
Jordan palideció y comenzó a correr hacia los policías. Se escucharon gritos, amenazas, insultos…
De pronto, en medio de aquel alboroto lo supe.
Molly Smith era la hermana de Jodan, la que me había empujado a la piscina el día del rito, y alguien había intentado asesinarla.
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Instituto para Delincuentes Juveniles
Romance“Instituto para Delincuentes Juveniles”, mejor llamado “I.D.J”. Este es mi hogar desde hace casi un mes. No, no soy una asesina ni nada parecido. De hecho, estoy en este lugar por culpa de mi padre (…) Existen rumores que dicen que los de aquí suele...