La guerra había sido terrible para todos, de alguna manera aun que gano el lado correcto no se sentía como una victoria en absoluto. Quizá fue por que al acabar la lucha, al derrotar al monstruo las cosas no fueron perfectas como por arte de magia, aun cuando eran magos y resultaba irónica la frase.
Si bien Voldemort murió, y en esa ocasión de forma definitiva, se llevo consigo a muchas personas, arrebato vidas y destrozó familias. Se llevo un poquito de lo bueno en cada persona, de la paz y tranquilidad de todos.
Por ejemplo su propia familia, los Weasley, habían perdido a Fred. Cuando su hermano siempre alegre y bromista murió su gemelo fue el más afectado, por primera vez se sentía solo. Sin su cómplice de travesuras, sin aquel que terminara sus frases y sobre todo enfrentándose a su recuerdo cada día al verse al espejo.
Y luego estaba Ron, su hermano estaba lleno de rabia contra todos después de que Hermione se marcho. Jamás pensó que después de tantas aventuras, de tantos años de amistad entre su hermano Ron, Harry y Hermione llegaría el día en que el trío de oro se separaría.
Pero había pasado semanas después de ese día, en el que Harry venció por fin en esa lucha que parecía interminable, Hermione había tomado sus maletas y se había marchado sin mirar atrás.
Una parte de ella, la que amaba a su hermano sobre cualquier cosa, quería odiar a Hermione Granger por romper el corazón de Ron, pero la otra le de decía que no fue solo culpa de ella, su propio hermano había sido el causante.
Había estado tan ahogado en su propio dolor que nunca noto que Hermione también estaba sufriendo, el nunca supo o no quiso hacer nada al respecto, sobre las pesadillas que ella sufría noche a noche. Despertaba empapada en sudor frío, jadeante y con los ojos llenos de lagrimas noche tras noche.
Comía muy poco, siempre preocupada por encontrar a sus amnésicos padres y angustiada por que estaba segura que la odiarían cuando supieran lo que hizo, tampoco la consoló cuando ella lloro amargamente y solo se dedico a exigir que su dolor fuera mitigado, que se le consolara a él y olvidándose de que ella también sufría.
En esa época había estado tan inmersa en sus problemas que no lo había notado, como ese amor con el que Hermione miraba a Ron se fue opacando hasta desaparecer, como dejo de sonreír y lentamente se transformo en algo parecido a un inferi.
Dejo que sus ojos vagaran por el hermoso paisaje frente a ella y sonrío con tristeza, hacia ya cinco años desde el fin de la guerra y en ese tiempo nadie supo mas nada de su amiga, se había marchado para no volver. Ese día como muchos otros se preguntaba que habría sido de ella y si seria feliz.
Francia era magnifica, Paris sobre todo era un lugar extraordinario, tanto el muggle como el mágico eran estupendos y ella estaba feliz de pasar su luna de miel allí, la guerra se había acabado y aun cuando había heridas tan profundas que no podían curarse tenían que salir adelante, no podían estancarse como había echo Ron, tanto como amaba a su hermano tenia que admitir que estaba amargado.
Amargado por haber perdido al amor de su vida y por no lograr salir adelante como todos los demás, incluso George estaba bien, se había casado y volvió a abrir la tienda incorporando nuevos productos tal como a Fred le hubiera encantado, al menos eso querían pensar todos y ver la sonrisa en los labios de uno era como verla en los de ambos.
Miro emocionada las calles frente a ella, era bastante temprano y en su emoción no había podido quedarse a dormir mucho más tiempo, había dejado a su flamante marido durmiendo y salio a explorar un poco las calles cercanas al hotel disfrutando del paisaje y aire ligeramente calido.
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Encuentro fortuito
FanfictionLa familia Malfoy contrario a lo que muchos pensaban eran una familia amorosa como cualquier otra. Claro que no todo era perfecto, eran Hermione Granger y Draco Malfoy, Gryffindor y Slytherin después de todo. -EWE-