Capitulo 3: Ron

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No sabia en que punto su maldita vida se había jodido hasta ese punto, claro su vida siempre había sido una especie de mierda, pero antes no estaba tan mal.

Era el menor de una gran familia, al menos de los hombres pues Ginny era la más pequeña y la princesa de la casa.

Luego tenia a Persy su muy inteligente hermano para recordarle que el nunca seria así de brillante, Charlie con su gran conocimiento y pasión por los Dragones, Bill que era toda una eminencia en maldiciones y contra-maldiciones y Fred y George siempre bromistas, alegres y creativos.

Y luego estaba él, el pequeño Ronald, el poco brillante, el despistado y glotón que solo era bueno jugando ajedrez mágico. El poco talentoso mago que tenía dificultad hasta para el más simple hechizo…

Cuando llego a Hogwarts sabia que sin importar lo que hiciera nada serviría, sus hermanos ya habían dejado unas expectativas demasiado altas como para llenarlas tan fácil. Pero entonces un gran golpe de suerte en su vida lo salvo de ser solo Ron, y se convirtió en el mejor amigo de el niño que vivió, Harry Potter.

Cuando sus aventuras junto al niño que vivió comenzaron se dio cuenta de que por el simple acto de ser su amigo estaba siempre bajo los reflectores, disfrutando de las atenciones de todo el mundo y de constantes aventuras que a otros les costarían puntos a su casa y detenciones, pero a ellos no.

Luego llego Hermione, la chiquilla molesta, sabelotodo, irritante y asquerosamente inteligente hija de muggles que con el paso de los años se convirtió en el su mejor amiga, en aquella que estaba siempre con ellos ya fuera salvándolos del desastre en sus aventuras o ayudándoles con los deberes.

Hermione siempre estaba con ellos, eran el trío de oro, los encargados de vencer al que no debe ser nombrado y salvar el mundo no solo mágico sino muggle también. Ella era lista, valiente y noble. Siempre dispuesta a ayudar a todos.

Y se enamoro de ella, no supo cuando exactamente pero se enamoro. La amaba aun con su horrible cabello y su actitud de sabelotodo, durante la guerra cuando el miedo a perderla estaba siempre presente la beso y dio por sentado que ella sabía que desde ese momento eran novios.

La guerra, esa maldita lucha era lo que había arruinado su vida, en ese tiempo su vida había sido torcida hasta el punto en que todo se rompió, su hermano había muerto y su familia se estaba cayendo a pedazos, nadie lo decía pero todos se sentían culpables por que Fred estaba muerto.

Él en especial no soportaba ver a George, sentía que su hermano hubiera preferido que fuera él quien muriera y no su gemelo, después de todo el era solo Ron… el mago mediocre de la familia, no como todos los demás.

Cuando volvieron a la madriguera el esperaba que Hermione actuara como su novia, que se encargara de reconfortarlo, de decirle que nadie lo culpaba por no ser él quien fuera alcanzado por la maldición asesina.

Pero no, ella siempre estaba distante, mirando por las ventanas pensativa y fría. Pensando en sabrá Merlín que tonterías cuando debía ser su roca, su apoyo en esos momentos en los que su mundo se estaba cayendo a pedazos tan rápido que ni un reparo podría ayudar.

Y un día ella se marcho, simplemente tomo sus maletas y se fue sin dudarlo o siquiera mirar atrás. Hermione simplemente lo había mirado con sus enormes ojos color chocolate llenos de una expresión rara, que por un instante imagino que era tristeza, antes de salir de su habitación con un simple "Lo siento mucho Ron… me tengo que ir".

De ese día habían pasado ya cinco largos años en las que no la había olvidado, en los que cada maldita hora pensaba en ella y se preguntaba por que lo abandono en el momento en el que mas la necesitaba. Cuando mas debió estar con el y apoyarlo.

La había buscado, por todo Londres mágico e incluso en el muggle con ayuda de Harry y Ginny pero ella simplemente se había esfumado, en ese momento pensaron que tal vez estaría con sus padres pero no podían buscarla con ellos por que no sabían a donde exactamente los había mandado después de hechizarlos.

Y aun sin ella la vida continúo, su hermana y Harry se casaron, en esos momentos debían ser asquerosamente felices en su luna de miel en París mientras él estaba solo en su habitación de la madriguera bebiendo una botella de whisky de fuego mientras intentaba olvidarse de esa chica que amo con su alma y que lo abandono.

Encuentro fortuitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora