Prólogo.

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7 de septiembre de 2016.



— ¡Irémos juntas a la universidad!

Jannet, con lágrimas en sus ojos que ya habían humedecido sus mejillas, corrió hacia la dirección en la que me encontraba. Ambas habíamos abierto las solicitudes de la universidad en la que iríamos a estudiar.

— ¡No lo creo!— también sonreí y mis ojos no tardaron en aguarse como los de ella. El aroma a vainilla que desprendía su cabello que estaba sujeto a múltiples trenzas por toda su cabeza, llegó a mis fosas nasales y no pude evitar reír—. Esto merece un digno festejo.

Jannet esbozó una socarrona sonrisa porque aquello implicaba alcohol y bailar hasta el amanecer, ambas ya éramos mayores de edad y nuestros festejos consistían en aquello.

— Que no te quepa ninguna duda— guardó el sobre entremedio de los libros para luego enseñárselo a la señora Torres, quién trabajaría hasta el anochecer, era enfermera en el hospital que se hallaba por la zona y rara vez la veía.

— ¿Te quedas a almorzar?— preguntó dirigiéndose al refrigerador.

Negué la cabeza a la vez que me colocaba de pie y colgaba mi bolso al hombro.

— Hacen un pequeño festejo por el cumpleaños de Alisha y ya sabes, tengo que estar allí— rodé los ojos—. Pero esta noche vamos a festejar con los chicos.

Jannet asintió con una sonrisa y con una botella de agua en su mano izquierda.

— Organizaré todo y después del almuerzo te vienes— me señaló—. Envíale saludos a tu hermana de mi parte.

— Vale— rodeé la isla de la cocina y besé su mejilla para luego darle un pequeño abrazo de despedida—. Nos vemos más tarde.

— ¡Angelo irá con nosotros!— exclamó y me guiñó un ojo. Angelo y yo habíamos comenzado a salir hacía tan sólo un par de meses, realmente me atraía y a mi parecer, lo nuestro iba en serio porque ya me había presentado a sus padres y yo también le había presentado a los míos. Mi madre lo adoraba y su familia también me apreciaba—. Me llamas cuando llegues, Alena. No lo olvides.

Pero jamás llegué a casa.

Cerré la puerta para emprender camino hacia la estación de autobuses a sólo unas cuantas calles de la casa de Jannet.

Aquel día no llevaba el coche de mi madre conmigo porque mi madre debía llevar a Alisha a comprar algunas cosas por su cumpleaños y mi padre no podía ir a recogerme porque llegaba un poco tarde a casa. Hoy tenía un importante caso en el juzgado, mi padre era juez y era uno de los más prestigiosos en la ciudad, mientras que mamá era abogada.

Refunfuñé para mi misma por no tener demasiado dinero conmigo y no poder tomarme algún taxi. Me maldije cada minuto por aquello, cada minuto de mi vida.

— ¡Eh!— una furgoneta negra se detuvo a mi lado, miré al conductor y el hombre canoso que aparentaba ser de mediana edad, me estaba mirando a mí. Eché un vistazo a mi alrededor y no había nadie circulando por la zona—. ¿Sabes dónde puedo cargar combustible por aquí cerca?

Intenté recordar en dónde me hallaba y me fijé en el tatuaje que llevaba en su cuello, llevaba una estrella rellena de tinta negra y los anteojos oscuros que usaba no me dejaban ver con exactitud sus ojos. Otro hombre, que estaba a su lado, se asomó y a él sí pude verlo mejor, poseía piel trigueña y era calvo, se veía algo más joven que el conductor. El hombre más joven soltó una pequeña risa y se hundió nuevamente en su asiento.

— Unas calles más adelante puedes encontrar una gasolinera— pensé durante unos segundos—, unas cinco o cuatro calles, sigues derecho y la encontrarás.

— ¿No quieres que te acerquemos a algún lugar?— cuestionó con una sonrisa que no supe descifrar. No sabía sí se estaba burlando de mí o qué diablos.

Le dediqué una sonrisa para no ser descortés y negué mi cabeza. No estaba apresurada y eran desconocidos, su acento era extraño y supe que no eran de allí, pero tampoco parecían ser turistas.

— No, gracias. Adiós.

Me dispuse a continuar mi camino y apreté la correa de mi bolso para también comenzar a caminar más rápido, sin embargo, la furgoneta no avanzó pero sí pude escuchar el sonido de la puerta trasera correrse y fue entonces cuando me giré para ver sí habían sido ellos, y lo confirmé cuando vi a otro hombre que iba atrás bajarse de la furgoneta y dentro de ella, dos chicas amarradas que pedían auxilio con la mirada.

Todo sucedió en cámara lenta. Parecía una jodida pesadilla.

Sentí miedo, tardé unos segundos en reaccionar lo que sucedía y los latidos de mi corazón iban cada vez más rápidos. En cuanto quise echarme a correr o siquiera encontrar algún lugar cercano para entrar, el miedo me dejó paralizada en mitad del camino y sentí unos brazos en mi cintura.

Tenía que ser una pesadilla.

Mi bolso cayó al suelo y podía escuchar como mi móvil sonaba con insistencia, mientras mis ojos se llenaban de lágrimas y finalmente, me largué a llorar.

Luché.

Lo intenté.

Pero ellos se encargaron de acallarme con un golpe en la mejilla que estaba segura luego me dejaría marca aunque era lo que menos importaba. El hombre calvo se bajó de la furgoneta y le entregó un paño negro a quién me tenía sujeta de brazos y piernas, el sujeto que me tenía apresada cogió el paño negro y lo presionó en mi boca con fuerza hasta que pude ver unas figuras borrosas moverse y luego escuché la puerta de la furgoneta cerrarse.

Tenía sueños, amigos, familia y una vida llena de metas. Sin embargo, todas y cada una de las cosas que amaba y soñaba me fueron arrebatadas aquel día. Incluso la luz del sol, ese día fue la última vez que vi el sol, aquel día fue la última vez que yo fui libre.

Jamás llegué a casa.

Jamás pude avisarle a mis padres que había ingresado a la universidad.

Jamás pude avisarle a Jannet que había llegado a casa.

Perdí mis esperanzas y sobretodo, me perdí a mí misma.

«Pero, aún con las esperanzas perdidas, el mundo podía volver a funcionar y conspirar a su favor.»





In The Night”


Todos los derechos reservados ©

Les traigo esta nueva idea que tengo desde hace un año más o menos y he querido compartir con ustedes. Espero que les guste ❤

Lo subo el día de hoy en conmemoración al día mundial contra la trata de personas que fue el día de ayer (30 de julio).

ADVERTENCIA: La novela contiene lenguaje explícito, escenas de contenido adulto y entre otras cosas que irán viendo a lo largo de la historia. A partir de este momento, leen bajo su propia responsabilidad.

¡Besos y miles de abrazos! ❤❤❤

Próximamente...

In The Night ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora