Al cabo de unos diez minutos de hablar con Pablo llegó Sergio de una reunión. Le conté la noticia y se puso muy contento, los tres teníamos ganas de volver a ver a nuestra madre. Cenamos y yo me fuí a mi habitación. Encendí el ordenador y ví que Laura estaba conectada. Era mi mejor amiga desde hacía más de dos años. La llamé por videollamada y estuvimos hablando. Quedaban siete días para empezar el instituto y teníamos un poco de ganas de volver, pero a la vez no queríamos que este verano acabase.
Le conté que mañana llegaba mi madre así que no podría quedar. Nos despedimos y me fuí a dormir.
Me desperté con los gritos de Pablo al entrar a mi habitación.
-¡Levántate Julia! ¡Ya es de día, tenemos que ir a buscar a mamá!
Me giré hacia él y le dije:
-El tren de mamá no llega hasta la tarde, ¡dejame dormir!
-Tenemos que limpiar la casa.- dijo Sergio desde el pasillo.
-Bueno vale, ahora vengo, déjame ducharme y vestirme por lo menos.
-Esta bien pero no tardes que te conozco.- respondió Sergio.
Hice salir a Pablo de mi habitación y miré mi móvil. Las nueve y media. Levante las persianas y me hice la cama. Entré en mi baño puse musica y me dí una fría ducha. Cuando salí ví que había pasado un cuarto de hora. Me sequé el pelo y me vestí. Ordené mi habitación que a pesar de que yo soy muy ordenada, la tenía hecha un desastre, y cuando salí de mi habitación, bajé las escaleras y me dirigí hacia la cocina, donde estaban los dos.
-Que guapa que estás.- me dijo mi hermano mayor.
Le respondí con una sonrisa y una cara de satisfacción. Almorzamos y empezamos a recoger. Yo barrí la casa, que tomó su tiempo, y limpié estanterías y muebles. Pablo estuvo limpiando la piscina y el jardín. Y Sergio se encargó de las habitaciones y un par de cosas más. En dos horas tuvimos la casa perfecta. Aproveché lo que quedaba para comer, cogí mi biquini y me fuí a tomar el sol en el jardín. Mis hermanos estuvieron jugando con la consola y al cabo de un rato vinieron y se bañaron a la piscina, lo cual yo me uní. Estuvimos jugando hasta la hora de comer. Comimos en la isla de la cocina ya que como habíamos limpiado todo, no queríamos ensuciar el comedor. Me tocó limpiar los platos y cuando acabé, subí a mi habitación. Me tumbé en la cama y empecé a mirar mis redes sociales. Al poco rato me dormí.
Me levanté otra vez con la voz de mi hermano gritando.
-¿No me puedes despertar como las personas normales?- le pregunté enfadada.
Se encogió de hombros y rió. Le tiré un cojín y se marchó. Vino Sergio y me dijo que eran las cuatro y media, que me empezara a preparar. Así lo hice. Bajé al comedor y Sergio fue a buscar a Pablo a su habitación. Salimos de casa y nos subimos al coche de mi hermano.
Llegamos a la estación, quedaban diez minutos para que el tren llegara. Esperamos ansiosos hasta que vimos un tren llegar.
-Debería ser este.- dijo mi hermano mirando hacia el tren. Los tres nos levantamos y buscamos a mi madre entre la multitud de gente que salía del tren.
-¡Allí está!- dijo Pablo echándose a correr.
Sergio y yo empezamos a andar siguiendo a mi hermano pequeño. Y de pronto la vi. Sonriente como siempre, y recogiendo a Pablo entre sus brazos. Al llegar a mi madre le dí un fuerte abrazo al igual que mi hermano mayor.
-Te hemos echado mucho de menos mamá.- dijo el pequeño de los tres.
-Es verdad.- dije yo con una sonrisa.
-¿Cómo te ha ido el viaje? ¿Cansada?- le preguntó Sergio.
-Muy bien, se me ha hecho un poco largo pero bien.
-Dáme las maletas, yo te las llevo.- le dije yo.
-Muchas gracias cariño.- me volvió a abrazar y me dió un beso. Sergio me ayudó con una de las maletas y fuimos hasta el coche.
Una vez en el coche, le empezamos a bombardear a mi madre con preguntas sobre las vacaciones, a las cuales ella respondía con mucho entusiasmo.
Al llegar a casa dejamos sus maletas en su habitación y mi hermano empezó a encender la barbacoa. Cenamos en el jardín, yo le empecé a contar todo lo que había hecho este verano con Laura y mis amigos.
De pronto, ella nos dice que tiene algo importante que decirnos. Ya no me acordaba de que me lo dijo ayer.
-Como bien sabreis, vuestro padre nunca nos ha ayudado, es más, no sabemos ni dónde está. Hemos salido adelante solos, los cuatro.
Seguíamos los tres callados comiendo.
-No se como os tomareis esto, espero que bien, es muy importante para mí.- silencio- Quiero que sepáis, que todos estos años, he estado por vosotros, os quiero muchisimo, y nunca lo dejaré de hacer, mi vida es esta, con vosotros aquí, y no la cambiaría por nada, pero tengo que deciros que estoy enamorada de un hombre, es de valencia y nos conocimos a principios de verano. No os lo he dicho hasta ahora porque quería contárnos esto cara a cara. Espero que lo entendais.-
No sabía que decir, por una parte estaba feliz, si mi madre era feliz, yo también lo estaba, pero a la vez, tengo miedo, no sé a qué quiere llegar con esta conversación.
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Palabras Olvidadas- Julright
RomanceJulia es una chica que ha tenido una vida un tanto ajetreada. Su padre la abandonó a ella, a sus 2 hermanos y a su madre durante el embarazo del pequeño de los 3. No han vuelto a saber de él. Poco a poco salieron a delante. Ahora, con quince años...